¿Cuándo «abrirá» el Camino?

El pasado jueves 16 de abril se reunió de forma virtual la Mesa del Camino de Santiago

Entre las anécdotas jocosas del Camino, referidas en este caso al despiste monumental de algunos de los candidatos a peregrino, desde una oficina en la que atienden consultas sobre el tema nos comentaban, hace ya tiempo, que una persona había llamado para preguntarles «a qué hora abría el Camino».

En otro momento nos habría hecho reír, pero después de la reunión virtual de la Mesa del Camino de Santiago, que tuvo lugar el pasado jueves 16 de abril, la realidad, como siempre, puede acabar superando al, en este caso, esperpento.

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Catedral de Santiago de Compostela
Catedral de Santiago de Compostela

Dicha mesa, de cuya reunión, debates e ideas no ha trascendido gran cosa (no hubo comunicado o nota de prensa), a no ser el suelto que ha publicado la Federación Española de Asociaciones Jacobeas, a quien le agradecemos la voluntad de informar, y alguna noticia dispersa que ha llegado a través de diversos mentideros, fue un primer encuentro para intercambiar ideas sobre el futuro próximo del Camino de Santiago.

En el foro estaban presentes, según parece, los ministerios de Cultura y Deporte, Turismo y Hacienda (¿qué pintará este?), representantes de las CC.AA. de Galicia, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón, Asturias y el País Vasco (¿y Cantabria?), del Xacobeo, de la Asoc. de Municipios del Camino de Santiago (AMCS), que como se sabe agrupa a un centenar de municipios del Camino Francés, de la mentada Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, de la Agrupación de Asociaciones del Camino Norte y, allende los Pirineos, de la Association des Amis du Chemin de Saint-Jacques/Pyrénées-Atlantiques. Sorprende, y mucho, que no se haya contado con las asociaciones empresariales que representan al sector privado, que son los que van a pagar el pato.

Sobre lo que allí se trató, a través de diversas fuentes escritas y orales, nos llega la intención de trasladar a las asociaciones jacobeas del mundo, y a los futuros peregrinos, un mensaje unitario, algo tan difícil en los tiempos que corren. En cuanto a los plazos, que es la principal incógnita, para volver al Camino, la Federación se remite a las tan socorridas «autoridades sanitarias», de cuya existencia y capacidad de mando seguimos dudando, teniendo en cuenta que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial siguen plenamente operativos y con sus competencias constitucionales intactas pese a la malintencionada y malsana terminología belicista.

Resumiendo todo lo allí hablado con una palabra, esta sería: «Paciencia». Si mi abuela fuera la receptora de esta conseja, replicaría al instante con un refrán de la ría de Camariñas: «Paciencia tamén tivo Xan de Outeiro, e morreu solteiro». Lo que en román paladino quiere decir, paciencia sí, pero hasta un límite, no vaya a ser que la confundamos con la «Paz y Ciencia» de la legendaria y nunca impresa portada de La Codorniz.

Entre lo más chusco de la reunión se cuenta un memorando de la vetusta escuela chauvinista, cuando el representante galo, J.L. Aspirot, dijo algo así como que «España dispone de los bebederos, pero Francia la llave del grifo». Pues a no ser que alguien le haya entregado las llaves de los grifos de Sarria, Porto, Tui y Valença do Minho, Ferrol, León, Oviedo, O Cebreiro, Ponferrada, Irún, etc, por citar tan solo los principales puntos de partida de 2019, lo que sería un milagro que dejaría el calixtino de la toma de Coímbra en minucia, no sé de qué grifo estará hablando. Tal vez del 9,55% que mana desde Saint-Jean-Pied-de-Port, escaso caudal que puede ser trasvasado, como ya ocurría hasta el cambio de milenio, a Ibañeta o Roncesvalles. A estas alturas de la película, ¡cosas veredes!

Otra cuestión que nos ha hecho bastante gracia es el debate casi conceptual, propio de escolásticos más que de gestores de la cosa pública, sobre el cierre y la apertura del Camino, tan ingenuo como la pregunta de aquel candidato despistado a peregrino. ¿Acaso en el difuso inicio de los caminos, que son muchos y con múltiples partidas, existe algún arco detector de peregrinos?, ¿piensa tal vez el ejército disponer barreras en algunos puntos, establecer controles o incluso minar algún tramo para disuadir a los más ansiosos y recalcitrantes?, ¿qué es eso de abrir o cerrar el Camino?

Seamos serios, porque en cuanto finalice la restricción de la movilidad, y con todas las recomendaciones y precauciones que sean necesarias, el Camino estará expedito, y nadie podrá multar a nadie que transite por él, a no ser que se regule este particular modo de viajar de forma exhaustiva, circunstancia que no se nos antoja plausible.

Y si el Camino está «abierto», como por cierto lo ha estado siempre, porque podrá cerrarse la catedral de Santiago, pero no el Camino, entonces habrá ciudadanos libres que podrán elegir recorrerlo. Tal vez lo que prohíban, aunque también lo dudamos, es que opere algún tipo concreto de alojamiento. Pero el Camino se hacía en muchos casos, hasta los años 80, con tienda de campaña, y tal vez regresemos por una temporada a aquellos tiempos apostólicos que algunos evocan como tan dichosos. Otra forma de moverse será recurrir a apartamentos u hoteles, quién sabe, o a los albergues que buenamente vayan abriendo, que como ocurría en los albores de este renacimiento truncado, serán de nuevo los públicos y de la Iglesia, los de donativo y con hospitaleros, o cualquier pabellón polideportivo o local municipal adaptado ad hoc y no sometido a criterios de ocupación y rentabilidad.

Otros temas tratados fueron la más que probable autorregulación del propio Camino, la necesidad de cambiar la gestión de los albergues (asunto muy controvertido), las campañas publicitarias para la promoción de la ruta jacobea o una reflexión profunda sobre el espíritu de la peregrinación y su sostenibilidad.

Infinita paciencia, Dios nos la conserve, pero si se permite trabajar en otros campos del turismo, y mucho es lo que se está hablando del asunto en referencia a la temporada estival, el Camino no podrá quedar al margen. ¡O todos, o nadie!, dicen que gritaban los pasajeros del Titanic entre los cuales, por cierto, no estaba registrado ningún Xan de Outeiro.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Jaor
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Con este enemigo que nos ha invadido, invisible y maligno y que ha enturbiado también a los peregrinos y por ende a los caminos. Confío que cuando las autoridades sanitarias permitan deambular por los caminos, estos supongo, que no conseguirán estar tan bulliciosos, donde se aglutinen peregrinos, pseudoperegrinos, turigrinos y turistas. Estarán más limitados los caminos y sobre todo los lugares de alojamiento para evitar los contagios, hasta que no se consiga la vacuna o los retrovirales como antídoto para erradicar al virus. Quizás volvamos a antaño, a los caminos solitarios tratando de evitar la masificación, las prisas y la marabunta, en donde el peregrino a través de su soledad y silencio con su afán de superación, compromiso y esfuerzo será el auténtico protagonista de este evento, teniendo al camino de aliado, como la senda para llevar a cabo sus propósitos. Y para nuestro reposo, quizás con una tienda de campaña o incluso descansar bajo los soportales de una iglesia, cuando las condiciones climatológicas lo permitan podría ser lo adecuado, si los lugares de alojamiento ponen reparos, como ocurría en la antigüa usanza, plagada de modestia, sacrificio e incertidumbre. Una aventura por descubrir. El camino sigue ahí, cambian las circunstancias.
sanchobenidorm
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Por aquí, en cuanto podamos nos tiramos al monte. Está pendiente la peregrinación desde Benidorm a Santiago este año por el 20º Aniversario. En el Camino del Sureste/Levante predominan los lugares de acogida y albergues municipales así es que no tardaremos, saldremos en cuanto estén en condiciones los lugares donde dormir, para alimentarnos nos apañamos con los supermercados.