Etapa 25: Padrón - Santiago de Compostela | Al Loro

Distancia: 
24,4 km
Duración: 
6 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

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Etapa poco agradecida; transcurre en su mayor parte por asfalto y zonas urbanizadas. Seguimos el eje de la nacional N-550, carretera que cruzamos cuatro veces.

Los desniveles más relevantes los encontramos en la segunda mitad de la etapa; destaca el moderado pero progresivo ascenso al Agro dos Monteiros, en O Milladoiro.

A la salida de Padrón el camino cruza la N-550 para rodear por la parte trasera la colegiata de Iria Flavia y regresar a la nacional; sin embargo, nos parece más interesante recorrer este corto tramo por la misma nacional (después de cruzarla por el paso de peatones y con precaución), y así pasar por delante de la colegiata y de la Fundación Camilo José Cela.

Justo pasado el Ponte Vella sobre el río Sar se nos presentan dos opciones para entrar en Santiago: seguir de frente por camino asfaltado o tomar un camino de tierra a mano derecha. Esta última variante pasa por el monasterio de Santa María de Conxo (barroco del siglo XVII, con claustro románico), y es 1,4 km más larga.

Al avanzar siempre cerca de la nacional, encontramos servicios de restauración cada pocos kilómetros.

Podemos visitar la bellísima colegiata, que fue la primera catedral de Galicia; y, luego, pasear por el cementerio de Adina, donde reposa bajo un olivo el escritor Camilo José Cela, hijo de la parroquia e ilustre Premio Nobel de Literatura, y donde también estuvo enterrada Rosalía de Castro antes de su traslado a Santiago. Frente a la colegiata se encuentra la Fundación Camilo José Cela, un gran museo dedicado a su obra.

Encontramos el barroco Santuario da Escravitude y su Fuente Santa.

El albergue más antiguo y de mayor capacidad es el albergue del Seminario Menor, de gestión privada. Se encuentra a unos 15 minutos a pie de la catedral. En los últimos años, la oferta de albergues en la capital gallega ha crecido exponencialmente.

Todos los albergues admiten una estancia de más de una noche.

La Oficina de Acogida al Peregrino (Rúa Carretas, 33), situada cerca de la catedral, es el lugar donde se expide la Compostela, documento que certifica que hemos realizado —como mínimo— los cien últimos kilómetros a pie, o bien los últimos doscientos en bicicleta; para comprobarlo se sirven de los sellos que hemos ido estampando en nuestra credencial durante toda la ruta.

Una vez en Compostela, muchos peregrinos siguen su periplo hasta el océano como destino final de su ruta jacobea. En el camino hacia Fisterra y Muxía podemos seguir utilizando la misma credencial con la que llegamos a Santiago, si bien disponemos de una credencial específica y gratuita que entregan en la Oficina de Acogida al Peregrino. Debéis dirigiros al despacho situado entrando a la izquierda, sin necesidad de hacer cola.

El casco histórico de la ciudad es uno de los mejor conservados de Europa. La catedral, donde está el sepulcro del apóstol Santiago, es toda ella monumental; a su entrada desde la plaza del Obradoiro encontramos el Pórtico de la Gloria, esculpido a finales del siglo XII y obra maestra del románico.

En la catedral (no se puede entrar con mochila), podemos asistir a la Misa del Peregrino (7:30, 9:30, 12:00 y 19:30), abrazar la imagen del Apóstol en el Altar Mayor (de 11:00 a 19:00), y bajar a la cripta donde se halla el sepulcro del Apóstol (de 7:00 a 20:30).

Hay distintos tipos de visitas a la catedral, alguna gratuita. Podemos adquirir las entradas en la página de venta de entradas de la Catedral de Santiago.

El vuelo del Botafumeiro, un incensario de gran tamaño situado delante del altar mayor, forma parte de la liturgia y resulta un espectáculo digno de ver. Pesa 60 kilos y es mecido como un péndulo a gran velocidad gracias a la fuerza de ocho tiraboleiros, tirando de una cuerda mediante un mecanismo de poleas. No funciona siempre, sólo en misas solemnes, durante todo el Año Santo o cuando algún grupo o particular lo solicita (en general pagando, y no poco). Afortunadamente, casi cada día hay algún mecenas o grupo organizado que lo sufraga.

Quienes os quedéis en la ciudad uno o dos días, podéis seguir los consejos de los artículos de Antón Pombo: ¿Qué puede hacer un peregrino en Santiago? y Santiago, mucho más que la catedral.

No son pocos los peregrinos que celebran su llegada al Obradoiro con una mariscada. Alrededor de la catedral podremos encontrar muchos restaurantes especializados, aunque en éstos se suele pagar el precio de la cercanía al Apóstol. La calidad de los productos es sobresaliente en todas sus preparaciones: cocidos, en salpicón, a la plancha o rellenos, como las vieiras. Algunos de los restaurantes más cotizados son el Terra Nosa, el San Clemente y la Marisquería Fornos.

Aprovechad al mediodía o antes de cenar para ir a tomar algo, pues en Santiago aún es costumbre servir tapa gratuita en cada consumición. Alrededor de la plaza del Obradoiro, en las Rúas do Franco, da Raiña y do Vilar, se encuentran algunos de los establecimientos más conocidos.

El dulce más famoso del Camino es, sin duda, la Tarta de Santiago. Se elabora con huevos y harina de almendra y la sirven en todos los restaurantes como postre. Si queremos alguna tarta para llevar a casa, podemos comprarlas en obradores tradicionales como Casa Mora, Confitería las Colonias, o en Delicatessen as Monxas.

El segundo lugar más visitado de Santiago de Compostela, tras la catedral, es el mercado de Abastos, en el casco antiguo, con amplia oferta de productos frescos y artesanales.