Camino de Santiago: Se va la vieja guardia

Se nos van los buenos, los generosos, los que han trabajado en y para el Camino casi siempre desde el anonimato, una generación movida por el ideal sembrado por Valiña. Este segundo año santo de la década ha sido nefasto para los queridos «personajes» de la ruta. Aún hace poco despedíamos a José Luis Gayoso, de la compostelana Casa Manolo, y poco después a Mincho Fuertes, del Albergue Verde (Hospital de Órbigo). Y ahora hacemos lo propio con otros dos de los grandes: Pablito el de Ázqueta y Elixio Rivas.

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Pablito, en 1985, hablando con dos peregrinas danesas / D. Elixio Rivas en 2017 (fuente: La Región).
Pablito, en 1985, hablando con dos peregrinas danesas / D. Elixio Rivas en 2017 (fuente: La Región).

A Pablito, apodado «el de las varas», lo hemos conocido muchos peregrinos de los años 80, 90 y la primera década del siglo actual. Hombre campechano, de pueblo, amante de su huerto que cuidaba a diario, al ver lo mal provistos que iban los peregrinos, sin el apoyo imprescindible y tradicional para hacer la ruta como Dios manda, se le ocurrió echar una mano a los que pasaban ante la puerta de su casa. Para ello, cada año se iba al monte para cortar cientos de varas de avellano, bien derechas, flexibles, resistentes, y con ellas hacer bordones, miles a lo largo de los años.

Al transitar los peregrinos por Ázqueta, con o sin bastones, Pablito nos ofrecía uno, en ocasiones con gran trabajo para convencernos de que el clásico bordón era el mejor sistema de apoyo, frente a los modernos bastones cortos o telescópicos, para bascular el cuerpo al caminar y evitar lesiones. ¡Y lo conseguía, ya que como prueba muchos dejaban sus viejos bastones en su almacén!

Para completar la indumentaria tradicional del peregrino, también nos obsequiaba con una pequeña calabaza, cultivada en su huerto y secada. Un vaso de agua o de vino, y el sello en la credencial, servían de colofón a este breve encuentro que todos agradecíamos, pasando a convertirse en una experiencia imborrable de la ruta. Personalmente conservo el bordón y la calabaza de Pablito como dos reliquias.

Al igual que Felisa y María en la bajada a Logroño, Pablito merecería la perpetuación de su memoria a pie de Camino de algún modo, una placa, una escultura…, porque ellos son quienes han hecho grande este itinerario en el imaginario emocional.

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Elixio Rivas, para quienes tuvimos la fortuna de tratarlo siempre «Don Elixio», era un hombre de otro tipo, pero igualmente volcado con el Camino. Gran sabio, y humilde como los de su condición otrora, pues la humildad y la austeridad son las virtudes de quienes han alcanzado la verdadera sabiduría, el hermano paúl, nacido en Xunqueira de Ambía (Ourense), ha destacado por su vasta producción científica, que como buen humanista extendió por diversos campos del saber, aunque sus grandes pasiones eran la etnografía, la antropología y la lingüística, y como tal un experto en toponimia y miembro de la Comisión Galega de Toponimia.

Gran pateador y conocedor de la provincia de Ourense, cuando se fueron recuperando los itinerarios jacobeos de Galicia abanderó el estudio y la puesta en valor del Camino Sanabrés, que él siempre prefirió denominar Camino Meridional o Mozárabe (nunca Vía de la Plata, desde luego, un historiador jamás podría admitir ese dislate). De esta ruta de segadores, arrieros y peregrinos, publicó dos libros justificando su historicidad y los itinerarios en su día elegidos, que fueron señalizados por los amigos del Camino y ratificados en gran parte por la Xunta de Galicia.

Don Elixio fue el primer presidente de la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago, y durante muchos años residió en el Santuario dos Milagres del Monte Medo, donde era sabido que la luz de su celda, abstraído en el estudio y la escritura, siempre era la última en apagarse cada noche en la comarca. En reconocimiento a su labor, el albergue de peregrinos de Ourense lleva su nombre.

Descansen en paz los buenos y generosos, a quienes tanto debemos los peregrinos.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador