Etapa 6: Salvatierra/Agurain - Vitoria/Gasteiz | Al Loro

Distancia: 
27,9 km
Duración: 
7 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
2

SOBRE LA ETAPA:

Hoy cruzamos la comarca natural de la Llanada Alavesa, caracterizada por sus grandes extensiones agrícolas y una orografía con suaves ondulaciones. El recorrido, mayoritariamente en llano, discurre por pistas y caminos rurales, atravesando la cuadrilla o comarca de Salvatierra y después la de Vitoria.

La etapa está jalonada de lugares de interés histórico-cultural, como la iglesia de San Martín de Tours en Gazeo, el castro de Henaio cerca de Alegría-Dulantzi o los restos de la ciudad romana de Suessatio en Arkaia. Finalizaremos en la bellísima ciudad de Vitoria-Gasteiz, en la que destaca su casco medieval rematado por la catedral gótica de Santa María.

Al salir de Argandoña debemos atravesar la carretera A-132 en un punto con tres carriles y sin paso de peatones: mucha precaución. Sobre todo, que a nadie se le ocurra seguir por el arcén de dicha carretera, pues sería un suicidio.

Hasta Vitoria no encontraremos servicios a pie del camino, excepto dos fuentes de agua, una en Elburgo y otra en Villafranca de Estíbaliz; hay un bar en el pabellón deportivo de Elburgo, si bien no abre hasta las 17:30 en días laborables (a las 10:00 los sábados y domingos). En Alegría, a 1,3 km del camino, disponemos de tiendas, bares y restaurantes. Junto al monasterio de Nuestra Señora de Estíbaliz, a 1,2 km del camino, hay un bar-restaurante, que suele abrir a las 10:00.

La estratégica situación de la comarca, por donde discurría el iter XXXIV (calzada romana Ab Asturica Burdigalam), convirtió esta zona en paso obligado durante la Edad Media de los peregrinos europeos en su ruta hacia Compostela.

A pie del camino tenemos la iglesia de San Martín de Tours, cuyo interior alberga pinturas murales de estilo franco-gótico (siglo XIV), con un pantocrátor y escenas de la vida y crucifixión de Jesucristo. El interior del templo solo puede visitarse en horas concertadas (contactar con la Oficina de Turismo de Salvatierra).

Frente a la iglesia vive Aitor Laskibar, quien en 1995 hizo junto a un amigo el Camino de Santiago a caballo, desde su casa; ello no tendría mayor trascendencia, si no fuera porque durante toda la ruta fueron vestidos de Don Quijote y de Sancho Panza. Salieron —cómo no— en todas las televisiones y los diarios de la época.

La localidad dispone de un agradable albergue de peregrinos en pleno centro, gestionado por la asociación local. El desvío desde el camino queda a la altura del la ermita de Nuestra Señora de Ayala (siglo XIII) y está perfectamente señalizado.

Poco antes del pueblo pasaremos junto a la bella ermita románica de San Juan de Arrarain, construida en el siglo XII y una de las más antiguas de la comarca.

Entre Elburgo y Villafranca de Estíbaliz merece la pena el desvío hasta el monasterio románico de Nuestra Señora de Estíbaliz, patrona de Álava, que queda a 1,2 km de nuestra ruta; destaca su portada románica, la pila bautismal y la talla de la Virgen (Andra Mari), todas del siglo XII. Una vez allí podemos visitar el Centro de Interpretación del Románico en Álava.

Entramos en Vitoria por el moderno distrito de Salburua; son tres kilómetros de aceras y paseos pavimentados que, a estas alturas de la etapa, se hacen interminables.

SOBRE VITORIA:

La capital alavesa está considerada una green city: estamos ante una de las ciudades europeas con más metros cuadrados de zonas ajardinadas por habitante, con muchísimos espacios peatonales y carriles bici que recuerdan algunas ciudades nórdicas u holandesas.

El albergue de la Catedral, alojamiento habitual de los peregrinos en pleno casco antiguo, sería más bien un hostel; ocupa un edificio en la calle Cuchillería, a pocos metros de la catedral de Santa María.

Los peregrinos con credencial tienen precio reducido en la visita guiada de la Catedral (horas concertadas, dura 1h 30m): bajo el acertadísimo lema "Abierto por obras", se recorren los cimientos, la cripta, el templo y su triforio, se sube hasta la torre-mirador para finalizar en la portada gótica; vale la pena.

Al final de la visita a la catedral descubriremos su fantástico pórtico gótico, cuyas figuras todavía conservan la policromía original del siglo XV. Los trabajos de restauración del templo sirvieron de inspiración al escritor galés Ken Follet mientras elaboraba su novela “Un mundo sin fin", continuación de su popular best-seller "Los pilares de la tierra"; en agradecimiento, la catedral erigió una estatua en bronce del escritor a tamaño natural; está en el patio del Centro de Visitantes, en el Cantón de Santa María.

La ciudad fue construida hacia el año 1181 por iniciativa de Sancho VI el Sabio, rey de Pamplona y Navarra, sobre la antigua aldea de Gasteiz, de la cual se conservan restos de su muralla primitiva. Así, Gasteiz es el nombre del núcleo originario de la actual Vitoria, y no una traducción al euskera; por ello lo correcto sería utilizar siempre el nombre completo, Vitoria-Gasteiz.

Nos hallamos ante uno de los cascos medievales mejor conservados de toda la península (fue declarado Conjunto Monumental y Bien de Interés Cultural en 1997), con la mayor parte del trazado intacto. Asentado sobre una colina, su forma le ha valido el sobrenombre de la almendra, debido a la forma en planta del mismo.

Os recomendamos la visita al edificio Bibat en la calle Cuchillería, 54, que alberga dos museos excepcionales: el museo Arqueológico de Álava y el Fournier de Naipes (ambos gratuitos); cierra los lunes, excepto festivos.

El ayuntamiento ocupa el edificio conocido como Los Arquillos, una ingeniosa solución arquitectónica para aprovechar o disimular el desnivel existente entre el casco medieval, a cota mucho más alta, y el ensanche del siglo XIX, en el llano.

La oferta gastronómica de la ciudad es amplísima. Destacaremos dos restaurantes que nos encantan: el Siete (calle Cuchillería, 3), con menú al mediodía, siempre a rebosar, y el Sagartoki (calle El Prado, 18), con los pintxos más originales que podáis imaginar (hay un menú de cinco pintxos más copa de vino que se toma en la barra).

El dulce típico de aquí es la goxua, postre parecido a la crema catalana, que se elabora a base de nata, bizcocho, crema pastelera y caramelo.