Peregrinos repetidores: ¿Pasión o cautiverio?

Cómo contarle a nadie lo que sentimos
cuando llega el momento de ir al Camino.
No entenderían, no entenderían,
cómo puede sentirse tanta alegría.

(José María Maldonado, «Mañana luminosa», Interludio jacobeo, 2007)

No vamos a hablar hoy de los estudiantes que suspenden los exámenes y se ven obligados a acudir a la repesca, e incluso a repetir curso, sino de algo bastante más gozoso. Dada la época de consumo desaforado que nos ha tocado vivir, donde el refrán de que en la variedad está el buen gusto parece haber triunfado sin objeciones, puede resultar hasta cierto punto incomprensible que haya personas que una y otra vez, con empecinamiento, hagan el Camino de Santiago. ¿Es que se han vuelto locos, o tan cortitos son que no saben salir de ahí?, dicen algunos desde afuera, ¿qué pasa con esos peregrinos atrapados en una experiencia que se repite una y otra vez como en El Día de la Marmota?

souraide6.jpg

De camino a Souraïde, Camino de Baztan
De camino a Souraïde, Camino de Baztan

Resolver el dilema de esta clase de «repetidores» no es sencillo a priori. El espectro de las motivaciones peregrinas, generado por sentimientos que no siempre responden a la lógica, no es fácil de abordar ni de cuantificar. Pese a ello vamos a intentar establecer algunas pautas de comportamiento, por más que no se trate más que de impresiones, fruto de charlas con otros peregrinos, hospitaleros o miembros de asociaciones jacobeas, a través de las que proponer algunas tipologías.

A nadie escapa que en el ambiente están las causas, y todos los que hemos hecho varias veces el Camino podemos relatar nuestra experiencia particular. Se suele decir que «el Camino engancha», que es adictivo, y también conocemos el arquetipo del coleccionista de itinerarios, que en ocasiones responde a intereses muy diversos a los del peregrino tradicional.

Ahora mismo acaba de ser publicado un libro de Sergio Fernández Tolosa (Caminos de Santiago, 25 rutas jacobeas) que, sintetizando algunas de las rutas que ya ofrece Gronze en detalle, contribuye a transmitir una idea más propia de una agencia de viajes. Los caminos de Santiago, planteados como itinerarios de senderismo bien organizados y baratos, son muy variados, y sin salir de ellos te puedes recorrer la península ibérica de cabo a rabo en función de tus intereses: comenzando en tu casa, por las montañas, junto al mar, con más o menos gente, por rutas mozárabes o románicas, con más o menos dificultades orográficas… Del mismo modo que en el bazar de la oferta comercial, todos podemos encontrar la ruta que mejor se adapta a nuestros deseos, y esto, por supuesto, es lo más importante para ser feliz y dichoso.

En su introducción, bajo el título “Repetir o coleccionar”, expresa lo siguiente: «Los hay [peregrinos] que son incondicionales de una única ruta, que repiten siempre que tienen ocasión. Otros, en cambio, prefieren coleccionarlas y contar sus vivencias en blogs…»

Huelga decir que, porque la promoción y la forma de vender las cosas responde a intereses concretos (de asociaciones, administraciones públicas o empresas privadas), hoy se tiende a consumir el Camino parcelado, sea en tramos o en variantes y ramales que cuando confluyen con una vía conocida se abandonan. Por ejemplo, muchos dicen que van a hacer el Camino Aragonés de Santiago, pero solo hasta Puente la Reina, o el Camino de Madrid concluyendo en Sahagún, y el 90% de franceses finalizan la ruta de Le Puy en Saint-Jean-Pied-de-Port. Pero ¿tiene algún sentido hacer el Camino de Santiago sin Compostela? Tal vez el mismo sentido que decir lo contrario, o sea, que basta con pisar Galicia para hacer el Camino (el Inglés, sí).

Por lo tanto, ya tenemos definidos dos grandes campos, que son el del repetidor no solo de la experiencia, sino del itinerario y hasta del mes o la estación, que quizá busca la seguridad en un terreno ya trillado (más vale bueno conocido que arriesgarse), y el del coleccionista, que gusta de probar nuevos Caminos, cuantos más mejor. Además de las dos categorías, en función de la intensidad vamos a intentar definir otras, por ejemplo:

1. Consumo experiencial en el Camino. Responde a un hecho insoslayable, y es el grado de satisfacción que se ha obtenido a lo largo del viaje, algo que tiene que ocurrir la primera vez, pues de otro modo se renegaría de él. Si en sucesivas pruebas se confirman las vivencias positivas, superando con éxito los contratiempos y extrayendo lecciones de ellos, uno ya estará predispuesto a dejarse engullir en el futuro por ese halo romántico del Camino, que tanto debe al encuentro con los demás y estimula la superación personal.

2. Inoculado el bendito virus, o la droga de la jacobeína, surge la adicción, pues ya hemos descubierto que en el Camino se pueden vivir situaciones que no se suelen obtener en otro tipo de viajes. En la jerga coloquial interna esta «adicción» es algo positivo, y no un vicio que la voluntad no pueda frenar y que nos domina invariablemente.

La adicción en sentido negativo, que también está presente, sería la de aquellos que ya son incapaces de disfrutar de otro tipo de viaje que no sea el Camino, o que se ven atrapados en él en permanente actitud de búsqueda, como los que recurren compulsivamente a un juego de azar tengan o no éxito, aplicando esa receta posibilista de que si a otros les ha resuelto la vida el peregrinar, ¿por qué no a mí?, y así permanecen en el bucle del ratón en la noria, sin salida posible ni solución aparente.

santiago5.jpg

Un grupo de peregrinos de camino a la catedral de Santiago de Compostela
Un grupo de peregrinos de camino a la catedral de Santiago de Compostela

3. Percibimos, también, una atracción global del Camino ya no solo como peregrinos, sino desde diferentes ámbitos, lo que podríamos describir como Caminoafición. Aquí estamos, posiblemente, la mayoría de los Amigos del Camino, que además de peregrinar todo lo que podemos participamos de las asociaciones jacobeas, la hospitalidad, la lectura temática, el intercambio de experiencias en las redes, la investigación, la divulgación, etc.

El campo del Camino-pasión puede haber nacido, sin embargo, no solo de la experiencia peregrinatoria, sino del interés por la historia y arte del Camino, sus leyendas y literatura, la defensa del patrimonio, etc.

4. Más allá de percepciones emocionales, hay también repetidores pragmáticos que fundamentan su regreso con argumentos racionales: ¿dónde vas a encontrar por este precio una ruta tan bien organizada, con gente de diferentes países, donde es tan fácil relacionarse y ligar, en la que la mayoría del personal es amable y solidario, donde te pones fuerte haciendo ejercicio al aire libre, se te pasan las penas, etc? Sin duda hay un segmento, no pequeño entre los reincidentes, que se mueve por estos conceptos.

5. Como evolución radical del anterior planteamiento puede surgir, por cierto, nada nuevo bajo el sol, la picaresca. Un grupo minoritario pero recurrente y no desdeñable es el de quienes han hecho del peregrinaje un oficio, pues siempre sabrán encontrar la sopa boba y engatusarán con habilidad a otros peregrinos y hospitaleros para deambular por la ruta beneficiándose de ellos. Nada que no se sepa.

6. Y como todas las adicciones pueden llegar a ser crónicas, también el peregrinaje puede acabar convirtiéndose en una enfermedad. Es lo que podríamos calificar como Caminitis aguda, síndrome cuyo trastorno más evidente es el de quedarse atrapado permanentemente en la ruta. La patología ya no es la del repetidor más o menos compulsivo, sino la de quien ya no tiene otra vida que no sea el Camino, y vive en él enlazando rutas y actividades, rompiendo incluso puentes con su vida anterior. Este tipo puede representar un estado de huida de la realidad, hacia una suerte de ensoñación más evasiva que comprometida, un plácido deambular por la utopía.

Por lo tanto, y aunque el campo está abierto a lo que cualquiera quiera añadir, todos los repetidores, sean cuales fueren los motivos que nos impulsan, y el grado en el que los sentimos, agradecemos la existencia del Camino por ayudarnos a vivir en mayor plenitud y disfrutar una y otra vez en un escenario en el que siempre hay variaciones. Quizá, ¡repetimos!, tiene razón Maldonado cuando dice que «yendo a Santiago me siento importante, porque sé lo que busco yo».

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
amancio
Imagen de amancio
Sabio análisis de lo que es volver al Camino... para mí, la primera experiencia es ÚNICA en todos los sentidos, luego volvemos buscando sensaciones parecidas, nunca será lo mismo, pero aun así, volvemos. Y sí, hay gente que no encuentra la vía de vuelta a la vida civil anterior y experimenta una felicidad y una euforia tal que antes no conocía y que le empuja a buscar nuevos caminos, nuevas rutas, a devolver (o intentarlo, al menos) todo lo que creen que el Camino les ha dado. Yo me veo en la categoría 3, aficción, pasión, amor por el Camino, a veces solitario, a veces con amigos muy especiales, a veces con mi mujer, pero siempre con esas mariposas en el estómago cuando llega el momento de entrar a un pueblo donde nunca he estado antes, ir descubriendo España paso a paso, conocer gente de todo el planeta, y vivir cada momento con intensidad. Pero tengo la fortuna de que sé salir de ese mundo que es en gran parte egoísta para con nuestros seres queridos de diario.
Jaor
Imagen de Jaor
Como peregrino no hay nada más gratificante que emprender el Camino a Santiago o a cualquier lugar que siga la senda de peregrinación que nos reporte más sensaciones lúdicas y espirituales más apasionantes a nuestra mente y organismo: Es divertido, barato, se conocen a personas, se suele comer bien, se descansa, hacemos deporte, salimos de la cotidianeidad, forjamos nuestro espíritu, desarrollamos nuestra mente, improvisamos, descubrimos la naturaleza etc., es un conglomerado de sensaciones variopintas que hemos desarrollado y disfrutado por nuestro esfuerzo y compromiso, que consiguen satisfacer a nuestra mente y organismo. Los peregrinos que solemos por estas fechas de primavera estar inmersos en el CAMINO, tenemos un vacío con la maldita pandemia que nos asola que nos mantiene aferrados y subyugados a los lamentables acontecimientos para tratar de abrir una brizna de luz que nos ilumine y conduzca a una solución viable y satisfactoria, estamos en el túnel y esa luz cada vez se hace más grande. Esperemos que con la vacunación se obtenga el resultado apetecido. Cada peregrino tiene unos motivos especiales que le hacen emprender su peregrinación y que llevan implícitos un compromiso a través de su esfuerzo, tesón y preparación, pueden ser objetivos: deportivos, culturales, de ocio, esparcimiento, contactos, lúdicos, gastronómicos, promesas y espirituales o religiosos entre los más destacados. Yo, en mi caso suelo desde hace algunos años emprender el camino desde mi casa hasta Santiago de Compostela y también a su vez realizo otro camino alternativo: La Lana, Manchego, Aragonés, Madrid, Inglés, Portugués, La Vía de la Plata etc., que complementen mi satisfacción personal por descubrir la naturaleza y personas, que no tiene que llegar a Santiago de Compostela, suelen ser sobre 300 kilómetros en los que me dejo llevar por la sorpresa, curiosidad e improvisación. Busco los lugares tranquilos y solitarios que tengan resuelta la viabilidad, alojamientos e itinerarios en muchos casos sin señalización, pero por haberlo hecho reiteradamente los conozco sin necesidad de disponer de flechas amarillas, hay otro tipo de señalizaciones. ¡Que vuelva pronto el camino!.
Sofía
Imagen de Sofía
Me temo que el Camino que hemos vivido hasta hace unos pocos años ya es historia.
tato
Imagen de tato
Me siento identificado con un poco de cada categoría sin poder tipificar perfectamente una, tampoco importa mucho. Tengo adicción al camino, no me preocupa porque no hago daño a nadie, lo cierto es que el camino es en la única experiencia de vida en la que me he sentido totalmente libre, Ya recorrí ocho caminos repitiendo únicamente el Francés y pienso ir por más, pero conservo mis ansias por hacer también otro tipo de viajes. Qué maravilla el Camino de Santiago
Penedo
Imagen de Penedo
Pues leyendo con detenimiento el artículo del Señor Pombo, excelente artículo por cierto, yo me siento más representado en la opción tres, bien es cierto, que con reminiscencias de otras opciones, pero es en la que más "me veo". A diferencia de mi querido amigo Amancio, yo siempre voy solo, rara vez me presto a componendas de grupos, aunque en alguna ocasión sucumbí a la experiencia y digamos que no fue toda la positiva que me esperaba. Soy de los que piensa que el Camino pone compañias al alcance de cada peregrino, como para seguir unos días o "delicadamente" optar por seguir solo. Ahora que se puso de moda ir al Camino, (veremos si se cumple lo que vaticia Sofía, que creo que algo de razón lleva), hay ciertos especímenes que pululan por el mismo, que la verdad es que no se bien a que van, porque caminar, más bien poco, turismo casi nada, su mente no da para mucho y conocer gente también poca, es una suerte de persona que intenta congraciarse con el mundo, busca las fórmulas, pero su propio carácter se lo impide. Cada día son más frecuentes. Afortunadamente cualquier Camino es lo suficiente amplio en longitud como para acoger a todos. Para acabar, a diferencia de Maldonado, yo cuando llego a Santiago no me siento importante, siento la satisfación íntima de que otra vez lo has hecho y ya, según me subo al tren de vuelta a casa, "barrunto" cual será el próximo. Es la "gasolina" que necesita mi cabeza para seguir adelante. Bo Camiño a tod@s.
Aikon Eloim
Imagen de Aikon Eloim
Olá, Verdade que já fiz o Caminho 4x. Mas foi quando fiz O Caminho ( Caminho Português ) desde a cidade do Porto sozinho em que passei o Natal e o Ano novo no " Caminho " que Mais senti a emoção e a força que me fazia galgar lamaçais , veredas transformadas em Ribeiras espontâneas. Foi sem dúvida a vez que mais me marcou. Agora pergunto eu, porquê? Porque o motivo que me lançou nesta demanda foi provocado por um problema pessoal que me levou a questionar o propósito da minha vida. Foi então as respostas que fui recolhendo ao longo do Caminho que , ainda hoje, não me deixam esquecer este " arrepio " que sinto espinha acima cada vez que me recordo do Abraço à imagem na Catedral. Resumindo, na minha opinião, a razão inicial é o factor mais importante da memoria do Caminho. El Camino todo lo cura!!! Ultreia et Suseia
Sofía
Imagen de Sofía
Bonitas reflexiones, pues amigo Penedo, a mi la jacobeína me está remitiendo,,,,,será que veintiún años yendo por los Caminos, habré llegado a una etapa de mi vida en la que autodefiniéndome como peregrina reincidente pase a como indicaba el otro compañero Tato, enfocar mis ansias y la pasión a viajar, mi familia me lo agradecerá también sin duda. Pues de pasar de marcar abdominales lo que luzco ahora son michelines, de andar treinta y cinco kms sin demasiado agotamiento ahora dificilmente me siento cómoda si paso de los veinte, sin duda notaré a faltar los finales de febrero para caminar con el frio del amanecer despejándome la cara, pero cada uno debe saber escucharse a si mismo, todo esto se lo diré al Apóstol, a mi manera, el próximo 25 de julio en nuestra amada Compostela y seguro al menos eso espero que me dará sus bendiciones. El Camino ya forma parte de mi vida. Apertas
AC
Imagen de AC
El primer camino lo hice en el 2003.. desde entonces unas 24x con itinerarios de 2, 3, 4 semanas.. el francés, Aragon, catalán , O Porto. Cada camino es diferente. La época, los meses, el clima, los peregrinos en el camino. El camino ha cambiado su perfil de peregrinos durante este tiempo. Pero todavía sigue siendo el mismo camino. Recuerdo una vez temprano en Logroño que iba dirección a la estación del autobús y me dijo una persona que caminaba en dirección opuesta. Esta persona vivía en Logroño. Pude hablar con esta persona y me contó que había hecho el camino unas 50x desde el 1982 cuando no habían todos estos albergues. En este momento yo tenia unos 14x viajes, así que no me sentí muy de mal de abusar del camino.. pero de que hay peregrinos que lo han hecho muchas veces.. los hay, no son casos aislados.
David Rod
Imagen de David Rod
Yo creo que es más la pasión por el camino lo que lleva a repetir, lo cual no significa que haya algún usuario cautivo de la ruta.
sanchobenidorm
Imagen de sanchobenidorm
Creo que es muy necesaria la figura del caminoaficionado total, así se puede trasmitir a los demás un sentir peregrino, disfrutando de esos otros aspectos del antes, durante y después del Camino. De todas las maneras todos los puntos son válidos, faltaría más.
xico miguel
Imagen de xico miguel
Mui buena reflexion Antón. Gracias. A mi me encanta hacer el Caminho como una especie de retiro espiritual. Una oportunidad tremenda de poder a orar en tantas iglesias e capillas y en torno da la naturaleza en redor del camino. Siempre voy solo, pero es mui gratificante tener con quien hablar e desayunar. Ultreia