Etapa 13: Vidago - Chaves | Recorrido

Distancia: 
17,6 km
Duración: 
4 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

0,0

2,2 km

Nos encontramos con la historia pre-termal de Vidago al recorrer su casco antiguo por la Rúa General Sousa Machado, a la que se asoman algunos solares dieciochescos con sus capillas. Concluye en el Largo do Olmo, con el palacio y capilla dos Machados, una fuente y la capilla de São Simão. En la plaza tomamos, a mano derecha, la Rúa João Seródio, que concluye en una ronda. Por ella alcanzamos la rotonda en la que arranca la Estrada de Valverde.

Ya entre pinos y robles, cuesta arriba vamos a Valverde, que también nos recibe con su Largo do Olmo, al que suceden el Largo dos Portais (café) y una capilla.

2,2

2,1 km

Una nueva carretera local continúa ascendiendo, entre olivos, viñas y, sobre todo, densos pinares resineros, hasta Pereira de Selão. Se trata de un pueblo recio y adusto, agrupado y con algunas de casonas de piedra.

4,3

2,4 km

Al lado de un oratorio mariano regresamos al cansino asfalto, ahora cuesta abajo y con la capilla de Santa Bárbara en lo alto de un peñascal a naciente. El terreno cada vez es más agreste, y vuelve a empinarse, entre una plantación de nogales y tres tristes y añosos alcornoques, antes de entrar en Redial, que cuenta con capilla de Santiago, curiosa fuente y un par de solares. En su repertorio de arquitectura popular destacan varias casas con solanas.

6,7

3,3 km

Al dejar atrás la aldea, es llegada la buena hora de seguir una pista de tierra, que principia junto al templete pétreo que acoge un moderno y mal acoplado Sagrado Corazón de María.

El ambiente mediterráneo, que ha sido santo y seña del Camino Interior, regresa en su trilogía más representativa: viña, olivos y pinos. De este modo comenzamos a descender al valle del Tâmega, con la aparición de Chaves al fondo, por medio del bosque. Todavía nos faltan 2 horas de marcha, y en vez de tomar el GR señalado a Chaves hemos de proseguir al frente hacia São Pedro de Agostem, cuya iglesia también hace acto de presencia en un plano más próximo.

Cuando percibamos que estamos rodeando el núcleo, y más concretamente el santuario de Nossa Senhora da Saúde, en vez de seguir la pista conviene subir por una pequeña escalera, encajada en el muro de contención, que da acceso a su atrio. En él contamos con una gran área de descanso provista de wc, fuente, dos palcos de piedra con bancos y una especie de altar de campaña dispuesto en un edificio acristalado, y por supuesto la capilla. Mitad de jornada, buen apetito.

10,0

4,3 km

En vez de regresar al camino, salimos del recinto del santuario por la Rúa do Prado, que baja entre dos casas y muere en una carreterilla por la que vamos a la izquierda hasta las viviendas dispersas de Campos. Al frente queda Paradela da Veiga, pero nosotros torcemos a la izquierda para continuar el descenso hasta Vila Nova de Veiga, con iglesia de torre exenta pintada de blanco.

En todo momento entre casas, por la Rúa 25 de Abril entramos ahora en Outeiro Jusão (surtido bar-tienda que tiene un poco de todo y fuente), con edificios tradicionales maltrechos y una cruz.

14,3

3,3 km

Acaso para que no nos olvidemos nunca más de ella, la N2 hace acto de presencia y nos obliga a seguirla, desde la rotonda que marca el inicio del área urbana de Chaves, los últimos 2 km. Por una larga recta que parece no tener fin, jalonada por talleres, churrasquerías y restaurantes de menú barato, casas con su jardín, almacenes y hasta un supermercado Leclerc, alcanzamos la ciudad.

El acceso a su parte antigua se halla precedido de plataneros, pero el Camino hace mal en no cruzar el singular Parque Público, prefiriendo rendir tributo a esa nacional procedente de Faro, en el Algarve, que aquí tiene su p.k. 0 para hacerse la foto.

A nosotros nos interesará más tomar a la izquierda la Rúa Cândido Sotto Mayor y atravesar el río Tâmega por un monumental puente, ahora sí genuinamente romano. Tal y como rezan las dos columnas conmemorativas dispuestas en el centro, fue mandado levantar por el emperador Trajano a comienzos del siglo II de nuestra era.

La Rúa da Ponte, de pintoresco caserío con balconadas de madera, nos conduce al Largo do Arrabalde, y aquí comienza el casco medieval en su día murado, que recorremos por la Rúa Direita hasta la Praça da República, con el pelourinho y la iglesia matriz. Enlaza con la inmediata y monumental Praça de Camões, presidida por el autor de Os Lusíadas y enmarcada por la matriz, la Misericórdia, el Museo da Região Flaviense (Oficina de Turismo), tras el que se asoma la torre de homenaje del castillo, y la Câmara Municipal. ¡Mejor bienvenida imposible!

17,6