Ponte de Lima: Jardines a la vera del río Lima

Cuando los peregrinos llegamos al fin de etapa diario, unos antes, otros más tarde, siempre realizamos una serie de faenas rutinarias (descanso, lavandería, ducha, recarga de baterías, interacción en las redes sociales, compra, programación de la siguiente jornada, charleta con los compañeros de ruta, sesión de terracita…), pero también solemos visitar, nunca con la intensidad debida por la falta de tiempo y/o energía, el lugar que nos acoge. Hay algunos fines de etapa que se prestan más a la meditación o a la conversación, ya que lo que ofrecen es paz, reposo, ruralidad, naturaleza…, pero otros poseen un amplio abanico de recursos de interés.

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Parque do Arnado, Jardim Romano, Ponte de Lima
Parque do Arnado, Jardim Romano, Ponte de Lima

Entre los últimos citados, en el Camino Central Portugués y ya muy cerca de la frontera definida por el río Miño, se localiza la villa de Ponte de Lima, que por su historia, patrimonio y emplazamiento es una de las más bellas de Portugal. Cuenta con un armonioso e interesante casco antiguo, deliciosos paseos por los que habremos llegado atravesando una alameda de enormes plátanos en la ribera del Lima, templos, plazas, miradores, museos, un puente romano/medieval sobresaliente, esculturas y una gastronomía minhota de muy buena calidad, todo ello sin olvidar las ferias quincenales, de las más famosas y concurridas del norte del país junto a las de Barcelos y Valença do Minho, que también están en el itinerario. Pero hay más…

Hoy queremos detenernos en otros atractivos, quizá menos conocidos, que en los días de estío resultan muy reconfortantes para el paseo y la mera contemplación estética. Nos referimos a los parques y jardines, y más concretamente, de entre los varios con los que cuenta la población, a los situados en la orilla norte del Lima, y por lo tanto muy próximos al albergue municipal de peregrinos y de la salida del Camino hacia la sierra de Labruja.

Parque do Arnado

El primero de estos espacios, con voluntad manifiesta de convertirse en un jardín botánico, es de titularidad municipal, y por lo tanto de acceso libre y gratuito. La entrada principal se sitúa en la trasera del albergue, frente a la capilla medieval do Anjo da Guarda (siglos XIII y XVIII). 

El parque ha sido concebido, en su actual diseño, con un planteamiento temático. Es así como en un primer sector se crearon cuatro jardines históricos, recreando elementos tópicos de los que caracterizaban al propio de una villa romana, con sus estanques y columnas de ladrillo evocando un sitio arqueológico (en nuestra opinión el más logrado y hermoso); otro constituido por un laberinto ascendente, a su escala inspirado en el palacio cretense de Knossos y con un templete panorámico en la posición más alta; un tercero del Renacimiento, cuyo principal elemento decorativo es la cascada de rocas, al modo italiano, integrada entre la vegetación; y por supuesto, para concluir la entrega, uno barroco, geométrico con sus setos de media altura, muchas flores y una decorativa fuente central.

A mayores, en el amplio recinto también fueron instalados un pequeño invernadero o estufa, que acoge poco más de una docena de variedades subtropicales, diversos emparrados de glicinias y vides, estanques con nenúfares, espacios de juegos y para merendar, plantaciones de frutales, amplios sectores dotados de césped para tumbarse al solcito, etc.

Un pequeño Centro de Interpretación del Territorio, compuesto por tres salas referidas a la cultura agraria y las celebraciones tradicionales del municipio, completa la oferta del lugar, desde donde también se puede acceder al Museu do Brinquedo (del Juguete), realmente interesante y que dejamos para otra ocasión.

Festival Internacional de Jardins

A menos de 10 minutos a pie, siguiendo el camino peatonal de tierra que avanza en paralelo al Lima, alcanzamos un segundo e interesante objetivo. Antes pasaremos junto a la polícroma escultura del general romano Décimo Junio Bruto, que montado en su caballo llama por su nombre a cada uno de los legionarios, atemorizados en la orilla opuesta, para conjurar la leyenda pergeñada por los galaicos sobre la pérdida de memoria entre aquellos que osaran cruzar el río. Cerca del puente nuevo sobre el Lima nos espera otro parque, titulado como Festival Internacional de Jardins, que en este caso y cada año sirve para que artistas del diseño de paisajes y jardines elaboren sus propuestas en un concurso sobre un tema determinado, en esta ocasión referido a las religiones y sus propuestas.

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Festival Internacional de Jardins, ejemplo de una de las propuestas
Festival Internacional de Jardins, ejemplo de una de las propuestas

La entrada, con el precio simbólico de 1 euro, nos permite acceder al recinto de 2,5 hectáreas, en el que además de una docena de espacios destinados a la muestra y el concurso, existen otras zonas destinadas a paseos (reparad en los curiosos y densos túneles de limoneros) y dotadas de una serie de estructuras metálicas con miradores y de largas pérgolas cubiertas por glicinias y otras plantas trepadoras.

El Festival funciona entre finales de mayo y finales de octubre, y los asistentes podemos votar la instalación que más nos guste. A buen seguro que nadie se va a sentir defraudado, pues las propuestas van desde los jardines más o menos convencionales, en los que arbustos, plantas y flores tienen todo el protagonismo en diversas composiciones, que siempre pretenden cautivar al espectador con la originalidad, a las más vanguardistas o minimalistas, en las que las estructuras arquitectónicas gozan de un mayor peso, y siempre confiriendo un gran protagonismo al agua, en este caso con la referencia permanente a las religiones del mundo y a sus valores positivos.

Si el día es caluroso, al lado del parque se encuentra la piscina municipal al aire libre (existe otra cubierta), abierta entre junio y septiembre y provista de una gran zona de solario con césped.

Por lo tanto, Ponte de Lima da mucho de sí, tanto que incluso, entre los que dispongan de tiempo, podría ser un buen lugar para detenerse una jornada completa o, si no fuese posible, asumir el compromiso de un retorno como viajero cultural.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Mauro Sala
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Querido Señor Pombo. Muchísimas gracias por su artículo que, además de tomar nota de las faenas vinculadas al peregrinar, ilustra lo que el Camino dispensa a quien está más atento a los lugares y ciudades en los que pasa o se detiene. Es implícito que el peregrino debería estar dispuesto a veces a no convertir su etapa en una carrera, llegando tan agotado al final y no tener más tiempo y energías para lo que usted nos explica claramente en este artículo; aprovechar el Camino en todas sus facetas, ya que el Camino de Santiago no es sólo Religioso o Espiritual - Cultural o Artístico - Panorámico o Gastronómico, sino es un compendio único e indisociable que se nos da a disfrutar a lo largo del acercamiento a nuestra Meta Sagrada... PS: Me detuve en Coimbra hace años, y tan pronto como pueda retomar ese Camino, tendré en cuenta lo que usted revela de Puente de Lima.... Muchas gracias.. Mauro
xico miguel
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Obrigado Antón. Perfecto vuestro articulo. Que bien!. Bom Caminho