La Asociación Veciñal A Xuntanza, de Santiago de Compostela, divulga un decálogo de buenas prácticas peregrinas

Por segundo año consecutivo, en el anterior a raíz de los desmanes provocados por la Peregrinación Europea de Jóvenes Cristianos, la Asociación Veciñal A Xuntanza, del compostelano barrio de San Pedro por cuya rúa central acceden al casco antiguo los peregrinos que hacen los caminos Francés, Norte y Primitivo, está divulgando su decálogo de buenas prácticas peregrinas. Lo plantean por las buenas, antes de que la peregrinofobia creciente los impulse a tirar calderos de agua desde las ventanas, como hacíamos los estudiantes compostelanos de la saga troyana (en alusión a la Casa de la Troya, nada que ver con la antigua Grecia), y en aras de una buena convivencia entre los pacientes receptores y los entusiastas peregrinos que andan a lo suyo y tienen licencia para matar (entiéndase la metáfora del 007).

La mayoría de las peticiones son de sentido común, y se quedan muy lejos de ciertas medidas radicales que han puesto en marcha otros destinos del turismo cultural masificados, por ejemplo Firenze o Venezia.

Los tres ámbitos de sus ruegos son los de la convivencia, el debido respeto al patrimonio y, por obvio que pueda resultar, también al de las señales de tráfico y el sentido de la circulación (esto, para los bicigrinos).

Aquí van los puntos del decálogo jocosamente retocados y glosados por nosotros:

1. Se pide al peregrino que se ponga en el lugar de quienes viven en los lugares de paso, donde se sobreentiende que tienen que descansar y dormir como todo hijo de vecino.

2. La alegría, e incluso la euforia, tienen que tener un límite que se podría medir, creemos nosotros, en decibelios, algo así como ocurre en los barrios donde concurren las zonas de marcha (cada vez menos, la sociedad se está apalancando).

3. Redundando en lo anterior, sobre gritos y cánticos, «aunque sean religiosos», guárdaoslos para vuestro colegio, parroquia o convento, o para la catedral, que la calle no es un rockódromo.

4. Los bastoncitos telescópicos, amigos, dañan la piedra del pavimento del casco histórico, y el repiqueteo continuo molesta a quienes aún duermen, están intentando concentrarse en otra cosa (cada uno que piense lo que quiera; por ejemplo, preparar oposiciones). Hay unas gomitas para usarlos en las ciudades a hora temprana, aunque directamente se pueden plegar al llegar a ellas.

5. Las bicicletas, ya es un clásico que vayan en dirección prohibida por la Rúa de San Pedro, además descendente. Si no queréis apartaros un milímetro del Camino la solución es bien fácil: despegaos del sillín y realizad el último tramo a pie, que la competición ya se acabó (lo mismo practicaban en el pasado los caballeros con sus cabalgaduras).

6. Quienes traen a grupos numerosos, como los pastores y mastines con sus ovejas, que mantengan el control del rebaño por si llega el lobo.

7. Y atención a este aviso: ¡los semáforos también rigen para los peregrinos: rojo, no se puede pasar; verde, sí! Aquí no hay bula que valga.

8. Quien venga con niños que los cuide, porque pedir que los haya educado a tiempo ya no tiene mucho remedio.

9. Cuida el Camino y Compostela como si fuesen tu casa, este parece el del amor al prójimo de los cristianos, y por lo tanto no pintes con tiza o espray las vetustas piedras graníticas, no plantes tiendas ni hagas merendolas en el Obradoiro, y a poder ser deposita la basura en papeleras y contenedores.

10. ¿Qué es eso, la irritación ya es incontenible, de amontonar piedras en los parques, dejar los bastones por ahí en plan performance post-selfie, colgar las botas viejas en tendidos o árboles o poner candaditos de amor eterno en las barandas? ¡Pero tú qué te has creído, peregrino, que eres la Visa Gold Madonna para hacer lo que te pete!

En fin, haya paz, y que los descerebrados que todavía no se enteran, o aquellos que van en su burbuja y se consideran los príncipes de la Zamunda jacobea, se vayan poniendo las pilas antes de que los calderos de agua…, no quiero ni pensarlo, actúen. Y que conste que no queremos dar ideas.

El decálogo de verdad, sin interferencias, en: http://www.axuntanza.org/?p=1704

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
buenomontoro
Imagen de buenomontoro
Espero que el sentido común se imponga (iluso que es uno)y esos comportamientos molestos cesen,(también buenista,que le vamos hacer) de lo contrario el recetario(lease multas) hará aparición y algun justo pagará y los pecadores se harán los ofendidos, alegando que se coarta su libertad y que no es para tanto,que la ciudad ya se beneficia bastante con los peregrinos y haber si vamos a volver a los tiempos del zurrón,bordon y esclavina ,en fin lo dicho ,sentido comun a la hora de llegar a Santiago y no le hagamos al vecino lo que no nos gustaría nos hiciesen.Un saludo desde el sur y gracias por el artículo y su tono.
David Rod
Imagen de David Rod
En fechas veraniegas o vacacionales mejor no aparecer por Santiago, el año es muy amplio, mejor irtemporada media-baja y evitar estas incomodidades.
José Antonio Or...
Imagen de José Antonio Ortega Ruiz
El camino tiene su final en Santiago de Compostela y es ahí donde el peregrino tras largos caminos de compromiso y esfuerzo tiene la euforia que se merece. Tengan en cuenta los habitantes de Compostela esta situación puesto que también generan muchos ingresos Lis peregrinos. Cada uno es responsable con educación y respeto a esta situación, pero que comprendan entiendan estas situaciones y no traten de imponer normas al respecto. Si no fuese por los peregrinos, turigrinos y turistas que se acumulan en Compostela, sin duda la ciudad no alcanzaría este esplendor.