De Saint Jean Pied de Port a Roncesvalles, la etapa más bonita pero también la más peligrosa

collado bentartea

El viernes 15 de mayo, los gobiernos de Navarra y del departamento francés de los Pirineos Atlánticos firmaron en Roncesvalles un acuerdo de colaboración para coordinar las intervenciones de rescate de peregrinos que realizan la etapa de Saint Jean Pied de Port a Roncesvalles. Este acuerdo permitirá, por ejemplo, que los equipos de rescate navarros puedan actuar en territorio francés y al revés. También se unificarán los sistemas de comunicación para aumentar la rapidez de las intervenciones y evitar duplicidades.

Cuatro muertes en los últimos cinco años, y más de cincuenta intervenciones anuales. Así de duros y crudos son los datos que ofrecen dichos equipos de emergencia, referidos exclusivamente a los peregrinos que realizan esta etapa. Sin ninguna duda, y con una enorme diferencia, es la etapa más peligrosa del Camino Francés a Santiago.

Los tipos de incidentes más graves son: la hipotermia por un equipamiento inadecuado, los traumatismos por caída, el infarto u otras indisposiciones graves, el agotamiento y el extravío por desorientación.

Las causas que provocan estos incidentes hay que buscarlas básicamente en una mala preparación física, poca o nula experiencia en recorridos de montaña, y, no hay que olvidarlo, en que para la mayoría de los peregrinos ésta la primera etapa. Esto último hace, por ejemplo, que en muchos casos el peso de la mochila sea excesivo (algunos cargan con más de 20 kg.), lo que unido a una mala condición física y a la dureza de la etapa (el desnivel es superior a los 1.200 metros) formen la combinación perfecta para que la situación pueda acabar mal.

En el Pirineo, además, hay que añadir el sumamente importante factor meteorológico. Por la altitud (la etapa tiene un máximo en los 1.430 metros) no podemos hablar de alta montaña, aun así en esta parte del Pirineo la nieve y el hielo se mantienen buena parte del año, con los inconvenientes que ello pueda acarrear a aquellos que lo ignoren. También la niebla, si es muy espesa, puede desorientar a los peregrinos y hacer que la noche les sorprenda en zonas altas, dónde, en pleno verano, el termómetro baja fácilmente de los cero grados, y, en invierno, de los veinte bajo cero. Es obvio que los peregrinos no llevamos un equipamiento adecuado para soportar estas temperaturas, así que sólo hay una solución de emergencia en caso de apuro: bajar, si es posible por alguna pista y sino por algún camino, a cualquier zona habitada, y no olvidar avisar a aquéllos que nos esperan en Roncesvalles.

La etapa tiene una alternativa por Valcarlos, que avanza siempre por caminos próximos a la nacional, o bien por la propia nacional, y a una cota inferior respecto al camino principal. Esta alternativa es la más apropiada si las condiciones meteorológicas con adversas.

Por último recordar, pues nunca está de más, que el número de teléfono de emergencias (de salvamento, de salud, de incendios, de seguridad...) unificado en toda Europa es el 112.