TVE: Buen Camino, mala serie

Esperábamos con mucho interés el tan cacareado estreno, en TVE1 y con la colaboración de Labinia Audiovisual, de la serie Buen Camino, pero el parto de los montes ha sido un pobre ratoncillo que, en vez de aportar, puede incluso reforzar la idea de que la ruta jacobea no es otra cosa que un Parque Temático para alternativos. No todo es negativo, pero…, vayamos por partes.

En el lanzamiento se nos habla de un “docu-show”, presentado por Marta Márquez, en el que el protagonismo será de los peregrinos, pertenecientes a un variado espectro tipológico –hasta sesenta personajes-, y de sus historias, muchas de ellas “sorprendentes y emocionantes”, pero sobre todo “sinceras y auténticas”. Fluirán, por lo tanto, motivaciones, retos personales, anécdotas…, intentando profundizar en la idea del “viaje interior”.

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Imagen promocional de la serie Buen Camino, de TVE
Imagen promocional de la serie Buen Camino, de TVE

Asimismo, suponemos que para mostrar empatía y saber algo más de lo que se está cociendo, y aquí comienzan los problemas, la presentadora también se lanza al Camino, intercalando el relato de su experiencia entre Villafranca del Bierzo y Compostela, con la prolongación a Fisterra.

Como complemento o asesoramiento para futuros peregrinos, de vez en cuando se abre una guía práctica llena de “sabios consejos”.

En el plano visual, muchas concesiones a la modernidad y a la subcultura del selfie, con el recurso de videos tomados con móviles o go-pro (cámaras de acción deportiva) y, por supuesto, que no falten los drones.

Y como patrocinador comercial Correos, que hace unos años ha descubierto el gran filón del Camino para tapar sus agujeros contables transportando mochilas.

En un principio pinta todo bastante bien, parece realmente un plan correcto para un “Buen Camino”. Nos sentamos ante la pantalla y analizamos:

Y comenzamos con el título, desde luego manido, de “Buen Camino”, que si ya es el nombre de una editorial navarra, de una app, de sendos albergues en Palas de Rei y Fisterra o de una posada zamorana de la Vía de la Plata, también ha servido de gancho al oportunista coach Josepe García Miguel para vendernos su manual de autoayuda. Desde luego, podían haber sido más originales.

Procede también comentar el horario, lo cual ya es un indicativo sobre el respeto e interés que merece el Camino de Santiago a los directivos de Televisión Española. El primer programa dio comienzo a las 0,30 h, hasta la 1,30 de la madrugada de un viernes, y la audiencia media de TVE1 en esta franja, batida holgadamente por TV5 con sus “Supervivientes” –así va el país- y Antena 3, está en el 7%. Así pues, un programa para minorías, y gracias que no lo han metido en la 2.

Aunque se trata de ofrecer una visión global de la peregrinación a lo largo del Camino Francés, al menos desde el comienzo de sus ramales en España, con referencias a la existencia de otras vías, la presentadora y principal protagonista sólo hace el Camino entre Villafranca del Bierzo y Fisterra, reforzando así la idea imperante, que nada tiene que ver con la historia y la tradición internacional de la ruta, de una experiencia fugaz de corto recorrido, con el consabido premio de la Compostela. Ha habido otras series sobre el Camino, españolas y extranjeras, y nunca se había optado por un formato tan reducido, y no parece que se deba a problemas económicos de producción, sino a una concepción “ligera” de la postmodernidad, mediatizada por la promoción turística oficial y la paquetización de producto realizado por las agencias.

Marta Márquez es el prototipo de presentadora urbanita, segura de sí misma por principios –para el caso sin saberse a ciencia cierta por qué-, desenfadada y con un toque ingenuo más apropiado para una serie juvenil de Clan, que abre sus ojos asombrada, como la Virgen de O Cebreiro, cuando un peregrino alemán le dice que lleva andados 800 km desde Sevilla: ¡qué barbaridad!, ¿cómo puede ser posible que haya locos así sueltos por el mundo? Su atuendo y equipaje, con la mini mochila como mero pose escénico y el permanente recurso a la horterada del video selfie, amén de aparecer siempre maquillada e impecable, como James Bond tras una pelea con los malos, son la viva imagen del excursionista pijo de puente que, incluso, ¡se pierde en el Camino Francés! En todo momento su actuación resulta impostada, poco natural, nada que ver con la campechanía e implicación de un Labordeta, pongamos por caso, desde su España en la mochila.

En cuanto al formato de narrar la experiencia del Camino a base de historias particulares, nada nuevo bajo el sol, ha sido la fórmula del éxito de varios documentales internacionales, y entre ellos el más premiado Walking the Camino: Six ways to Santiago, una producción respetuosa con total conocimiento e implicación por parte de su directora, la estadounidense Lydia B. Smith, por supuesto peregrina. Pero en aquel caso había seis protagonistas, no 60, que respondían a arquetipos humanos y peregrinos, y sus historias eran tratadas en profundidad, de principio a fin, y no a “ojo de dron”.

Revisando la exigua ficha técnica, una cosa que nos sorprende es la ausencia de documentalistas o asesores, algo que se nota y mucho, sobre todo cuando interrumpen el relato para colocar una guía práctica en la que se han hecho o dicho cosas como obviar el Camino Inglés entre los que llegan a Santiago (llegaron a citar ¡60 Caminos!, deben de tener un pacto diabólico con este número), señalar que “todos” los albergues “están atendidos por voluntarios”, que el sonido de las gaitas anuncia la llegada a Compostela o que el Camino Francés es una línea recta de oriente a occidente.

Tampoco, aunque para esto ya estábamos preparados, se presentan análisis o críticas sobre la situación actual del Camino Francés, acaso porque se ha rodado fuera de la temporada alta. Es por ello que, entre tanta vivencia maravillosa y florida, por momentos tenemos la sensación de estar viendo un spot publicitario camuflado.

Lo mejor del primer capítulo, y a buen seguro será lo que salve la serie, son los peregrinos y sus reflexiones, sobre todo por parte de los que vienen de lejos o tienen experiencia de varias rutas. Los Juanes argentinos, parientes del Papa Francisco y ejemplo de emotividad desbordada, expresan que el Camino “los hace fuertes” y “solo se puede entender cuando lo vives desde dentro”. Una joven sevillana indica lo importante que resulta “aprender a estar sola” y “conocer a gente guay”, pero también que el Camino nos invita a “vivir la vida intensamente durante una semana”. Montse, reincidente de Algeciras, considera que el Camino es “como un parto”, se sufre por alcanzar el Obradoiro pero luego obtienes un gran premio y te olvidas de todo; su marido añade que “es un mundo aparte”, ideal para la “introspección”. La brasileira Eliza, adicta del coelhismo y feliz en la Casa de los Dioses mientras suena el sitar, reitera la metáfora del Camino y la vida, aunque aquí “todo es más intenso y profundo”, tanto que “un día en el Camino parecen 100”. Una mejicana creyente señala que siente a Dios consigo, pero también que realiza un “viaje mágico que te cambia”. En cuanto a nuestro amigo Manuel Rossi, peregrino impenitente y alma mater del Camino de Uclés, siento decirlo tan rotundamente, pero nos lo han transformado ya no en un “loco del Camino”, que lo es y a mucha honra, sino, con excesiva caricaturización, en un friki.

En el buen plato de la balanza hemos de comentar que, al menos, se han acordado de Elías Valiña y entrevistado a su sobrino y colaborador José Manuel, que sentencia: “Está viviendo mucha gente de esta historia gracias a él” (que no se olvide). También han logrado captar ciertos espacios de intensidad y felicidad para los peregrinos, tales las cenas comunitarias en los albergues o la emoción de la llegada, con los consabidos lloros y abrazos en el Obradoiro y el “¡ha sido increíble!” como expresión más repetida.

En suma, un documental poco trabajado, bastante superficial, pero que se salva gracias a los peregrinos. Continuamos a la espera.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Xixonés
Imagen de Xixonés
Bueno, pues aparte de palabras como coach (entrenador, acompañante, instructor) o spot (anuncio) ... ya sólo faltaría decir que Correos es el sponsor, en lugar de patrocinador. Y entiéndaseme que ésto es dicho sólamente a efectos de frenar la creciente y preocupante invasión del castellano por parte del inglés. Lo principal es que he leido con asentimiento este artículo de Antón (hubiese añadido, al hablar de la indumentaria de Marta Márquez, los ridículos pantaloncitos de turigrina), interesante y certero, como todos los anteriores.
Carlos da Barre...
Imagen de Carlos da Barreira asoc Codeseda Viva
Coincidimos en el análisis. El Camino de Santiago no es, ni debe ser, algo parecido a una larga ruta de senderismo. Sus siglos de historia lo hacen diferente y eso debe ser lo importante.
trabuquito
Imagen de trabuquito
De acuerdo con los comentarios anteriores. Defraudado con el primer episodio, los mismos tópicos de siempre, por cierto ¿Cuantos km habrá hecho la presentadora de la primera etapa para llegar con ese inmaculado aspecto después de la subida a O Cebreiro?.
Antón Pombo
Imagen de Antón Pombo
Amigo Xixonés, gracias ante todo por tu comentario. Estoy plenamente concienciado en la defensa de nuestro idioma, aunque ello no es óbice para que, de vez en cuando, utilice términos y expresiones en otras lenguas de la familia románica (portugués, gallego, italiano, francés), sobre todo cuando son difíciles de traducir en castellano o en el caso de que ya se haya consolidado su uso. Sin embargo, en el caso del inglés, suelo hacerlo a propósito y siempre en contextos de crítica, precisamente ante esa modernidad mal entendida por el uso abusivo de palabras en dicho idioma, que son avalancha en ámbitos como la economía o la informática, y en general entre las ciencias y la tecnología. Verás que en este y otros artículos aparecen términos ingleses, siempre en cursiva, cuando se habla de lo que se denosta, y con una cierta carga de ironía: el coach del libro es un señor que así se autodenomina, faltaría más; spot es otro anglicismo a evitar pero que en el contexto tiene una intención próxima a la burla, en el sentido de anuncio promocional corto y efectista; y en el caso del patrocinio de Correos, lamento no haber caído en la cuenta de que también podía haber largado un sponsor, que a buen seguro será el término que desde la empresa utilicen en sus campañas para realzar su aggiornamento, no podía ser de otro modo. Un saludo y ¡puxa el Camín!
ferjo
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Creo que este primer capítulo no ha aportado mucho, pienso que muchos de los que andamos por esta web, tenemos en nuestros pies muchos kilómetros de Camino y diferentes travesías de muchos días. NO me he sentido identificado, como peregrino, en ningún momento en ese primer capítulo, pienso que es un documental más, creo que las personas que han diseñado esta nueva/vieja serie documental no están asesorados por peregrinos experimentados y más bien parece un documental sobre senderismo de un día. Sobre Marta solo puedo decir que es una chica que me cae muy bien, su papel como colaboradora en "España Directo" o "Aquí la tierra" lo hace bastante bien, pero un documental seriado como es este de "Buen Camino" debe trabajarse algo más, veremos los siguientes capítulos y espero que vayan introduciendo algunos aspectos que haga a los espectadores sentir el Camino de una forma más creíble.
Alba M
Imagen de Alba M
Hola Antón, Acertada crítica. Bienvenida sea la vista de dron y todas las innovaciones posibles si el contenido es suficientemente fuerte y de calidad. El grafismo es un punto a favor del programa, pero sí que coincido contigo que le falta veracidad y detallismo en la información que se da a través de una televisión pública. Sin ánimo de corregirte, me gustaría puntualizar que Lavinia Audiovisual se escribe así, con V. Muchas gracias por todas tus aportaciones al Camino. :)
Xixonés
Imagen de Xixonés
Muchas gracias, Antón. No esperaba recibir una contestación personalizada, así que triplemente agradecido (por la atención, por la justificación de los términos usados ¡y pol puxa!). También me gustan las lenguas latinas, y especialmente las peninsulares. Al francés -muy querido desde mis tiempos de bachillerato- le he ido cogiendo algo de manía, sobre todo tras mi último Camino en que coincidí con franceses hostiles a utilizar términos en castellano. Si vienes por Xixón, no dejes de avisarme (para caminar y/o pa dá-i a la parpayuela). ¡Un abrazu!
Al berto
Imagen de Al berto
Es un programa de los de siempre,,niña mona que esta muy bien pero nada de particular,,si quieres saber lo que es el camino lo primero es llevar una mochila en condiciones como la llevamos todos,,lo segundo quedate en los albergues como todos,,lo tercero empieza el camino desde el principio ya sea roncesvalles sea irun sea somport etc...,,das una imagen de turigrina que no veas chata. A ver si somos un poquito serios que el camino no es una romeria.
Juan Antonio Ba...
Imagen de Juan Antonio Banderas Gonzalez
Pues si totalmente de acuerdo con todos ustedes lo primero creo el horario del programita y despues no tiene nada nada que ver con el camino y ademas lia los chivos con las cabras en fin nos distrajo un poco un saludo a todos los del grupo este tan maravilloso