Etapa 19: Cerro Muriano - Villaharta | Recorrido

Distancia: 
20,4 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

0,0

3,1 km

Retomamos el camino avanzando por la acera derecha de la calle principal, que corresponde al tramo urbano de la carretera N-432a. A la salida, justo tras pasar ante el edificio del Centro Municipal, superamos una rotonda por la derecha y tomamos de frente la calle Acera de los Eucaliptos, entre casitas en hilera. Al cabo de 500 metros, al final de la calle, arranca un carril bici compartido por peatones y ciclistas, que seguimos.

1,8 Bordeamos las instalaciones de la base militar, sede de la Brigada X Guzmán el Bueno. Poco después de pasar ante la entrada principal, atravesamos al otro lado de la carretera. Tras superar un par de rotondas, con el pequeño embalse de Guadanuño a nuestra izquierda, llegamos al barrio de la Estación de Obejo. Aquí dejamos la carretera (fin del carril bici) y entramos en la localidad, que dispone de un bar-tienda. 

1,3 Estación de Obejo.

3,1

8,2 km

Seguimos hasta el final de las casas y continuamos de frente por un sendero, que al cabo de 200 metros desemboca en un camino algo más ancho, también de tierra. Aquí comienza un tramo muy entretenido con pequeñas subidas y bajadas entre encinas y monte bajo, manteniendo la antigua carretera siempre a nuestra derecha, medio oculta por la vegetación.  

2,9 Descendemos a una pista de tierra y pasamos bajo un viaducto de la nacional N-432, mientras que a nuestra derecha vemos las vías abandonadas de la antigua línea de tren Córdoba-Almorchón. Al cabo de 80 metros, en la primera bifurcación, tomamos el sendero que sale a la derecha, que avanza por un territorio ondulado entre encinas; atravesamos la vía del tren y nos incorporamos a una vereda muy ancha, que corresponde al trazado histórico de la Cañada Real Soriana (vía pecuaria por la que durante siglos han transitado rebaños de ganado entre Andalucía y Castilla).

La seguimos durante 900 metros hasta que queda interrumpida por la valla de la nueva carretera, donde bajamos un talud y tomamos el sendero que discurre junto a la antigua línea férrea; caminamos por esta senda casi un kilómetro, para finalmente ascender a la plataforma elevada del antiguo trazado de la nacional, una gran recta que discurre en paralelo a la valla de la actual N-432. Continuamos por dicho carril en desuso durante 2,1 kilómetros, entrando en la pequeña localidad de El Vacar por una pista de tierra, a la izquierda.

5,3 El Vacar. Pedanía dependiente de Espiel, que dispone de varios bares y una tienda.

11,3

9,1 km

Avanzamos a lo largo de la acera, en paralelo al carril de servicio de la carretera. Al final de la población observaremos, a nuestra izquierda, el cerro donde se hallan los restos del castillo de El Vacar (ver Al Loro), pero nosotros continuamos de frente por una pista de tierra. Al cabo de 500 metros, tras algún tramo angosto entre encinas y chaparras, nos incorporamos al arcén de la N-432a, siempre con precaución a pesar del escaso tráfico. Después de 1,2 kilómetros superamos una rotonda y volvemos a la traza de la antigua carretera, ahora convertida en vial de servicio de la nacional. Seguimos por el arcén en ascenso, hasta coronar un último repecho de mayor pendiente, conocido como la Cuesta de la Matanza.

4,9 Apenas 50 metros después de superar el alto, dejamos por fin el vial de asfalto para tomar un camino de tierra a la derecha que corresponde al trazado histórico de la Cañada Real Soriana; aquí comienza un descenso muy pronunciado que pasa cerca de la fuente del Cordel (queda a sólo 100 metros del camino) y finaliza en un paso inferior bajo la carretera nacional; nada más cruzar bajo el tablero de hormigón, giramos a la derecha y llegamos a la fuente de Malos Pasos, cuyo caño está situado dentro de un pequeño pabellón, al que podemos acceder (la valla metálica suele estar abierta).

2,0 Fuente de Malos Pasos. Seguimos la pista de tierra, pasamos junto a la entrada del hotel-balneario Aguas de Villaharta y franqueamos un puente sobre un arroyo (aquí veremos una indicación del camino de Pedrique, que también llevaría a Villaharta, pero la ignoramos); el trazado del Camino Mozárabe continúa de frente en ascenso, por una recta asfaltada durante la cual veremos a nuestra izquierda una cruz de piedra. Esta pista desemboca en la carretera local A-3176 a la altura del restaurante Santa Elisa, con especialidades de la comarca y menú diario a precio imbatible. Mucha atención aquí, pues 50 metros antes de llegar a dicha carretera tomaremos a la derecha una senda estrecha marcada con flechas y con señales del GR-48, perfecta para los caminantes (en el caso de bicicletas con alforjas, probablemente optarán por incorporarse a la carretera hasta Villaharta). 

1,0 Sendero a mano derecha. Nos adentramos en la vegetación, por un tramo a veces angosto pero muy bonito y sombreado. Al cabo de 350 metros pasamos junto a una casita, subimos una cuesta fuerte y cruzamos la carretera; aquí retrocederemos unos metros a la izquierda, donde localizaremos de nuevo las flechas, pintadas sobre unas rocas por las que ascendemos, para tomar un camino de tierra que nos conduce a un andadero en paralelo a la carretera. Atravesamos un parquecillo con un recinto de juegos infantiles, junto al cual veremos una curiosa escultura (se trata de una representación poco ortodoxa del arcángel San Rafael); seguimos de frente por la misma acera y entramos en el pueblo de Villaharta; al cabo de 150 metros, ya en el casco urbano, pasamos frente al edificio del centro cívico y biblioteca municipal, y algo más adelante ante el bar Teo, donde atienden bien a los peregrinos (además, su terraza trasera es perfecta para disfrutar de las vistas al atardecer); justo enfrente, por una calle en subida, está el ayuntamiento. En las inmediaciones disponemos de un pequeño súper y varias tiendas de alimentación.

1,2 Villaharta, plaza de la Constitución y ayuntamiento.

20,4