Etapa 3: Manzanares el Real - Cercedilla | Al Loro

Distancia: 
20,4 km
Duración: 
5 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

La jornada de hoy discurre siempre hacia el oeste, en paralelo a la sierra, por paisajes muy agradables de media montaña.

Durante muchos tramos desfilaremos ante la mirada sorprendida y ausente de las vacas paciendo en sus prados, a lado y lado del camino.

Nos espera un recorrido que va ascendiendo -de forma suave pero continuada- desde los 900 metros de altura de Manzanares hasta los 1.200 de Navacerrada y de Cercedilla.

Para acometer la dura etapa que nos espera mañana, con más de 30 km hasta Segovia, sin ninguna población intermedia y en la que ascenderemos al puerto de la Fuenfría, nuestro consejo es planear las etapas pernoctando siempre en Cercedilla y así poder comenzar a caminar mañana bien temprano.

El albergue municipal de peregrinos cerró en 2023.

Tanto Navacerrada como Cercedilla son localidades volcadas al turismo de montaña y especialmente al de esquí, por la cercanía a las pistas. Ambas cuentan con numerosos establecimientos hoteleros y de restauración.

La acogida de peregrinos en el Polideportivo solo es posible de lunes a viernes.

Algunos peregrinos deciden proseguir avanzando unos kilómetros de la dura etapa de mañana, pernoctando en alguno de los dos albergues juveniles que hay en la zona de las Dehesas, a pie de camino pero en las afueras de Cercedilla. Son dos albergues juveniles gestionados por la Comunidad de Madrid, que se hallan a 1,5 y 3,2 km respectivamente del centro de la localidad, y a una cota casi 100 metros más alta. Son establecimientos bastante utilizados por grupos y familias, por lo que será conveniente reservar plaza con antelación.

Tras abandonar Navacerrada el camino cruza la carretera hacia el puerto homónimo frente al restaurante La Fonda Real, antigua casa de postas donde en su día descansaron reyes, príncipes e infantes de España en su camino hacia La Granja.

En Cercedilla se respira ambiente de esquí en todos sus rincones: el interesante Museo del Esquí, de acceso gratuito, dedica una de sus tres plantas al hijo predilecto de la localidad, el esquiador Paquito Fernández Ochoa (1950-2006), quien consiguió en los Juegos Olímpicos de invierno de Sapporo-1972 la primera medalla de oro del esquí español.