Etapa 12: Murat-sur-Vèbre - La Salvetat-sur-Agout | Al Loro

Distancia: 
21,4 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
4

¡Otro día pelado! Nada que comprar, ni siquiera pan, en toda la jornada hasta La Salvetat. Cargar provisiones toca.

Por fin, tras varios días de abruptos e infranqueables caminos por el monte, nos encontramos con una etapa más apta para las bicicletas. Pero no totalmente, ya que para bordear el Lac du Laouzas, sobre todo en temporada de lluvia, conviene seguir la paralela y superior D162C hasta Villelongue. Y quien no quiera complicarse la vida en los restantes tramos por el bosque, podrá optar sucesivamente por las departamentales 162, 162C, 162A y 62, y desde Villelongue seguir ya el camino pedestre hasta La Moutouse y La Salvetat, un recorrido que sumará 19,8 km.

Justo después de Peyroux, cuando cruzamos la D162C, el Camino comienza un recorrido de 4 km al borde del embalse de Laouzas (Sentier du Lac). Con aguas altas la senda puede estar inundada en varios tramos, y entonces la Federación encargada de velar por el GR suele colocar un cartel de advertencia para que vayamos por la carretera hasta Villelongue. El único problema es que cuando desciende el nivel, a veces se olvidan de retirar el aviso a su debido tiempo: por lo tanto, cada uno decide si se arriesga o no; la buena noticia es que hay varios caminos que conectan con la D162C a lo largo de la travesía, por lo que no será preciso retroceder al cruce inicial.

Privilegiado belvedere sobre el embalse de Laouzas situado a mitad de camino, estimamos que es el mejor lugar para hacer un alto. Además, en su lavadero cuenta con una buena fuente de agua fresca y potable, y al lado de la iglesia hay una zona de descanso.

Su iglesia de Nôtre-Dame, construida en esquisto, data del s. XVIII a excepción de la esbelta torre, que aparece rematada por un puntiagudo chapitel y data de 1901.

Hay dos chambre d’hôtes muy recomendables, para quien se encuentre fatigado o prefiera los establecimientos rurales de carácter.

La senda, aunque solo de 100 m, por la que se desciende a La Salvetat, puede convertirse en un resbaladizo tobogán cuando está mojada.

Varias son las alternativas, además del albergue, para pernoctar en La Salvetat, incluso a la orilla del delicioso embalse de Raviège. No obstante es preciso recordar, para que luego no nos llamemos a engaño, que la mayoría de los alojamientos están alejados de la localidad y del Camino. ¡Ojo al reservar!

En la ciudadela medieval se localizan la mayor parte de los monumentos, entre ellos las puertas de la Portanelle y Vieux (salida del Camino) o la torre de Cazal, así como otros vestigios de la muralla del s. XII. Al siglo XIX pertenecen la historicista iglesia de Saint-Albin, que sustituyó a las anteriores, y en la plaza central des Archers el mercado, que reaprovechó una antigua guarnición del s. XII. Del castillo, a partir del s. XIV tranformado en residencia de los obispos de Saint-Pons, tan sólo perdura algún fragmento.

El Camino cruza el Agout por un puente que fue reconstruido en 1948, tras haber sido destruido en la Segunda Guerra Mundial. Presenta la particularidad de ser el último de Francia construido en piedra de talla irregular.

En las afueras, formando parte del cementerio y junto al río Vèbre, donde aún se mantiene en pie un puente románico de tres arcos, se encuentra la capilla de Saint-Étienne-de-Cavall (s. XII), que custodia la imagen románica de una Virgen negra.

Os llamarán poderosamente atención los panecillos fálicos que elaboran en la panadería Boucher, inmediata al albergue de peregrinos. Pero si le preguntáis a cualquier francés por La Salvetat, asociará automáticamente su nombre con el agua mineral ferruginosa del manantial de Rieumajou, desde el s. XIX recomendada para hacer una buena digestión y para todo tipo de problemas gástricos. Sigue embotellándose y puede ser consumida, con más conocimiento de causa, a lo largo del viaje.

Parque Natural Regional del Haut Languedoc. Hoy, que atravesamos el corazón de este extenso espacio protegido, es un buen momento para conocer algo sobre él. Creado en 1973, en el presente abarca 306.000 hectáreas, incluyendo 19 municipios. En su interior han quedado protegidas las sierras meridionales del Macizo Central, así los montes de Orb, l’Espinouse, Lacaune, Somail, Sidobre o la Montagne Noire, dando continuidad a los parques nacional des Cévennes y regional des Grands Causses. Como ya nos habremos dado cuenta, aunque para el peregrino todas las cuestas puedan ser magnificadas, hablamos de una zona de media montaña, entre los 400 y 800 m de altura, con su techo en el Montgrand de Lacaune (1.267 m), y para nosotros a 1.019 m en el Cap de Faulat.

Parque Natural Regional del Haut Languedoc. Conviven dos ámbitos climáticos y florísticos: al occidente el atlántico, con especies propias del área eurosiberiana (robles, castaños, hayas), y hacia el SE el mediterráneo, donde la garriga (romero, tomillo, lavanda, boj), los alcornoques, encinas y sabinas, amén de olivares y viñedos, han sido la tónica de las primeras jornadas por su territorio; la impronta del clima continental se incrementa hacia el norte. Los bosques, según hemos podido comprobar, ocupan el 70% del parque, pero en su mayoría son resultado de las repoblaciones realizadas desde el s. XIX, en las que se optó por especies resinosas como el pino laricio de Córcega, el pino Douglas, el pino negro o el abeto. En las zonas altas se mantienen praderías naturales y turberas, y los pastizales también están presentes en valles y colinas ganaderos. La densidad poblacional es baja, sobre todo en el sector del Hérault, y ligeramente superior en el Tarn. Más info: Parc naturel régional du Haut-Languedoc.