Etapa 16: Frómista - Carrión de los Condes | Al Loro

Distancia: 
18,8 km
Duración: 
4 h 15 min
Dificultad: 
1
Paisaje: 
2

Etapa sencilla, sin desniveles, por la llanura cerealista. El camino oficial es algo monótono, por un rectilíneo andadero junto a la carretera provincial P-980.

Alargar la etapa hasta Calzadilla de la Cueza no es recomendable, excepto para aquéllos que tengan prisa; Carrión de los Condes es una localidad de mayor interés cultural que Calzadilla de la Cueza, y con más servicios.

Todos los pueblos por los que pasamos hoy disponen de servicios de restauración. Además, en Población de Campos, Revenga de Campos y Villarmentero de Campos, existen áreas de descanso con fuente y sombra, lo que en verano es de agradecer.

A la salida de Población de Campos, justo antes de cruzar el río Ucieza, podemos tomar la variante por Villovieco (siguiendo la calle de enfrente); bien señalizada, nos aleja unos cuantos kilómetros del andadero paralelo a la carretera. En este caso, entre Villovieco y la carretera a Villalcázar hemos de seguir el agradable camino que avanza junto al río Ucieza (con el río a nuestra derecha). La variante alarga el recorrido en medio kilómetro si regresamos al camino oficial en Villarmentero de Campos, y un kilómetro si regresamos al camino oficial en Villalcázar de Sirga.

Sus tres albergues están vinculados a la acogida cristiana.

Destaca la iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga (visita 1 euros para peregrinos) y la localidad de Carrión de los Condes, con el monasterio de San Zoilo (a la salida) como principal monumento.

En 2015 abrió un Centro de Interpretación del Palomar (a 350 metros del camino oficial), que nos permite conocer estas construcciones tan propias de la Tierra de Campos.

En la localidad es especialmente conocido el Mesón de Villasirga, un restaurante que ofrece una cena medieval y buen lechazo.

Tras unas jornadas con núcleos de población pequeños, Carrión de los Condes cuenta con una amplia variedad de servicios de restauración con opciones de los platos tradicionales de la provincia de Palencia. Éstos son compartidos en su gran mayoría con Burgos, aunque con alguna variación, como la sopa albada, una versión de las sopas de ajo que incorporan jamón serrano.

El Monasterio de Santa Clara elabora y vende dulces monacales.