Etapa 87: Siena - Ponte d'Arbia | Al Loro

Distancia: 
25,4 km
Duración: 
6 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

Si se prolonga la etapa 5 km más se puede pernoctar en Buonconvento, un bello pueblo histórico que nada tiene que ver con Ponte d’Arbia.

Hay un bar-restaurante en el polígono industrial que precede a Isola d’Arbia, justo al lado del Camino (Tavola Calda L’isolotto), y en la misma localidad una tienda y un bar (La Sosta del Pellegrino), antes del desvío: nada más en toda la etapa.

De Isola d’Arbia a Quinciano no hay fuentes, y lo mismo desde aquí a Ponte d’Arbia.

Aunque el sterrato toscano resulta idóneo para las bicis, e incluso se celebra sobre él una famosa prueba del calendario ciclista profesional en primavera (Strade Bianche), la señalización oficial prefiere mandar a los bicigrinos por Ponte a Tressa y Monterone d’Arbia, o sea, siguiendo la Via Cassia.

Una vez en Monteroni, se propone continuar por SP12, y luego por una carretera local que comunica una serie de poderes o casas agrarias. Al final será necesario retroceder 1 km, desde Serravalle, si se pretende dormir en Ponte d’Arbia. En nuestra opinión sería más positivo pasar por Lucignano d’Arbia, que es la localidad más interesante de la zona con su pieve medieval y una puerta torreada de la muralla.

Certosa di Maggiano. Aunque fundada en el s. XIV, lo que ahora vemos es fruto de la reconstrucción del s. XVI, con la iglesia de San Niccolò con su torre y cúpula y un elegante claustro al que se puede acceder.

La entrada en Isola d’Arbia es un horror: carretera sin arcén, mucho tráfico y un entorno degradado. La buena noticia: que cuando concluyan las obras de la variante en curso, cuyo viaducto volará sobre nuestras cabezas, pasará a convertirse en una vía local.

El único interés de la localidad es la iglesia románica de Sant’Ilario, sumamente sencilla.

Antes la traza oficial pasaba por Cuna (sigue señalizada), pero actualmente la evita, siendo opcional. La diferencia de distancias entre ambos itinerarios es insignificante.

Sobre una elevación del terreno se divisa una granja que, en realidad, tiene aspecto de burgo murado. No estamos errados, porque en la época medieval fue una hacienda agraria fortificada, y en el s. XII contaba con un hospital de peregrinos.

El desvío a Monteroni d’Arbia solo debe realizarse si necesitamos utilizar sus servicios o queremos conocer su molino medieval. Hasta el centro hay que caminar 1,5 km, pero 500 m antes ya hay bares.

Su principal monumento es un molino, pero un molino muy especial, ya que es grande, parece un castillo y data del s. XIV. En la actualidad es la sede del Ayuntamiento.

Aunque existe más de una opción para alojarse, el albergue del Centro Cultural Cresti es una estupenda elección. Dispone de excelentes instalaciones y, por ahora, es de donativo.

Las opciones son pocas: la pizzeria Il Ponte, con pasta de primero y buena carne de segundo; el café-estanco y tienda Al modo mío cuenta con una agradable terraza, en la que se puede consumir lo que se adquiere; el bar H, también con su terraza, ofrece panini y focaccia.