Etapa 31: Oloron-Sainte-Marie - Sarrance | Al Loro

Distancia: 
20,6 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
4

La provisión diaria de alimentos debe realizarse en Oloron antes de la partida o, para no perder el tiempo, el día anterior.

Quien al amanecer, en Oloron siga el camino de Arles “oficial” hasta la catedral de Sainte-Marie, tendrá que retroceder por la Rue de Revol, cruzando de nuevo la Gave d’Aspe para converger en la Place Saint-Pierre con la vía directa.

Para el descanso se nos ofrecen hoy muchas posibilidades, todas panorámicas o rodeados de bosques; la más atractiva, quizá, sea la del parque termal de Saint-Christau, que además se localiza a mitad de camino. En Escot también hay una caseta para los senderistas, con fuente, en el centro del pueblo.

Toda la ruta es ciclable salvo los siguientes tramos, siempre con fácil alternativa: 1. el paso por el bosque entre Oloron y Soeix, y el tránsito similar entre Soeix y Eysus (en ambos casos se puede seguir la D338); 2. el camino entre Saint-Christau y Lurbe (alternativa por la D918, y luego por la D238); y 3. la complicada senda fluvial a la derecha del Aspe entre la capilla de Notre-Dame-du-Bon-Secours y Sarrance (en este caso toca ir 2,4 km por la N134).

Cuando llueve el primer tramo por el bosque, saliendo de Oloron, suele estar convertido en un barrizal, y la bajada a Lurbe-Saint-Christau sumamente resbaladiza.

El típico caserío bearnés de montaña se agrupa alrededor de la iglesia de Saint-Pierre, levantada en el s. XVI pero con múltiples añadidos.

En Saint-Christau el camino sigue la carretera, pero es más recomendable meterse un instante por el parque del balneario que, aunque es privado, está abierto y no se impide el paso; de este modo, además, atajamos algo hasta la capilla.

Alrededor de un lago rodeado de bosques y en un entorno siempre cargado de humedad, el complejo termal, no exento de un aire de melancólica decadencia, consta de varios paseos arbolados de plátanos, diferentes especies arbóreas, jardines, hoteles de los s. XVIII y XIX, las termas en rotonda y una capilla. El agua tiene una composición férrico-cuproso-sulfurada.

La localidad tiene asiento en una terraza fluvial formada por los ríos Barescou y Aspe, que aquí confluyen al pie de una garganta. Apartada del pueblo queda la iglesia parroquial de Notre-Dame de l’Assomption, del s. XVII, y en la boca del desfiladero la capilla de Notre-Dame-du-Bon-Secours (s. XVIII).

Mucha atención al cruzar la N134, frecuentada por camiones que van a toda pastilla, junto a la capilla de Notre-Dame-du-Bon-Secours.

Del mismo modo que en Saint-Guilhem-le-Désert o en Dourgne, Sarrance nos ofrece la posibilidad de pernoctar en un monasterio y compartir, si lo deseamos, la oración y la misa con los padres premonstratenses.

El actual monasterio, al igual que el pueblo rodeado por bosques, fue erigido en los albores del siglo XVII. La iglesia de Notre-Dame acoge la imagen pétrea de la Virgen Negra, del s. XIV. Una serie de tablas polícromas relatan el hallazgo de la imagen y diversos milagros, así como una recargada representación del Árbol de Jesé; el órgano data de 1660. Adosado al templo se encuentra un claustro clasicista de dos pisos. Apartada del santuario queda la capilla de la Pierre, situada al borde del río en el lugar donde apareció la imagen, acompañada de una fuente santa.