Argar: El Camino de Santiago desde Lorca

Nos encontramos, un año más, con un peregrino veterano de los caminos jacobeos de larga distancia, el aguileño Antonio Gil, gentilicio murciano que parece predisponer una capacidad sensorial para captar visiones de conjunto. Y esto es, precisamente, lo que en una charla informal hemos recibido de nuestro amigo: un relato de primera mano, referido a una experiencia subjetiva, pero también una valoración global sobre las virtudes y defectos de esta ruta procedente de Almería y Murcia.

mapa-argar.jpg

Mapa del Camino del Argar y mojón en la partida de Lorca.
Mapa del Camino del Argar y mojón en la partida de Lorca.

Antonio tuvo este año el antojo de emprender un camino a la antigua usanza, esto es, desde la misma puerta de su casa para entroncar con vías jacobeas supuestamente mejor señalizadas y provistas de infraestructuras. El ritual fue el clásico: dirigiéndose a su templo, donde dejó un ramo de flores ante la imagen de la Virgen del Carmen, encomendado bajo su protección comenzó a caminar en la primera etapa, que lo condujo de Águilas a Lorca.

Ante la iglesia de Santiago de Lorca, muy afectada por el terremoto de 2011 y reconstruida por enésima vez, se sitúa el km 0 de la denominada como Ruta del Argar, referencia a una cultura de la Edad del Bronce que, evidentemente, nada tiene que ver con la peregrinación medieval. Cada uno juzgará si el título es afortunado o no.

Un mojón de mármol y piedra señala desde Lorca 1.129 km hasta Compostela, por lo que estamos hablando de uno de los itinerarios más largos que se pueden realizar en la península ibérica, contando el posterior enlace natural a través de los caminos de Levante y Sanabrés. A su vez, un ramal carente de sentido viario, a no ser que se pretenda visitar el santuario de Caravaca de la Cruz, procede de Almería a través del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar y entronca en Lorca.

Nuestro peregrino no gusta de la planificación, ni de los actuales sistemas de reservas, y vive cada camino como una aventura, confiando en que Dios proveerá, como siempre lo ha hecho, aunque en ocasiones haciéndose de rogar. Su lema, que lleva a sus máximas consecuencias, es toda una declaración y derroche de optimismo: «Donde tenga que dormir, voy a dormir». Algo así sonaba por las vías compostelanas en los años 70 y 80, y muy posiblemente también en el Medievo.

Sin embargo, por muy bregado que uno crea estarlo tras haber recorrido el Francés, la Plata, el Norte, el Portugués, el Inglés o el Primitivo, los que hasta ahora había completado Antonio, nada ha sido comparable al Camino del Argar.

El primer contratiempo tiene que ver con la ola de calor que se ha vivido en julio, un fenómeno que por desgracia ya no resulta excepcional, sino recurrente cada verano, quizá para que los cortoplacistas y negacionistas se vayan tomando en serio la certidumbre de la mudanza climática. Hubo muchos días de más de 35º, y algunos de hasta 40º. Y la situación se agrava cuando el territorio «no ofrece la más mínima sombra, ni fuentes, ni bares, ni pueblos situados a una distancia prudencial, y ni siquiera un murete en el que poder sentarse, pues el suelo no es buen compañero para quien está operado de la columna».

Sobrevivir a esta prueba, que puede derivar en un fatídico golpe de calor (en la Vía de la Plata ya ha habido más de un caso), es lo principal, y entonces el agua se convierte en un bien precioso, como en las películas de Lawrence de Arabia.

Un segundo inconveniente viene marcado por la distancia a la que se encuentran las poblaciones, agrupadas junto a ríos, manantiales o pozos. De este modo, quien no sea capaz de hacer mucho más de cuatro o cinco leguas diarias, las va a pasar canutas, y tendrá que solicitar, en más de una ocasión, que desde un alojamiento lo vengan a buscar, o recurrir al servicio de un taxi.

antonio-gil.jpg

El peregrino Antonio Gil.
El peregrino Antonio Gil.

La información disponible de este itinerario es somera, y en Murcia se pudo hacer con un esquemático plano tipo Metro. En cuanto a la señalización, sin resultar excesiva, y más concentrada en el inicio de los pueblos (carteles más pensados para demostraciones ante el vecindario que útiles para los peregrinos), es suficiente para no perderse. Además de unos pinotes azules, también hay algunas flechas amarillas colocadas por los amigos del Camino, y la gente siempre está dispuesta a orientarte.

No obstante, el principal problema de la ruta viene dado por la escasa oferta de alojamiento. En todo el camino hasta Toledo, pese a ser su deseo, tan solo pudo pernoctar en tres albergues: uno en Zarzilla de Ramos, otro situado en las inmediaciones del nacimiento del río Mundo y el tercero próximo a las lagunas de Villafranca.

La situación se agrava por encontrarnos en un período vacacional, y la presión se incrementa los fines de semana, con presencia de muchos compatriotas que este año no han ido al extranjero, conformándose con conocer las regiones próximas. El resultado: algunos días estaba todo lleno en kilómetros a la redonda, y había que dedicar tiempo y esfuerzo para encontrar una cama libre.

Además del paso por Caravaca de la Cruz, que siempre adquiere un valor especial para un peregrino, Antonio destaca la naturaleza, y en la canícula no es de extrañar que la imagen más recordada sea la del agua: en primer lugar el precioso nacimiento del río Mundo (Riópar, Albacete), donde pasó medio día metido en las aguas, y en segundo las lagunas de Ruidera, cuyo circuito también incluye una gran cascada.

Por no seguir tentando a la suerte, y luchando con el invencible gigante que maneja los termómetros, en Toledo concluyó la primera parte de esta peregrinación. «¡Ni un solo compañero de ruta en 18 días!, tan solo algunos senderistas de fin de semana o vacaciones».

La gente muy amable, «maravillosa», practicando esos detalles hospitalarios que ya se han perdido en los itinerarios más concurridos y comerciales, ley de vida. Por ejemplo gracias a un alcalde, que corrió con los gastos de alimentación y transporte hasta un hostal próximo, o al de la propia dueña de un albergue, que a la hora de cobrar le dijo: «Échaselo al santo, peregrino» (orden cumplida con una vela encendida en la catedral de Santiago el día del apóstol, que vale por dos).

El balance, para un peregrino confiado a su suerte y que ha salido indemne de tantos lances, siempre es positivo, pero ello no es óbice para que se muestre severo a la hora de evaluar la realidad de este camino:

«Sin albergues un camino no puede funcionar, es como una pescadilla que se muerde la cola, y los ayuntamientos deberían ser los primeros interesados en prestar este servicio, que sirva de estímulo para que lleguen más peregrinos. Bastaría con que habilitasen un pequeño local de su propiedad, con dos o tres literas y una ducha, con eso sería suficiente para que muchos murcianos y castellanomanchegos pudiesen hacer la ruta saliendo de su casa». Añade Antonio que le han comentado muchos proyectos, muchos planes de futuro en este sentido, pero por ahora hay lo que hay.

Reflejo de la escasa concienciación de que por la zona pasa un camino es contemplar su credencial, llena de nombres de lugares y fechas, a falta de sellos para los peregrinos, escritos a mano.

caravaca-cruz.jpg

Santuario de la Vera, Caravaca de la Cruz (Fuente: Wikipedia, foto: aleginonso).
Santuario de la Vera, Caravaca de la Cruz (Fuente: Wikipedia, foto: aleginonso).

Etapas del Camino del Argar

1. Lorca - Zarcilla de Ramos (30,5 km)

2. Zarcilla de Ramos - La Encarnación (Caravaca de la Cruz) (25,3 km)

3. La Encarnación (Caravaca de la Cruz) - Moratalla (26,8 km)

4. Moratalla - Socovos (30,8 km)

5. Socovos - Elche de la Sierra (22,4 km)

6. Elche de la Sierra - Riópar (36,7 km)

7. Riópar - Vianos (27,8 km)

8. Vianos - Viveros (26,6 km)

9. Viveros - Lagunas de Ruidera (38,6 km)

10. Lagunas de Ruidera - Tomelloso (36,2 km)

11. Tomelloso - Alcázar de San Juan (35,7 km)

12. Alcázar de San Juan - Madridejos (33,7 km)

13. Madridejos - Mora (Toledo) (38,1 km)

A partir de Mora sigue por el Camino de Levante.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
David Rod
Imagen de David Rod
Admirable su Azaña.
Cristineta87
Imagen de Cristineta87
Impresionante! Bravo peregrino.
David Rod
Imagen de David Rod
Este camino también se puede empezar desde Almería, contactándo con Lorca y de ahí como se comenta en el artículo. Hay mil caminos, imposible hacerlos todos jejeje