
Oloron-Sainte-Marie
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Notas destacadas
Los mercados se celebran alrededor del Hôtel de Ville la mañana del viernes. Asimismo, existe un pequeño halle, junto al ayuntamiento, que de martes a sábado, en horario de mañana y tarde, acoge puestos de alimentación. Un supermercado muy céntrico: el Carrefour Market inmediato a la alameda. Otro más pequeño: el Petit Casino de la place de la Cathedrale. |
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El Camino entra por el quartier de Nôtre-Dame, organizado alrededor de una plaza presidida por el tempo homónimo, neorrománico del s. XIX, de esbelta torre y amplia cripta. |
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Agrupado en una colina, el barrio de Sainte-Croix cuenta con la iglesia románica del mismo patronazgo (s. XI-XII), en cuyo crucero es de admirar una singular bóveda estrellada de ocho puntas inspirada en las califales de la mezquita de Córdoba. De la muralla se conserva la torre de Grède, del s. XIV. La Promenade Bellevue es un mirador panorámico sobre la ciudad, el valle de Aspe y los Pirineos. En cuanto a la Maison du Patrimoine, dieciochesca, acoge colecciones de arqueología y etnografía, así como un jardín medieval. |
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El tercer barrio es el de Sainte-Marie, dominado por la catedral románica, declarada por la Unesco Patrimonio Mundial. Con evidentes paralelismos con Sainte-Foy de Morlaàs, su portada contiene un gran tímpano de mármol, con un Descendimiento de la Cruz sobre un crismón y bajo él dos tímpanos menores donde figuran el Pantocrátor y un hombre entre dos grifos. Las arquivoltas acogen escenas de la vida cotidiana y la gastronomía del pasado, en la exterior los 24 Ancianos del Apocalipsis, y en el arranque aparecen una figura ecuestre identificada con el emperador Constantino, y un hombre devorado por un león. Sostienen el parteluz, como en Morlaàs, sendos atlantes o esclavos encadenados. De tres naves y con girola, la cabecera ya pertenece al Gótico, contando con cinco capillas poligonales. Adosado a la basílica queda el palacio episcopal (1751), que integró una torre del s. XIV. |
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Al margen de los tres barrios fue creada la alameda, con sus jardines, fuentes y plátanos, como espacio de tránsito hasta la estación del tren. Ambos son aportaciones del s. XIX. |
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El dulce más típico de Oloron es el gâteau russe, que pese a las leyendas inspiradas en su nombre fue creado en el s. XIX, y acaso fue así llamado por la procedencia de las almendras, que en aquel entonces venían de Crimea. Se trata de una tarta parecida a la de Santiago, y también decorada con azúcar glas, pero con su relleno de praliné, a base de merengue, avellana y almendra. Tienen fama los de la pastelería Artigarrède (1 Place de la Cathédrale), su inventora, a 2 euros la porción. |
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Quien al amanecer, en Oloron siga el camino “oficial” hasta la catedral de Sainte-Marie, tendrá que retroceder por la Rue de Revol, cruzando de nuevo la Gave d’Aspe para converger en la Place Saint-Pierre con la vía directa. |
Cultura e Historia
La capital del Haut-Béarn tiene su antecedente en el asentamiento ibero-romano de Iluro, estratégicamente emplazado en la puerta del Pirineo, donde confluyen los valles de Aspe y Ossau, con sus respectivos ríos. En 1080 fue repoblada por el vizconde Centulle V, y en 1085 restablecida la silla episcopal. Desde ese momento se desarrollan dos burgos independientes: Sainte-Marie, en torno a la catedral y señorío del obispo; y Oloron, propiedad del vizconde, con la iglesia de Sainte-Croix. Las dos poblaciones no se unirían hasta 1858.