Material adicional y botiquín

Una pequeña linterna frontal para movernos de noche en el albergue, una funda de cojín por cuestiones higiénicas, detergente para lavar la ropa, pinzas para tenderla e imperdibles para colgarla de la mochila si al día siguiente todavía no está seca. También una cantimplora, pañuelos de papel, papel higiénico, un reloj con función de despertador, tapones para las orejas para quien lo crea conveniente, y dinero y tarjeta de crédito.

El botiquín

Debemos tener presente que en los albergues hay un completo botiquín a disposición de los caminantes y, además, encontraremos muchas farmacias a lo largo del Camino. Por lo tanto, será suficiente con llevar: aspirinas, agujas hipodérmicas, desinfectante, tijeras, gasas, pinzas y esparadrapo (de tela y ancho).

Toallas ligeras

En los últimos años las toallas de microfibras (fibras sintéticas) se han puesto de moda entre los deportistas. Sus ventajas son claras: bajo peso, poco volumen, gran absorción y secado rápido. Perfecto para los que vayan al Camino de Santiago… excepto en invierno. Estas toallas, al contrario que las de algodón, suelen dejar una ligerísima humedad en la piel, que no supone ningún problema (todo lo contrario) si la temperatura ambiente es normal; sin embargo, en invierno, y a no ser que el albergue tenga una buena calefacción (cosa poco frecuente) y esté en marcha (cosa aún menos frecuente), uno puede quedarse medio helado después de la ducha. En todo caso es un producto excelente, que nos permite algo tan esencial como bajar el peso de la mochila y el volumen necesario.

Baterías externas para móviles

Son baterías de emergencia que permiten alargar en unas pocas horas más el funcionamiento del móvil, la tableta o el portátil. Hoy en día existen baterías económicas y de bajo peso. Recordar que, de todas formas, en todos los albergues se permite la carga del móvil (aunque suelen haber muchos menos enchufes que plazas), y en la gran mayoría de bares y restaurantes del Camino también lo permiten. Pesentamos las baterías más ligeras de cada marca, especialmente indicadas para el Camino de Santiago por su pequeño volumen y bajo peso. Recuerda: El peso de la mochila no debería superar el 10% del peso corporal, con un máximo de 8 kilos.

Navajas suizas

Inventadas a finales del siglo XIX para equipar al ejército suizo, la Navaja Suiza se ha convertido en una popular herramienta en todo el mundo, vinculada a las actividades de acampada y excursionismo. Las dos marcas abanderadas son Victorinox y Wenger. En el Camino de Santiago no es una herramienta imprescindible para los que siempre opten por los bares y restaurantes; los demás peregrinos la usarán a menudo. Presentamos a continuación los modelos que recomendamos para el Camino de Santiago, por sus funcionalidades, características y peso. Todos los modelos que presentamos tienen, como mínimo, las siguientes funcionalidades básicas: Hoja de navaja, abrelatas, destapador, sacacorchos y pinzas.

Otros accesorios

Una pequeña linterna frontal para movernos de noche en el albergue.

Una funda de almohada por cuestiones higiénicas si vamos a dormir en albergues.

Detergente para lavar la ropa, pinzas para tenderla e imperdibles para colgarla de la mochila si al día siguiente todavía no está seca.

Una cantimplora o en su defecto una botella de plástico rígido de un litro al menos (según en qué caminos y etapas deberemos llevar más de un litro)

Pañuelos de papel, papel higiénico, un reloj con función de despertador.

Tapones para los oídos, que pueden ayudar a dormir en los albergues.

Bolsas de plástico. Para proteger de la lluvia y separar los objetos dentro de la mochila. Importantísimo: que no hagan ruido al coger.