Lugo para peregrinos curiosos: 12 visitas

Dos son las ciudades del Camino Primitivo, y Lugo, la segunda, con su casco antiguo abrazado por una muralla romana intacta, constituye una grata sorpresa para los peregrinos que no la conocen. Hoy proponemos un recorrido, por esta capital de provincia que roza los 100.000 habitantes, para los peregrinos curiosos. Lo hacemos a través de una docena de citas.

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Praza do Campo, Lugo
Praza do Campo, Lugo

I. La Muralla. Construida a finales del s. II d.C. y comienzos del s. III, no cabe duda de que es el emblema de Lugo, ya que está completa y dispone de un perímetro de 2.100 m. Su estructura defensiva cuenta con 72 cubos, solo uno de los cuales conserva las ventanas del primer piso (tenían dos), y 10 puertas; entre ellas están las tres del Camino, que son las de San Pedro o Toledana, para la entrada, y las de Santiago, con la imagen barroca del Matamoros, y Miñá, la más antigua, para la salida. La Unesco la ha clasificado como Patrimonio Mundial en el año 2000, y para saber más sobre ella podemos visitar el Centro de Interpretación existente en la Oficina de Turismo de la Praza do Campo. Por cierto, si aún no estamos cansados de la etapa —larga si venimos de O Cádavo— podemos recorrer la totalidad de la muralla por el adarve, que es un paseo de libre acceso y ofrece vistas sobre la ciudad, o rodeándola.

II. La Catedral. El templo es fruto de una mezcolanza de estilos, del románico y gótico de las naves y la puerta norte, al remate renacentista de la torre, la capilla barroca de Nosa Señora dos Ollos Grandes, obra del mismo arquitecto de la fachada compostelana del Obradoiro y prácticamente exenta, y, desde luego, a la fachada neoclásica de Lemaur y Sánchez Bort, que nos recordará a la de Pamplona. Esta basílica tiene desde antiguo, además, el privilegio de la exposición permanente del Santísimo, que en el pasado, y para los peregrinos, constituyó un gran aliciente devocional. Como curiosidad, en la puerta septentrional románica presidida por el Cristo Majestad, existe un capitel pinjante que ha dado mucho que hablar, ya que en su Santa Cena, además de los 12 apóstoles, se representa una figura femenina recostada junto a Cristo (¿la Magdalena?). En el acceso a la visita turística nos sellarán la credencial. Más info: https://catedraldelugo.es

III. El Lugo romano oculto. Cada vez que se excava el subsuelo, en la ciudad aparecen restos romanos de Lvcvs Avgvsti. Los principales los encontramos en la Domus del Mitreo, frente a la fachada mayor de la catedral, donde se pueden admirar vestigios de una villa con frescos y del santuario mitraico, y en la Casa dos Mosaicos (Rúa Doutor Castro, 2), con los cimientos de una vivienda y la reconstrucción audiovisual del célebre mosaico de Batitales, que procede de esta ubicación y ahora está expuesto en el Museo Provincial.

Las anteriores visitas pueden ser completadas con la Sala de Exposiciones de Porta Miñá, instalada en el antiguo matadero, cuya muestra Lvci Imago versa sobre el Lugo romano, y en el Centro Arqueológico de la Capilla de San Roque, inmediato a una necrópolis que interpreta. Otras ventanas arqueológicas de menor interés se abren en diferentes puntos de la ciudad. Más info: https://adomusdomitreo.com

IV. El Museo Provincial. En Galicia, además del Museo de Pontevedra, sobresale el provincial de Lugo por lo variado de sus colecciones. Ocupa el que fue convento de San Francisco, con su claustro gótico del siglo XV destinado a la epigrafía y arqueología, más el refectorio y la cocina, pero a lo largo de las salas hay un poco de todo: monedas y orfebrería, escultura y pintura, vidrio y cerámica, relojes y abanicos, piezas de etnografía y maquetas, y todo ello desde la Prehistoria hasta el presente. No podemos perdernos los mosaicos romanos, entre ellos los de Batitales, ni las pinturas y esculturas de autores gallegos como Pérez Villaamil, Castelao, Corredoyra, Xulia Minguillón, Asorey, etc. La entrada es gratuita.

V. Dos plazas muy diferentes. Si bien el Lugo intramuros cuenta con varias plazas, las más singulares son la Mayor, presidida por el Ayuntamiento barroco, diseñada al modo de un jardín-alameda decimonónico con su palco de música, y la Praza do Campo, que además de ocupar la posición del foro romano tiene un carácter popular, con sus casas de soportales en las que funcionan varias tabernas, forma triangular y una bonita fuente en la que predica por siempre San Vicente Ferrer.

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Muralla de Lugo
Muralla de Lugo

VI. El barrio de A Tinería. Se sitúa a la izquierda de la catedral según nos situamos frente a su fachada, y lo atraviesa la variante que sale de la muralla por la Porta Miñá o del Carmen. Resulta singular por su trama medieval, de estrechas callejuelas con edificios antiguos y algún palacio barroco como los de Orbán y Saavedra, pero sobre todo por el gran esfuerzo rehabilitador reciente, que ha llevado al olvido lo que en su día fue un degradado barrio chino.

VII. Los mercados de abastos. Se suele señalar que no se puede conocer bien una ciudad si no se frecuenta su mercado público. Pues bien, en Lugo hay dos edificios que cumplen esta función, ambos colindantes: la Plaza de Abastos y el Mercado Municipal. Además, los martes y viernes acuden los vendedores con sus productos, en el primer día con productos de la tierra. Algunos bares, y una chocolatería, completan la colorista oferta. Más info: http://mercadodelugo.gal

VIII. O Vello Cárcere. La prisión de Lugo estaba en pleno centro, en la Praza da Constitución, y reviste interés por tratarse de la segunda cárcel modelo de España, construida en 1878, tras la de Madrid, en la que se desarrolló el modelo panóptico de Bentham. Actualmente funciona como un Centro Sociocultural y puede ser visitado libremente. Más info: https://ovellocarceredelugo.gal

IX. El parque Rosalía de Castro. Además de su riqueza botánica, jardines, fuentes, lago con cisnes, quiosco de la música y esculturas, el parque clásico de la ciudad, diseñado hace un siglo, tiene la virtud de convertirse en un privilegiado mirador sobre el río Miño y su corredor verde. Visita recomendada al atardecer.

X. El Balneario-termas, el puente romano y el Miño. Apartado del centro, pero próximo al Camino en su salida de la ciudad, se encuentra el balneario, que siempre puede ser una interesante opción terapéutica o de relax para el peregrino cansado y pudiente. Además, en su interior se pueden visitar los restos de las termas romanas, que constan de tres salas en parte abovedadas. En cuanto al vecino puente romano (Ponte Vella), que cruzaremos al día siguiente, en realidad ha sido tan reformado que poco mantiene, a no ser los cimientos, de su fábrica original, con una longitud de 104 m; esto, pese al legionario de metal que han colocado en su acceso para ambientarnos. Más info: https://balneariodelugo.com

XI. El Viaducto de A Chanca. Hoy pocas guías prestan atención a esta portentosa obra de ingeniería ferroviaria, concluida en 1874, que al entrar en la ciudad por el Camino sobrevuela sobre el río Rato y los atractivos parques que lo acompañan. No obstante, en otra época era objeto de veneración por la armonía de sus 20 arcos de medio punto, que sostienen una plataforma próxima a los 300 m con una altura máxima de 29 m, habiendo sido la tercera estructura ferroviaria más notable del país en su tiempo. Más info: https://www.lavozdegalicia.es...

XII. El barrio de A Milagrosa. Nos encanta el ambiente popular, mucho más auténtico y escasamente turístico, de este barrio con sus casas de colores, plazuelas peatonales, bares, pulpeiras y restaurantes. Cae de paso hacia el alejado parque que lleva su nombre, donde sin mucho éxito de concurrencia fue instalado el Museo Interactivo de la Historia de Lugo. El singular edificio, diseñado por Nieto y Sobejano, se emplaza, como un guiño a los vestigios romanos, bajo tierra, y está provisto de varias torres-lucernario circulares forradas en acero corten. Quizá mucho contenedor para un modesto contenido: maquetas y audiovisuales es lo que ofrece, pero la entrada, una vez más, es libre. Más info: https://museoslugo.gal...

Quid aliud?: de tapeo y de pulpeiras. Un afortunado y clásico lema, que todavía se utiliza, es aquel de “Y para comer, Lugo”. En efecto, la ciudad tiene fama en Galicia por su oferta gastronómica, aunque ya advertimos que esta, con la salvedad del pulpo, tiene su fortaleza en la carne. Además, los bares, tabernas y mesones de Lugo también son famosos por ofrecer, como gentileza y con la bebida, generosas tapas que en ocasiones son incluso dobles: una de cocina y un pincho frío. Las principales zonas de tapeo del centro son la Rúa Nova, Praza do Campo, Rúa da Cruz, Rúa Bispo Basulto, Rúa do Miño y Campo Castelo, y extramuros los barrios de Recatelo (Casa Rivas ofrece el menú del día también a la cena), inmediato a la muralla, A Milagrosa y, bastante más alejado, el universitario de Magoi.

En cuanto al pulpo, comerlo en San Froilán (principios de octubre) es una obligación, y el resto del año devoción en cualquiera de las pulpeiras de la ciudad, algunas con tanto carácter como Romeán (sólo a mediodía).

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Museo Interactivo de la Historia de Lugo
Museo Interactivo de la Historia de Lugo

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Paul Palacios
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Estupenda reseña. Ha enviado usted esta nota un mes después de haber salido de esas murallas, ¡así que no hay más remedio que volver!
Mauro Sala
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¡Antón Antón! ¡Con tus historias y relatos nos obligas a volver una vez más sobre nuestros pasos peregrinos demasiado precipitados y con muy poco tiempo! ¡Quién sabe, a lo mejor volvemos con más calma para ver todos! Muchas gracias .. Mauro Sala
Dreamer
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Muy buen artículo, Antón. Además, la sutileza de utilizar números romanos en cada apartado es todo un guiño al lector... no en vano, Lucus Augusta era la principal ciudad de la Gallaecia romana. Y como remate, la expresión latina "Quid aliud?"... Chapeau!