Etapa 11: Saint-Gervais-sur-Mare - Murat-sur-Vèbre | Al Loro

Distancia: 
22,5 km
Duración: 
6 h 15 min
Dificultad: 
4
Paisaje: 
4

Cruzando el puente que va a la iglesia de Saint-Gervais, vemos partir a Fontcaude el GR 787, también señalizado como “jacobeo”, pero que no debemos confundir con el nuestro.

En esta etapa la oferta de alojamiento se ha ido reduciendo con los años, y el albergue que existía en Castanet-le-Haut es solo recuerdo. La única opción intermedia, distante 2 km del Camino, se encuentra en Fagairolles, a 15 km de la partida.

Cabe calificar de impracticable para las dos ruedas el tramo entre St-Gervais y Andabre, pero con una cómoda alternativa a través de la D922, que sigue el valle del Mare. Lo mismo cabe decir de Andabre a Castanet-le-Haut, con la ribereña D22E12 como opción segura. A partir de aquí, la presencia de pistas forestales amplias ya no ofrece mayores obstáculos; a partir del Col de Ginestet, buena parte de las vías ya estarán asfaltadas.

En la plaza hay un par de bancos y mesas de madera con asientos al lado del río, un buen lugar para reponer fuerzas antes de emprender el ascenso largo a Ginestet.

El regato de Capials, que tributa en La Mare, es cruzado por varios puentes pequeños que unen ambas orillas, con la iglesia dominando el conjunto desde lo alto.

Al norte de Castanet-le-Haut se sitúan Les Falaises d’Orques, roquedal calizo de caprichosas formas en el que anidan algunas parejas de águilas. No será difícil verlas sobrevolar en el ascenso a Cap de Faulat.

Curiosamente, el Camino no pasa por Murat, sino que bordea la población al sur, por lo que dependiendo del alojamiento al que vayamos, podemos desviarnos de la ruta ya al principio, por la Av. du Languedoc, poco después por la Rue de Segous, o más adelante, tras pasar al lado del estadio de fútbol, al lado de la iglesia siguiendo los indicadores a Les Menhirs.

Existe un supermercado Vival que abre a las 9:00.

En comparación con los pueblos anteriores, aquí parece que hemos llegado al reino de la pizarra: las casas sobrias de montaña emplean sus losas tanto para la cubierta como para cubrir los muros, con grandes planchas, protegiéndolos así de la humedad en las fachadas expuestas a norte. En muchos casos van siendo sustituidas por uralita o chapa.

Ligeramente apartada del pueblo, al lado del cementerio, la iglesia de Saint-Étienne tiene un aire alpino o pirenaico, ya que está provista de alta torre rematada en chapitel y gran parte de sus muros aparecen revestidos de pizarra. El ábside semicircular es románico.

Un centro de interpretación del megalitismo y arqueología de los montes de Lacaune, situado en el mismo local de la oficina de turismo, nos aproxima al momento en que fueron levantadas las estatuas-menhir localizadas en el municipio, con exposición de una docena de ellas.

En la localidad también funciona una asociación de amigos de los tractores antiguos, que tienen una exposición de hasta 70 máquinas, que van de 1900 a 1960.