Etapa 1A: Coimbra - Penacova (por Lorvão) | Recorrido

0,0

2,8 km

Partimos por la rectilínea y peatonal Visconde da Luz, por detrás de la iglesia de Santiago, hasta la Praça 8 de Maio. Aquí giramos a la derecha para subir por la Rúa Olímpio Nicolau Rui Fernandes (mercado municipal), que se prolonga en la Av. Sá da Bandeira, bonito bulevar, hasta la Praça da República.

Bordeamos el parque de Santa Cruz por la Rúa Lourenço de Almeida Azevedo, entrando por la Rúa Dr. Augusto Rocha en una zona de villas, entre ellas la que ocupa el Hotel Alentejana.

Desde el Largo da Cruz de Celas, con acceso al vecino monasterio medieval, prosigue la subida por la Rúa Bernardo Albuquerque, que se introduce en el barrio de Olivais, en el que abundan cafés, pastelerías y tiendas de alimentación. La Rúa Capitão Luís Gonzaga ya nos deja ante la iglesia de Santo António.

2,8

1,4 km

Después de visitar el bonito templo barroco, seguimos la Rúa Brigadeiro Correia Cardoso y concluimos la subida por el barrio de São Sebastião, dejando a la derecha su capilla, para bajar ahora por la Antiga Estrada do Tovim, tipo calzada, con la vista puesta en los montes que nos esperan.

Llegados a una rotonda sobre la ronda circular externa, entramos en Tovim a la izquierda de la farmacia, en fuerte cuesta arriba por la Rúa Dr. Joaquim de Moura Relvas hasta la iglesia y un café.

4,2

2,7 km

Desembocamos en una carretera, pero a los 100 m la dejamos para seguir un camino de tierra paralelo que ataja, tras las casas, con vistas sobre Santo António dos Olivais.

400 m después regresamos a la carretera, que carece de arcén, y continuamos por ella a la izquierda ante el portón de la Quinta da Bela Vista y hacia un depósito de aguas. En lo alto se encuentran la ermita-oratorio de Santo António (estatua) y el acceso a la Mata Nacional de Vale de Canas, con parque de meriendas.

Podemos seguir unos minutos por los caminos de tierra que atraviesan este delicioso bosque, pero siempre atentos a regresar a la carretera M536, que circula a su izquierda. Por ella, entre viviendas dispersas, continuamos sin pérdida hasta Casal do Lobo (restaurante-pizzería).

6,9

1,5 km

Entre casas grandes de nueva edificación con sus jardines, avanzamos a Cova de Ouro, que posee una gran residencia de ancianos. En el café Restauro venden pan.

8,4

1,3 km

Una suave bajada nos deja en el vecino núcleo de Dianteiro, con pequeña área de descanso ante el cementerio, la iglesia a la derecha, un par de tiendas y un café.

9,7

4,6 km

A un paso queda Carapinheira, donde los muros están cerrados con postes rematados en figuras de leones en aglomerado. Hay un bar al inicio y otro al final del pueblo.

Ya en el municipio de Penacova, ante el Madeira’s Bar es preciso seguir en el sentido de Aveleira y Lorvão, divisando por última vez, a nuestras espaldas, la ciudad de Coimbra.

Ya en medio del monte, al llegar a una recta nos desviamos, atención, a la derecha por una pista forestal de tierra que recorre un eucaliptal. Hemos de ascender con fuerza 1 km hasta alcanzar la agrupación de molinos de viento de Aveleira, compuesta por cinco. Junto al moinho do Ligeiro hay bancos y mesas para comer.

14,3

2,1 km

Al lado de tres cruces de madera atravesamos una carretera y seguimos de frente sobre una pista de tierra, junto a otro molino, hasta retomar la M536 (hay un café 150 m a la derecha). Por ella rodeamos la extensa y dispersa localidad, bajando rápidamente hasta Paradela. En ella alcanzamos el cruce a Lorvão, desde el que dista 50 m el café y mini-tienda A Mó, con buena terraza.

16,4

2,3 km

En el cruce un indicador marca 2,5 km a Lorvão por carretera, pero existe un atractivo atajo, entre la anterior y el bar, más corto, bonito y tranquilo. Desciende por la Travessa y Rúa do Barroco, junto a una capilla y fuente de 1931, y luego prosigue entre casas con huertas por la Rúa do Lameiro.

Tan plácido paseo se prolonga entre viñas y olivos 1 km, y a la altura de unas alminhas muere en una carreterilla que sigue bajando por un eucaliptal hasta Lorvão. La Rúa da Levada llega al centro frente a una capilla, y luego pasamos ante el café Rainha Santa y alcanzamos el atrio del monumental monasterio (fuente). Aquí se sitúa la recomendable Pastelaria do Mosteiro.

18,7

2,8 km

Bordeando la fábrica de la abadía, ante el café Gaudencio y la iglesia matriz (parque), por el arrabal de Lavatodos tomamos la tranquila carretera que por un encajado valle, repleto de huertas, se dirige hacia la N110 a la sombra de acacias y eucaliptos. Al llegar a Chelo atajamos dos veces a mano derecha: primero a través de la Rúa do Canto de Vale de Ovelhas, luego por la Rúa da Fonte Rica ante una capilla.

21,5

1,8 km

Por las rúas del núcleo avanzamos hasta un taller de automóviles, en el vecino de Chelinho. Disfrutando de las vistas que se abren sobre el valle del Mondego, sin más posibles atajos para alcanzar la nacional, damos un buen rodeo por Rebordosa hasta converger con ella.

23,3

2,9 km

Ahora es necesario estar atentos, pues por fortuna solo tenemos que pisar 100 m la N110 (a mano izquierda). En efecto, tomaremos a la derecha la Rúa dos Trindades hasta una casa rústica con piedras sin labrar enmarcando puertas y ventanas. Aquí se cruza un instante una viña para descender en zigzag por una senda entre arbolado hasta un camino que avanza a la izquierda por la llanura de aluvión. Tras 400 m entre cultivos llegamos por fin a la senda fluvial del Mondego, pista de tierra y grava en la que confluimos con el GR-48.

0,7 Enlace con el GR-48. ¡Ya con señales jacobeas!, por este ancho camino de zahorra arbolado nos aproximamos a Penacova, visible en lo alto, contemplando en la orilla opuesta el camping y la estupenda playa fluvial do Reconquinho. Tan delicioso recorrido concluye al subir por una vía adoquinada que nos lleva a cruzar la N110, con fuerte ascenso en zigzag, junto a una fuente con cabeza de cerdo, hasta el acceso a Penacova. Si no deseamos visitar o pernoctar en el pueblo es posible continuar.

2,2 Penacova.

26,2