Etapa 81: Lucca - Altopascio | Al Loro

Distancia: 
18,3 km
Duración: 
4 h 15 min
Dificultad: 
1
Paisaje: 
1

En la salida de Lucca el camino pasa ante varios supermercados y panaderías, por lo que no hay que preocuparse por el avituallamiento (el más próximo es el Lidl, abierto de 8:00 a 21:30). Y otro tanto cabe decir de Capannori y Porcari, con tiendas a pie de ruta.

La etapa es ciclable al 100%, y la traza azul coincide en todo momento con la roja salvo al cruzar el centro de Capannori.

En el museo de Capannori expiden la credencial de la Francígena a quien haya comenzado en Lucca y no haya tenido oportunidad de hacerse con una.

El Museo Archeologico e Etnografico Athena expone algunas piezas romanas halladas en el municipio y contenidos dedicados a la vida campesina tradicional. En el exterior fue instalado un laberinto del peregrino, en forma de vieira, compuesto por docenas de postes de madera. La iglesia conserva la portada y torre medievales.

Pese a la existencia de un paso de peatones, el cruce de la SP61, antes del polígono industrial de Porcari, entraña cierto riesgo.

Es un buen punto para descansar. Tras el cruce de la iglesia se sitúan la pastelería y heladería Toschi, una nueva oportunidad para probar el pan de huevo con pasas luqués, y más adelante el café-heladería Mara Eo y el acogedor café Bon Bon con su terraza peregrina.

Muy escenográfica, la iglesia de San Giusto muestra fachada y torre exenta almenada neomedievales (fines del s. XIX y principios del XX), construidas en mármol, e interior del s. XVIII.

Aunque suponga reducir 2 km una etapa de por sí corta, vale la pena dormir en el Ostello San Pietro, atendido por una asociación de integración social en el contexto de la peregrinación y el contacto con la naturaleza. El monasterio medieval ha recuperado su función y se dispensa un buen trato a los peregrinos.

El monasterio benedictino, luego camalduense, de San Pietro estuvo vinculado al paso de la Francígena y activo entre los s. XI y XV. De él solo resta la iglesia, aunque los cimientos de las dependencias han ido apareciendo en las recientes excavaciones.

En la biblioteca podemos incorporar a nuestra credencial uno de los sellos más hermosos de la VF, consistente en una reproducción del sigillum medieval metálico de la orden.

El topónimo de Altopasso alude a una zona que en el pasado resultaba de difícil tránsito por estar poblada de bosques y ocupada por aguas estancadas palúdicas. Al atardecer, para orientar a los peregrinos del mismo modo que se hacía en los altos pasos de montaña, en la alta torre de la iglesia del hospital sonaba la campana Smarrita.

El principal monumento es el templo de San Jacopo, del que perdura la fachada románica del s. XII, que combina el mármol con bandas de piedra negra en su loggia; la torre data de 1280. Junto a él se alzaba el gran hospital de la orden de la Tau, uno de los más renombrados de la Vía Francígena. De las dependencias de la magione aún restan varios patios, ahora convertidos en plazas, entre ellos el claustro del s. XIII.

Tiene fama, en toda la Toscana, el pan de Altopascio, que se elabora con una fórmula secreta sin utilizar levadura, sustituida por una masa conocida como la sconcia. Su origen puede estar en el pan que se ofrecía en el hospital a los peregrinos, y adopta forma cuadrada (bozza) o alargada (filone).