Etapa 11. El Camino provee   

Me hubiera gustado dormir más, me ha sabido a poco! No te lo pierdas, que encima me he despertado antes de la hora prevista y no puedo volver a dormir! Serán los nervios de empezar montañas? Venga, pues vamos a ello!
Salgo de Casa Rufino bien cargada, llevo frutas para dos días, frutos secos, lata de sardinas y ayer me aseguré que en Loarre estuviera la panadería abierta y además tienen un poco de tienda. Soy consciente de que la mochila es pesada, pero no pesa. Será la super cena que me di anoche? Será...
Poco a poco voy ganando altura, llego al pueblo de Aniés y sigo adelante. Cuando llego a una bifurcación sé que el camino de Aniés a Loarre, que es el que está marcado con la flecha va 100 metros por encima del otro, que es el camino bajo de Aniés a Loarre. Me siento fuerte y no voy por la opción fácil, poco me falta para no hacer la subida al castillo de Loarre, pero lo dejaré para tener la excusa de volver de nuevo. Este camino me encanta y me gustaría poder hacerlo mucho más despacio y seguir los desvíos para ver otras cosas, así que, decidido: volveré!
Me alegro de haber cogido la opción del camino de arriba, ya que paso más cerca del castillo y tengo más vistas que desde el otro. La bajada no es difícil tampoco.  
Al llegar a Loarre, ya tengo el móvil en mano para localizar la panadería y veo 5 hombres en el puente que hay que cruzar para entrar al pueblo y también quiero sacarle una foto al puente. Les pido permiso para sacar la foto con ellos encima y yo consigo mi foto y rompo el hielo, que el puente es muy pequeño y además el tema Covid! Me pongo la mascarilla y al cruzar me dicen que ahora yo les tengo que aceptar un trozo de tortilla y les digo que justo iba a buscar el desayuno a la panadería. De eso nada, en un momento, tengo pan, tortilla y chorizo en mis manos! Acabo almorzando con ellos y al despedirme y darles las gracias, me ponen en una bolsa el resto de lo que habían traído. No puedo decir que no y además todo estaba buenísimo, así que me quito la mochila y lo acomodo en el interior. Al levantarla de nuevo, me doy cuenta del considerable incremento de peso, pero me la calzo y sigo en mi camino tras despedirnos y haberles pasado las fotos que saqué.  
En Loarre, me acerco a la panadería para saludar y comprar aunque sea una torta. No me gusta la idea de que alguien esté esperando a que venga la persona que le llamó y ésta no aparecer, pues siempre te quedas con un run-run lleno de “y si...?”
Sigo adelante hacia Sarsamarcuello y por un momento me salgo del trazado. Retrocedo y veo que una señal en un poste se había caído y por eso no la vi. Sin quitarme la mochila levanto el poste y lo aseguro en su agujero con un montón de piedras y prosigo con mi camino. Ahora voy por sendero en ascenso y voy cazando flechas amarillas en las rocas, disfruto mucho este trocito.
En Sarsamarcuello hablo con los vecinos mientras recojo agua en la fuente de abajo y al salir, otro vecino, con el que también me paro a hablar me recomienda que coja agua de la fuente de arriba, que está sin clorar y está muy buena. Cuando subo a la fuente, veo que se acerca un coche y que viene a recoger agua. La fuente tiene 4 caños que brillan agua constante, al las está el antiguo lavadero y todo está en una zona ajardinada donde se puede hacer una barbacoa y comer en una mesa a la sombra, está muy bien. Cambio mi agua y marchó, los recién llegados parecen no tener ganas de hablar, devuelven el saludo y no hay cruce de miradas.  
Inicio la segunda ascensión del día. Voy siguiendo un sendero unos metros hasta llegar a una pista que no dejaré en un buen rato. El ascenso es continuado pero suave y las vistas cada vez son mejores. Llego a la ermita de San Miguel y hay una furgoneta blanca con matrícula francesa. Al dar la vuelta a la ermita, me encuentro a los ocupantes. Son una familia joven con un niño que está empezando a caminar. Un sitio perfecto para compartir momentos en familia y crear recuerdos. Me reconocen como peregrina y me ofrecen fruta, pan, chocolate y muchas sonrisas. Niego los alimentos y les devuelvo más sonrisas.  
Prosigo mi camino y en una curva mirando al mirador de buitres veo un buen sitio para parar un rato a descansar. Me siento y quito los zapatos, qué maravilla! Un placer para los sentidos: el sol brilla y seca mi espalda junto a una suave brisa, mis pies se están refrescando al aire,  los pajaritos cantan, mis ojos están viendo lo que será el inicio de la zona de los mallos. Es momento de completar la gracia: sacar las cerezas de Bolea! Sí, anoche mientras estaba cenando, alguien dejó en la barra del bar del restaurante 2 cajas de cerezas y mientras pagaba las miré y Rufino, aunque no sé si este es su nombre, me dio una bolsa y me dijo que me sirviera. Aquí tuve la recompensa por las de Tamarite de Litera. Qué buenas y gustosas estaban.
Qué día más redondo llevo! Todo es fácil y sencillo.  
Vuelvo a ver las altas montañas nevadas pero no durará mucho esto. Según voy bajando las dejo de ver, sé que tarde o temprano las veré de nuevo.  
Sigo bajando y aparece ahí: la Foz de Escalate, parece que esté en algún punto del recorrido del señor de los anillos, pero sin la compañía del anillo, jajajaja!  
Pasar por dentro y por los puentes es impresionante y cuando no te das cuenta, ves ya La Peña Estación y Yeste al fondo, incluso reconozco la casa donde dormiré hoy.  
Me lo tomo con calma, ha sido una etapa espectacular, hasta el momento diría, la mejor de todas!  
Al llegar a La Peña Estación, busco el bar Carmen con la intención de agradecer a Elena, la chica que lo lleva, que me dijera que en Yeste se estaba abriendo algún tipo de alojamiento. Elena tiene el bar desde hace un año, le gusta lo que hace y se nota, a través de la mascarilla, se intuye su sonrisa constante y se le ve claramente en sus ojos. Cierra los miércoles.
Me voy hacia Yeste para dar por concluida la etapa y empezar con las tareas de peregrinos.  

La casa Rural Ger está recién restaurada y es muy grande. El chico que la ha montado se llama Oroel y lleva 3 años restaurando la casa, está muy muy bonita. Yo escogí la opción más económica y me alojó en la segunda planta en una amplia habitación con 8 camas con sus sábanas y edredón. Duermo de lujo, se nota que todo es nuevo y además estoy sola. 30€ la pernocta.

Enlace a Wikiloc:  
https://ca.wikiloc.com/rutes-senderisme/11-camino-de-santiago-desde-casa...
Buenas noches y buen camino!!!

Etapa 12. La etapa reina
Todas mis espectativas y mis temores se encuentran en esta etapa. Temores por lo desconocido, por la longitud, por la subida y más aún por la bajada. Espectativas porque cruzamos una gran montaña y pasaré por el lugar que da el nombre a este camino: San Juan de la Peña.
Para lo que tengo preparado hoy, empiezo tarde, me he quedado un rato de más en la cama, pero es que se estaba taannn bieennnn.
Empiezo a subir por el sendero a Ena tras dejar la carretera y es precioso. Se respira a Pirineo, aire limpio y perfumado, mmmm, delicioso. Se oye un río abajo, creo que es el Ena y se ven las pocetas con agua transparente, creo que más adelante lo tendré que vadear, a ver a ver...
Sigo subiendo por el bosque y la tranquilidad es absoluta, me siento observada, soy la turista ahí, es el lugar de los habitantes del bosque, no de los urbanitas, aunque yo me siento muy agusto allí, es como si fuera bien recibida. Intento hacer el mínimo ruido posible para no molestar.
Ena es un pueblo pequeño y muy bonito. Saco una foto a una casa y pienso que qué chulo sería que fuese un albergue y al salir de tomar la foto de la iglesia, vualá!, veo que es el albergue!!! Lástima que esté cerrado, me hubiera encantado dormir ahí.  
Prosigo por la pista hacia Botaya y ya no disfruto tanto. El día se está poniendo raro, pesado, el cielo está blanco, el sol brilla tras un velo de nubes bajas y hay humedad en el ambiente. Llego a Botaya y... Qué bonito! Ena y Botaya parece que compitan por ver cuál de los dos es más de cuento. Cojo agua de la fuente del final del pueblo, tal y como me indican y me siento a descansar en la mesa que hay al lado. El cielo se está encapotando, habrá que darse un poco de garbo en la subida.  
 Bajo por la carretera hasta que inicia de nuevo el sendero de subida al monasterio por la montaña y aunque en un principio no me hace ni fu ni fa, poco a poco va ganando encanto y se convierte en uno de mis trozos favoritos del día.  
Llego al monasterio nuevo y consigo mi sello, me dicen que en el monasterio antiguo no abren hasta las 15:30h y que si he de ir hasta Puente la Reina, no me va a dar tiempo y que amenaza lluvia. Bajo al monasterio antiguo y la trabajadora de la taquilla ya está en su puesto. Le pregunto si me puede sellar la credencial y abre la ventanilla y me dice que sí, la sella, me dice: “Buen Camino” y la cierra de nuevo sin esperar a que yo le dé las gracias y las buenas tardes, así que me acerco al monasterio, saco un par de fotos y comienzo la bajada no recomendada.  
Cuando empieza la parte de las pedruscos, empiezo a disfrutar de verdad, la bajada es vertiginosa en según qué momentos, un mal pie y adiós. Me gusta porque me hace activar la adrenalina y no porque me ponga a correr ni nada por el estilo. Bajo con prudencia y mucho cuidado y por fin, llego a la Santa Cruz de la Serós. Voy hasta la última fuente y hago un pequeño descanso.  
Ahí se me plantea una decisión, bajar por la carretera o seguir por el camino. Son las 5 de la tarde y aún me faltan unos 13km, cansada no estoy. Escojo el camino, por la carretera ya tendré tiempo de andar más adelante.
Pues menos mal, porque fue entrar en la pista asfaltada, que seguidamente se queda sin asfaltar y poco después se convierte en un sendero que me da la vida. Incluso me pongo a dar pasos rápidos, con mochila y todo y ni la noto! Subo y bajo y vuelvo a subir y bajar y estoy en la gloria. Así hasta que llego a Binacua, que se rompió la magia. Empieza el asfalto. Lo bueno, permite dar pasos rápidos y llegar al destino del día. Lo mejor, la llegada a Puente la Reina, me doy cuenta de que ya estoy en el tramo del camino francés y me reciben unos hombrecitos de piedra y el río Aragón.
Hoy duermo en el hotel Anaya, 25€ la noche, precio peregrino. Julio, el que se encarga del hotel es un hombre muy agradable y a los peregrinos nos trata muy bien. En todo momento fue muy amable y me deseó numerosas veces que tuviera un buen camino y que era consciente que ya no me vería más y que por eso, insistía en que tuviera mucha suerte en mi camino.

Enlace a Wikiloc:

https://ca.wikiloc.com/rutes-senderisme/12-camino-de-santiago-desde-casa...

Buenas noches y buen camino!!!

Etapa 14. La cuesta interminable 

Son las 5 de la mañana y me encuentro mirando las láminas del somier de la litera encima de mi cara. No puedo dormir más, lo intento, pero no funciona. A las 5:45 desisto y silenciosamente recojo mi saco, mochila y bastones y salgo de la habitación del albergue, bajo al recibidor y hago la mochila. Voy al baño e inicio la jornada.

Salgo de Ruesta por un sendero en bajada, cruzó un puente y veo unas cuantas máquinas excavadoras, es temprano aún y todavía no hay nadie trabajando. En estas, me doy cuenta que todavía no tengo cobertura y que dado que ayer era muy escasa también, no he mirado nada de la etapa de hoy y pienso: a ver si subo un poco y recibo algo de señal. 

Paso la ermita de San Jacobo y empiezo a subir por una pista. Y sigo subiendo durante un largo rato y aún no tengo señal, ya he subido cerca de 200 metros de desnivel cuando puedo abrir la guía de gronze y me entero de que todavía tendré que subir otros 150 metros más. Ok. A mí me gustan las subidas y más aún que las bajadas, pero necesito alicientes, curvas, vistas, senderos... Y aquí no tengo de eso! Oh no, me equivoco, aparece el embalse de Yesa por unos metros a mi derecha y verlo desde arriba con ese agua color turquesa es... Sigo subiendo y ya no veo más el embalse, suerte que le hice un par de fotos.

El día hoy es plomizo, bochornoso y el cielo es blanco, no corre nada de aire y aún es temprano, a ver si mejora un poco.

Llego a Undués de Lerda y me quedo hablando con un hombre que está picando piedra para la fachada de una casa que está en obras. Me dice que la chica que lleva el bar también se encarga del albergue. Y, aunque no lo tenía planeado así, al bar voy.

Desayuno y la chica me confirma que el albergue está abierto y recibiendo peregrinos, que tiene un coste de 11€ y que el próximo día 1 de junio abrirán el albergue de Sangüesa. Llegan los trabajadores de la obra a desayunar y yo me marcho ya.

Afuera me encuentro con un vecino y tenemos una buena conversación por un ratito y la disfruto bastante. Camino con él hasta su casa y me indica la salida para reemprender mi camino.

En nada, me encuentro con el mojón de granito que marca la entrada en Navarra. Voy bajando a Sangüesa por una pista interminable y reflexionando.

El día sigue igual, gris y aunque pienso en lo mucho que me hubiera gustado y me gusta caminar en un día así en invierno, no salgo de la apatía del día.

Es posible que me haya asaltado la melancolía por haber dejado atrás los Pirineos o por las preciosas etapas entre Huesca y Puente la Reina de Jaca o porque ya se acabó Aragón o porque se acabó el disfrute de un camino en exclusiva para mí o...

Me quedo con lo que me dijo el vecino de Undués:  “En el año de 1961, un kilo de trigo valía 5 pesetas y si lo cambiaba por gasoil, me llevaba 2 litros y aún me sobraba 1 peseta. Hace 12 años, con 3 kilos de trigo no llegaba para cambiarlo por un litro de gasoil. Y yo pregunto: ¿estamos mejor ahora que antes?”

...

Hoy duermo en la Pensión del Peregrino, en casa de Marian que me atiende con mucha amabilidad, tiene de todo lo que puede necesitar un peregrino y ella misma te lo ofrece sin que tengas la necesidad de preguntar. 25€ la noche. 

Enlace a Wikiloc:  https://ca.wikiloc.com/rutes-senderisme/14-camino-de-santiago-desde-casa...

Buenas tardes y buen camino!!!

Etapa 15. Ya en Navarra y más cerca del camino francés!
He dormido bien y suficiente, es la primera vez que duermo más de 7h desde que empecé este camino. Me siento bien y fuerte para afrontar la etapa de hoy. Además, ya he decidido que iré por el alto de Aibar.  
Ver la Foz de Lumbier, seguro es algo especial, pero la carretera para llegar a ella y luego para volver al camino más los 5km extra, no me lo hacen para nada apetecible, así que lo dejo para visitarlo en otra ocasión. Además, la cajera del Eroski en Sangüesa, me recomendó ir por el alto.
Salgo de Sangüesa por la carretera que va paralela al río Aragón y enseguida tomo el desvío a la izquierda para subir a Rocaforte. Esta sí es una subida empinada, corta e intensa. Rodeo el pueblo siguiendo las flechas y me encuentro en un camino hormigonado que pronto se convertirá en pista de tierra y que subirá suavemente. El camino pasa a ser algo así como una senda de carros llena de hierbas cortas, en la que es muy agradable caminar y después se convierte en un sendero también, ascendente y cómodo.
La subida de hoy no se me está haciendo nada pesada, en parte porque el camino no es monótono y porque el cielo es azul, lo que da un color más vibrante a todo alrededor.
Al pasar el puente bajo la carretera, en el Alto de Aibar, me doy cuenta de lo que podría ser caminar por aquí en un día de lluvia o tras un día de lluvia. Si yo ya tengo dificultad y estoy yendo con el terreno seco, no me quiero imaginar lo que debe ser cuando esté enfangado, pues las diferentes tipos de huella son profundas. El sendero sigue así durante unos 5km. Se camina por bosques de pinos altos y sube y baja suave y después, vuelve la subida, ya sin bajadas hasta Izco.
A partir de aquí camino por pista en ocasiones de tierra y en ocasiones de hormigón, paso Abinzano y Salinas de Ibargoiti y el camino es igual, y amartillea los pies. Tampoco hay sombras desde Izco y el sol hoy da fuerte.  
Cuando ya creo que acabaré la etapa así, gran sorpresa, entro en un bosque, con mucha sombra y suelo mullidito, y lo mejor de todo: alguien ya ha limpiado el camino de telarañas! Así llego a Monreal, en un día precioso, sin haber hecho ninguna parada de descanso y sin echarla de menos tampoco. Me siento bien. Ahora toca buscar el albergue, hacer las tareas del peregrino y preparar como quiero distribuir las siguientes etapas, ya en el camino francés. De momento, mañana llegaré a Puente la Reina y pasaré por la bella Eunate, que hace ya 13 años que no he visto, qué ganas!
Albergue Monreal por 10€. Estoy sola y me han dado la llave para que cierre. Al peregrino que vi hace dos días en Ruesta, no lo he vuelto a ver, supongo que habrá parado anoche en Undués y ya es casi seguro que no lo vuelva a ver, pues entre que estoy bien y que las etapas siguientes están algo complicadas de partir por el tema albergues, estoy pensando en volver a doblar. Casi que echo de menos la marcha!  
Ya os iré contando cómo me lo apaño.  
Enlace a Wikiloc:  
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Buenas tardes y buen camino!!!