El Camino Mozárabe, de Granada a Córdoba, tiene 169 kilómetros y pasa por 15 poblaciones con servicios. Así pues, resulta una media de una población con servicios cada 11,3 km. Hay, por tanto, largos tramos en los no hay opciones de abastecimiento y en los que sólo vemos, muy de vez en cuando, algún cortijo, lo que nos obligará a cargar la mochila con algunos comestibles y mucha agua. Una característica de estas poblaciones es su estructura compacta, que raramente se extienden en urbanizaciones o zonas industriales. No es una urbanización extensiva, lo cual, para el caminante, es de agradecer. Por otra parte, las distancias más largas sin encontrar ni un bar ni una tienda son: la variante directa de Castro del Río a Córdoba (36 km); el camino "oficial" de Santa Cruz a Córdoba (25,8 km); y de Alcaudete a Baena (24,8 km). Además de las dos capitales de provincia, Granada (239.000 habitantes) y Córdoba (328.000 habitantes), pasamos también por varias ciudades con más de diez mil habitantes o casi: Maracena, Atarfe, Pinos Puente, Alcalá la Real, Alcaudete, Baena y Castro del Río.
Camino Mozárabe | Información
Se conoce con el nombre de Camino Mozárabe al conjunto de Caminos de Santiago que siguieron en la Edad Media los peregrinos de las ciudades andaluzas pertenecientes al antiguo territorio musulmán del al-Ándalus. Hoy en día, más concretamente, se denomina Camino Mozárabe a los Caminos de Santiago que empiezan en Málaga, Granada, Jaén y Córdoba, y que enlazan con la Vía de la Plata en Extremadura. Estas rutas han sido recuperadas por varias asociaciones jacobeas andaluzas, con la implicación de instituciones regionales y locales.
La orografía dominante entre Granada y Córdoba es de suaves colinas, con alguna excepción de colinas no tan suaves (por ejemplo en Moclín), y la característica paisajística más recurrente son las inmensas extensiones de olivares, casi infinitas, que abarcan hasta donde alcanza la vista. Nunca se acaban, son decenas de miles, centenares de miles, o quizá millones de olivos. De hecho, más del 80% del recorrido entre Granada y Córdoba cruza campos de olivares. Aunque de sutil belleza, sobre todo para aquellos nada acostumbrados a este peculiar y cartesiano bosque, la monotonía del paisaje durante tantos días acaba por aburrir un poco. Y en el camino, cuando en lontananza divisamos un pueblo o una laguna con muchos patos, el corazón se alegra.
Entre Granada y Córdoba la mayor parte del recorrido transcurre por pistas de tierra (de polvo, prensadas o de piedra suelta), y en menor medida por pistas asfaltadas y carreteras secundarias. También hay algún corto tramo por la carretera nacional N-432 (Granada - Córdoba - Badajoz), que carga con un cierto tráfico, tampoco excesivo, al no existir una autovía alternativa. Dicha nacional cuenta con un arcén ancho, pero debemos tener mucha precaución sobre todo al cruzarla.
Otra de las características habituales del Camino Mozárabe (entre Granada y Córdoba) es la considerable distancia entre poblaciones, tramos intermedios en los que sólo vemos algunos cortijos. Conviene abastecernos de agua, pues las fuentes no abundan y de algunas no siempre mana agua.
Debemos evitar los meses de verano para realizar este camino. Sería realmente peligroso. El calor muy posiblemente será un pertinaz enemigo en primavera y en otoño, pero en verano las altísimas temperaturas, que fácilmente pueden llegar a los 40 grados de temperatura oficial (a la sombra), hacen desaconsejable elegir este recorrido. Por las largas pistas entre los olivares el sol cae a plomo, inclemente, y si caminar con temperaturas oficiales de 27 o 28 grados a pleno sol ya es fatigoso, con temperaturas caniculares de diez o doce grados más sería una auténtica insensatez.
El calor seco es un potente y silencioso deshidratarte, así que aún con temperaturas moderadas debemos llevar suficiente agua, beber con frecuencia aunque no tengamos sed y evitar, al menos durante la etapa, las bebidas alcohólicas. Por supuesto el sombrero o gorra es imprescindible en este camino.
Actualmente hay pocos peregrinos que realizan el Camino Mozárabe, muy recientemente señalizado, hasta el enlace con la Vía de la Plata, así que lo más probable es no coincidir con ninguno.
La ciclabilidad del recorrido es casi completa, pues la mayor parte del itinerario avanza por cómodas pistas de tierra o asfalto, sin desniveles importantes a excepción de la subida a Moclín y la posterior bajada. En los únicos lugares donde los ciclistas pueden tener alguna dificultad, que tampoco parece que deba ser excesiva, es en el vadeo de algún río o riachuelo con algún corto terraplén.
En muchos tramos el Camino Mozárabe discurre por el mismo itinerario que la Ruta del Califato, cuya señalización con estacas de madera encontramos con frecuencia. Es una ruta de Córdoba a Granada para caminantes y ciclistas, que tiene por objetivo dar a conocer el legado histórico y cultural musulmán de las localidades de paso.

El Camino Mozárabe, en su tramo de Granada a Córdoba, no cuenta con albergues específicos para peregrinos. Lo que sí ofrecen algunos ayuntamientos, generalmente a través de la Policía Local, es algún local de acogida, más o menos precario, en la mayoría de los casos con colchonetas en el suelo. Y en Pinos Puente hay acogida en una entidad religiosa, y en Baena una posible acogida parroquial. Para aquellos que no deseen depender de este tipo de acogida y opten por los alojamientos convencionales, deben contar con un presupuesto de entre 14 y 25 euros por persona y noche. Dormirán en lugares agradables, bien atendidos y limpios, e incluso pueden prescindir del saco de dormir y la toalla (excepto los que sigan a partir de Córdoba).
Los detalles de las distintas posibilidades para pernoctar los encontraréis en las páginas de información de las etapas. Las informaciones sobre las acogidas municipales han sido ofrecidas por el peregrino Sergi Carrasco, a quien estamos muy agradecidos de su colaboración con Gronze.
El Camino Mozárabe, en su tramo de Granada a Córdoba, pasa por una comunidad autónoma y tres provincias: Andalucía (Granada, Jaén y Córdoba).
El Camino Mozárabe (entre Granada y Córdoba) tiene una señalización correcta en general y algo mejorable en algunos tramos. En ciertas ocasiones deberemos hacer uso de tres importantes cualidades humanas: el sentido común, el sentido de la orientación, y la paciencia. En las páginas de las etapas se incide en detalle en los puntos conflictivos, y se dan algunas pistas que pueden ser útiles. Por otra parte, la nacional N-432, que pasa por todas las localidades del camino, nunca está excesivamente alejada; como último recuerdo podemos intentar acceder a ella y caminar por su arcén.
El trazado del Camino Mozárabe (entre Granada y Córdoba) es agradable en su conjunto, pues evita casi siempre la nacional y apenas pasa por urbanizaciones o por polígonos industriales. Las entradas y salidas de los pueblos y ciudades, incluso la entrada a Córdoba, son limpias y directas.
El Camino Mozárabe entre Granada y Córdoba tiene dos tramos con alternativas al camino principal, el segundo de los cuales es importante pues ofrece la posibilidad, a aquellos que lo deseen, de caminar de Castro del Río a Córdoba de un tirón en un solo día.
Variante de Granada a Pinos Puente. En esta web, en Gronze, sólo se describe el camino oficial, que es el más lógico, el más directo y el que tiene más servicios. Pero también existe una opción alternativa algo más al sur, que sale de Granada por un lugar completamente distinto al camino oficial y pasa por la localidad Pedro Ruiz. Es 1,5 km más largo y los que tengan interés en esta variante deben informarse en la web de la asociación de Granada. Nota 2019: Un peregrino (gracias) nos dice que "la variante de Pedro Ruiz está perdida prácticamente, entre las obras del AVE, las del segundo anillo de circunvalación de Granada y la autovía Granada-Badajoz, es una temeridad ir por ahí".
Camino directo de Castro del Río a Córdoba. El camino descrito en esta web, en Gronze, es el que transcurre por Espejo y Santa Cruz y permite dividir el tramo en dos días. El camino directo tiene la ventaja de tener menos kilómetros: 37,8 km, o sea, 8,3 km menos. Y presenta dos desventajas: la primera es que no pasa por la bonita localidad de Espejo, y la segunda es que no hay ninguna población ni servicio intermedio. La bifurcación de ambos caminos está en la salida de Castro del Río; el camino directo a Córdoba no cruza el río Guadajoz, pasado el cuartel de la Guardia Civil toma un camino de tierra (Camino de la Polonia o de Córdoba) dirección norte.