Características del Camino de Santiago en Portugal
Por supuesto, nuestra primera recomendación a todos los peregrinos que quieran hacer el Camino Portugués sería animarles a recorrer como mínimo un tramo por Portugal, pues es un país acogedor y muy interesante en todos los aspectos: cultura, lengua, arte, naturaleza, gastronomía…
Al entrar en Portugal hay que retrasar una hora respecto al horario de España, pues se halla dentro del mismo huso horario que el Reino Unido y las islas Canarias, o sea una hora menos que en la España peninsular. La moneda es el euro. Como en toda la UE el número de teléfono para emergencias es el 112 (emergencias sanitarias, de extinción de incendios y salvamento, o de seguridad ciudadana).
La principal división administrativa de Portugal son los distritos: hay 18 distritos peninsulares y dos regiones autónomas (Azores y Madeira). Dichos distritos, en conjunto, se dividen en poco más de 300 concelhos (el equivalente a los municipios, aunque los concelhos suelen ser más extensos), y cada uno de éstos se subdivide en varias freguesias (el equivalente a las parroquias gallegas). Además cada freguesia suele estar compuesta de lugares o aldeas, así como por urbanizaciones diseminadas.
A excepción de las zonas turísticas, los precios en los bares y restaurantes de los pueblos resultan sorprendentemente bajos: menú completo y de buena calidad a 6-8 euros, el botellín o quinto de cerveza (llamada "mini") a 50-70 céntimos de euro, al igual que un café, etc. En cuanto a los alojamientos, no hay apenas diferencia de precio respecto a España.
No olvidemos que los horarios de las comidas en Portugal siguen la pauta "europea": así la comida ("almoço" en portugués) se sirve entre las 12h y las 14h, y la cena ("jantar") entre las 19h y las 21h. El menú del día (“diária”) presenta generalmente una sopa como entrante y un plato principal; en los bares dicho plato suele ser único, diferente cada día de la semana, pero en los restaurantes más formales a menudo se puede escoger entre tres o cuatro platos principales; los menús suelen incluir la bebida, el postre (“sobremesa” en portugués) y el café.
La mayoría de tiendas de los pueblos cierran hacia las 19h, mientras que los centros comerciales están abiertos hasta las 21h o 22h. Los bancos cierran a las 15h, si bien sólo encontraremos oficinas en las localidades grandes. Los comercios y restaurantes suelen aceptar el uso de tarjetas de crédito, pero siempre es conveniente llevar alguna cantidad en efectivo para bares y pequeñas compras.
Tanto en Lisboa como en Porto, aquellos tramposillos que les fastidie caminar por las calles de las respectivas zonas metropolitanas pueden saltarse unos kilómetros tomando transportes públicos -tren o metro- hasta las afueras. Además, en el caso de Lisboa, una línea de tren de cercanías sigue el trazado de nuestro camino durante las primeras tres jornadas, lo que permitiría a quien lo desee pernoctar en la capital e ir y volver cada día al punto donde dejamos la ruta. Os explicaremos dichas posibilidades con más detalle en el apartado Recorrido de cada etapa de esta guía.
Tanto en Lisboa como en Porto deberemos utilizar tarjetas multiviaje recargables para nuestros desplazamientos en metro, autobús, tranvía o tren de cercanías, que también sirven para algunos transbordadores y elevadores urbanos. Se pueden comprar al llegar, en los respectivos aeropuertos o en las estaciones, y se recargan en las máquinas expendedoras o en algunos comercios. A menudo encontraremos estaciones sin tornos, donde hay que validar la tarjeta acercando su chip a un lector. Viajar en trasporte público sin pagar, además de estar muy mal visto, puede conllevar una buena multa.