Etapa 4: Cercedilla - Segovia | Al Loro

Distancia: 
30,2 km
Duración: 
8 h
Dificultad: 
4
Paisaje: 
4

Hoy debemos superar un desnivel positivo de 610 metros para acto seguido descender 800 metros hasta la ciudad de Segovia. La subida al puerto de la Fuenfría es progresiva y bastante llevadera, salvo algún tramo pedregoso de la calzada romana. Pero los 22 km de bajada se eternizan, especialmente porque casi siempre tendremos Segovia a la vista: parece que está muy cerca, si bien todavía nos quedan varias horas de camino.

Estamos ante la etapa reina de este Camino de Madrid. Dicha calificación se debe en parte al desnivel del trazado, pero también porque será la jornada en que atravesaremos sus paisajes más bellos.

Nuestro consejo es salir bien temprano y tomarse la etapa con calma, dosificando las fuerzas tanto durante la subida como en la bajada. Nuestras rodillas lo agradecerán. Hoy toca caminar disfrutando del frescor de los bosques y de los paisajes de montaña, que añoraremos en las siguientes jornadas.

El albergue municipal de peregrinos de Segovia se encuentra en la pedanía de Zamarramala, a la salida de casco urbano (ver etapa siguiente).

Como en toda etapa de montaña, hay que prever llevar agua suficiente y algo de comida, pues caminaremos unos 30 km sin pasar por ninguna población intermedia.

En pleno invierno es habitual encontrar nieve en la ascensión al puerto de la Fuenfría (recordemos que se halla a casi 1.800 metros de altura). La nieve puede acumularse y estar helada en las zonas umbrías, especialmente en algunos tramos de la pista que desciende por la cara norte de la sierra, ya en la vertiente segoviana. Pero si el día acompaña disfrutaremos de la inigualable belleza de los paisajes nevados.

En caso de previsión de frío intenso o nevadas deberemos informarnos bien, ir adecuadamente equipados y, si es posible, evitar realizar la etapa en solitario. En caso que el camino estuviese del todo impracticable siempre tenemos la opción de utilizar el tren, que desde Cercedilla nos llevaría en una hora hasta la ciudad de Segovia, y dejar esta etapa de montaña para mejor ocasión.

Algunas guías indican la posibilidad, en caso de nevadas, de cruzar la sierra tomando la carretera M-601, hacia el puerto de Navacerrada de 1.860 metros de altura, pues por ésta suelen pasar máquinas quitanieves. En nuestra opinión es un trazado totalmente desaconsejable, y tampoco nos parece una opción adecuada para ciclistas, ya sea con buen o mal tiempo. Las carreteras con elevado tráfico son muy peligrosas tanto para peregrinos como para bicigrinos. Siempre será mejor esperar a la mejora del tiempo, o buscar un transporte alternativo para llegar a Segovia.

Durante muchos kilómetros seguiremos el trazado de una calzada romana construida en la época del emperador Vespasiano (años 69-79 dC.). Era la Vía XXIV del Itinerario Antonino, y comunicaba Septimanca (Simancas), Cauca (Coca), Segovia y Titulcia (cerca de Toledo). Sobre dicha calzada se superponen otros trazados de caminos carreteros realizados entre los siglos XVI y XVIII.

En lugar de subir por la calzada romana, impracticable para bicicletas, los ciclistas deberán seguir la variante que va por la carretera de la República (o Senda de los Poetas). Es una agradable pista con firme de tierra que, a cambio de pendientes moderadas, alarga el trayecto en unos 6 km hasta coronar el puerto, tras lo cual la bajada es fácil y rapidísima… para ellos.

Existe la posibilidad, hacia la mitad de la bajada, de tomar un desvío (hay un panel informativo) que permite visitar Valsaín y La Granja de San Ildefonso, pero ello alargaría en 6,4 kilómetros la etapa. Además, la mayor parte de dicha variante discurre en paralelo a carreteras y sin apenas flechas. En nuestra opinión sería una opción adecuada sólo para quien decida pernoctar en La Granja y desee visitar con calma sus jardines y palacios versallescos; para mañana quedaría una jornada bastante light hasta Segovia, dedicando el día a hacer turismo por la ciudad.

Estos montes y bosques de Valsaín y La Granja vivieron en mayo de 1937, durante la Guerra Civil, una importante ofensiva republicana en la que colaboró la Brigada Lincoln, y que Ernest Hemingway inmortalizó en su novela Por quién doblan las campanas (1940). Más tarde, en 1943, la novela daría lugar a una película protagonizada por Gary Cooper e Ingrid Bergman. Gracias a la censura franquista, el film no pudo estrenarse en las pantallas españolas hasta 1978, treinta y cinco años después.

El paso por el puerto de la Fuenfría fue utilizado durante siglos por legiones romanas, comerciantes, pastores conduciendo rebaños de ganado y, hasta hace apenas 50 o 60 años, por miles de jornaleros gallegos que acudían cada año a trabajar en la siega del trigo en Castilla la Nueva; de aquí provienen algunos topónimos como la Cruz de la Gallega, o la fuente de Matagallegos.

Segovia es una ciudad sorprendente y que atesora bellísimas muestras de su pasado romano, medieval y renacentista. Destacaremos el acueducto, que data de la época del emperador Augusto, sus 19 iglesias románicas, el Alcázar y la catedral, que se considera la última construida en estilo gótico en España. Más info: Segovia, el Acueducto, la Catedral y el Alcázar

La visita a la catedral cuesta 2,50 euros para peregrinos con credencial (descuento de 50 céntimos...), donde nos estamparán un bonito sello.

En estas tierras destacan los asados, como el famoso cochinillo segoviano al horno o el cordero lechal, pero también tenemos otras especialidades culinarias locales, como los judiones de La Granja o las truchas de Valsaín.