Algunos paisajes que atravesaremos durante la jornada serán de los más bellos desde que salimos de Lisboa. El camino discurre por pistas onduladas entre viñedos, y también por senderos estrechos con muretes de piedra cubiertos de musgo, que recuerdan las corredoiras gallegas.
Etapa 9: Alvorge - Cernache | Al Loro
Por un día pisaremos bastante más tierra que asfalto, lo cual resulta un consuelo para nuestros pies. Pero no nos hagamos ilusiones, pues lo de hoy será una excepción. | |
Olivos y viñas, los cultivos que dominan el paisaje, son una evidencia del pasado romano de la región; ésta fue colonizada a partir del siglo II aC mediante explotaciones agrarias dirigidas desde villas, residencias campestres de los grandes terratenientes. | |
Quien decida pernoctar en Rabaçal dispone de dos posibilidades de alojamiento: un agradable albergue privado a la entrada del pueblo, con patio y una pequeña piscina, y una pousada turística que comparte edificio con el museo de la Villa Romana. | |
Aquí es obligatorio degustar el queso de Rabaçal, especialidad local que se produce en pequeñas queserías familiares. Se obtiene de la mezcla de leche de oveja y de cabra, y su sabor resulta ligeramente picante. Suele acompañarse con vinos blancos o tintos suaves y afrutados. | |
En el lugar de Fonte Coberta hay un mural de azulejos que reproduce un dibujo de Pier Maria Baldi, pintor y arquitecto florentino que acompañó la comitiva de Cosme III de Médici, heredero del Gran Ducado de Toscana, en su peregrinación hacia Santiago en el año 1669. | |
El camino pasa junto a las ruinas de la ciudad romana y su museo anexo, donde podemos sellar la credencial. Os recomendamos dejar la mochila en recepción y dedicar un rato a visitar las excavaciones; los peregrinos tenemos un 50% de descuento (2,25 euros en 2018) en el precio de la entrada. En el mismo edificio del museo tenemos un bar-restaurante y unos aseos públicos muy limpios, ambos de acceso libre. | |
La ciudad amurallada contaba con foro, anfiteatro, varias termas públicas y un acueducto. Perduró durante seis siglos, hasta ser destruida durante la conquista de los suevos en el año 468; sus sobrevivientes la abandonaron y se trasladaron a la vecina Aeminium, a apenas 17 km, que corresponde a la actual Coimbra. | |
Un kilómetro después de las ruinas de Conímbriga tenemos un pequeño albergue privado en la urbanización de Valada, en un chalé a apenas 200 metros del camino. | |
Ésta no es una localidad turística, pero cuenta con albergue de peregrinos y tiene la ventaja de que queda a tiro de piedra de Coimbra: nuestra sugerencia sería dejar para mañana una etapa muy corta –sólo 11,3 km– para llegar temprano a Coimbra y poder dedicar el resto de la jornada a visitar la ciudad, que es bellísima. |