Etapa 79: Massa - Camaiore | Al Loro

Distancia: 
25,6 km
Duración: 
6 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Ya deberíamos de estar acostumbrados, pero en Massa no nos dejemos guiar por los cartelones marrones de la Francígena, que marcan la ruta de bicicletas, y no la peatonal, confundiendo mucho.

El trayecto entre la salida de Massa y el desvío a Montignoso coincide con la SS1 o Aurelia. No siempre hay aceras o arcén, y el tráfico es intenso por las mañanas.

Vale la pena avanzar hasta Montignoso para desayunar allí tranquilamente, lejos del fragor de la carretera estatal. También dispone de varias tiendas a pie de vía que, a diferencia de las de Massa, ya estarán abiertas.

De nuevo nos enfrentamos al dilema de seguir la misma traza que los de a pie, posible en gran medida (salvo en la partida de Massa), o la azul oficial. La segunda, recordando que hay una variante litoral que viene directamente a Pietrasanta, rodea el castillo de Massa. Luego, en vez de continuar por la SS1, circula en paralelo a la vía férrea, confluyendo con la traza roja en Montignoso.

En Strettoia, sin mucho sentido, se aparta de nuevo de la VF peatonal para seguir la Via Strettoia hasta Ripa, y optar por otro vial para alcanzar Vallecchia, accediendo a Pietrasanta por la SP8.

De Pietrasanta a Capezzano Pianore opta por apartarse al sur por un trazado bastante artificial e insulso.

Por fin, la entrada a Camaiore prefiere hacerla por la antigua carretera paralela a la SP1, y no por el dique al otro lado del río.

Varios monumentos se agrupan en la Piazza del Duomo. En primer lugar la catedral de San Martino (ss. XIV-XVII), de pulcra fachada marmórea, con la torre y el baptisterio dieciochesco exentos. La flanquean el convento de Sant’Agostino (ss. XIV-XV), centro cultural y museo de Bocetos, y la torre del Reloj (s. XVI). Y hacia el sur se localiza la Rocchetta Arrigihina (s. XV), con la puerta de Pisa.

Numerosas esculturas, obra de artistas de todo el mundo, aparecen distribuidas por la ciudad y configuran un espectacular museo al aire libre, titulado Parque Internacional de la Escultura Contemporánea, cuya visita se completa con la del Museo de los Bocetos. Fernando Botero, conocido artista colombiano que reside aquí parte del año, ha donado a la ciudad uno de sus obesos guerreros (Piazza Matteotti), así como los murales de las puertas del Paraíso y el Infierno, en la iglesia de San Antonio y San Biagio.

Saliendo de la localidad la Francígena pasa ante la Pieve de San Giovanni e Felicita (ss. XI-XII), con torre del s. XVI.

En el casco antiguo es muy acogedor el Giardino Murato (Parque Giovanni XXIII), que con sus pérgolas genera un espacio recogido, ideal para comerse un bocadillo, leer o simplemente reposar.

La colegiata de Santa Maria Assunta (s. XIII), con alta torre gótica del s. XIV, fue reedificada en el s. XVIII, época a la que pertenece su interior.

Aquí debemos probar la scarpaccia, así denominada por ser una torta rústica, fina como la «suela de un zapato» y crujiente, a base de calabacín.