Catedral de Santiago: vuelve el abrazo al apóstol

Abrazos muchos, pero ABRAZO, así con mayúsculas, el que se le da al apóstol Santiago, desde la Edad Media, al llegar a su casa. Rito secular, necesario como tantos otros que se practican en los caminos de peregrinación y lo van dotando de sentido, que la pandemia de COVID-19 clausuró el 13 de marzo de 2020.

Desde que las medidas profilácticas se fueron retirando, se echaba de menos que la imagen situada en el camarín de la catedral compostelana volviese a ser abrazada por los peregrinos, amén del mero juego papanatas al que también la somete el turismo vacuo de las colas sin causa.

Dado el retraso, se llegó a pensar que se urdía una definitiva modificación o supresión del rito, como ya ha ocurrido con el muro de piedras de la Puerta Santa, la retirada del báculo-relicario de Santiago del crucero o, entre lo más sonado, la prohibición ya no de tocar el Pórtico de la Gloria, sino incluso de acercarse a él, ahora musealizado para evitar los excesos de la masa.

Temíamos, por lo tanto, que esto fuese como la cita previa, que hubiese llegado para quedarse. La preocupación crecía, y la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago envió una petición al nuevo arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, para que se recuperase lo antes posible el rito.

El prelado respondió afirmativamente y desde hoy mismo, miércoles 14 de junio a las 10:30, los peregrinos (y cualquier hijo de vecino) podemos abrazar de nuevo al apóstol…, ¡39 meses después! Sabemos, eso sí, que a quien viene de lejos el abrazo le sabe a gloria y el santo, seguramente, también lo percibe.

Ahora solo falta pedir que todos los que van a dar el abrazo al apóstol bajen también a la cripta donde, según es tradición, se encuentra su santo cuerpo. El flujo de visitantes tumba/abrazo está sumamente desequilibrado, ¿por qué será?