Experiencias de Peregrinos

Creo que el camino es algo que todos deberíamos hacer una vez en la vida. El camino te enseña. Te da de todo. Y tú a cambio nada más que debes darle pasos. Conocí a personas que son amigos para toda la vida, hice cosas que jamás pensé que podría hacer, y me sentí más vivo que nunca.

El primer año disfruté mucho del camino, pero el segundo (en el mes de agosto) uffff, no vuelvo a ir en ese mes.

No ha sido tan de montaña como esperaba. Un sólo tramo sí ha tenido características de montaña, donde tienes que ir pisando sobre piedras unos 200 metros (Entre Buiza y Poladura). Pero sí, me ha gustado bastante y lo repetiré en el futuro seguro.
Fuimos 9 personas coincidiendo cada día. Pensaba que hasta estaríamos a veces solos (2 personas). Creo que de aquí a dos o tres años se llenarán los albergues en agosto al menos.

La experiencia ha sido muy positiva, el camino es precioso. Permite evadirte completamente al encontrar tramos sin casi civilización.

Camino perfecto, muy bonito y diferente a cualquier otro.

Después de hacer varios caminos de Santiago la verdad es que me ha gustado mucho este camino, ya que no está muy explotado y todavía es uno de los caminos en los que puedes disfrutar de soledad si es lo que buscas. Por lo que mi valoración es muy positiva y lo recomendaría a otros peregrinos.

Ha sido un camino duro y bonito.

Como en mis anteriores caminos, la experiencia ha sido fantástica. Si tengo salud, la seguiré repitiendo todos los años.

Es un camino muy bonito, que al no estar aún "explotado comercialmente" como ocurre con el francés, la gente se vuelca con el peregrino. Es muy solitario, no coincidí con ningún peregrino, la comunión con la naturaleza es total, casi siempre al lado de ríos o en medio de bosques, un paisaje espectacular. Y la arquitectura popular de muchas aldeas y pequeñas iglesias, dignas de admirar, también puedes visitar el castillo de Ponferrada, el de Cornatel y el de Monforte. No hay que olvidar que cruzas la Ribeira Sacra y estás en zona romana primero y templaria después.

La experiencia increíble, es mi cuarto camino, y el tránsito por Portugal es auténtico, se vuelcan con los peregrinos aunque no están acostumbrados y siguen haciendo preguntas sobre el destino.

Me ha gustado muchísimo. El primer tramo de Bayona a Burgos está prácticamente salvaje ya que no te encuentras a nadie. Se lo recomiendo a la gente que no desee la masificación del francés.