Etapa 8: Logroño - Nájera | Al Loro

Distancia: 
29,0 km
Duración: 
6 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

La etapa puede acortarse pernoctando en la pequeña aldea de Ventosa; por el contrario, los peregrinos más en forma pueden alargarla sin mayores problemas hasta Azofra, un tranquilo y acogedor pueblo que cuenta con un buen albergue de peregrinos.

Hoy cruzamos un territorio vitivinícola de anchos valles y suaves montañas; en verano, el calor es intenso. La autovía A-12 vuelve a ser, por desgracia, una incómoda compañía en algunos tramos.

Hoy los desniveles son moderados, son dos ascensos a reseñar: La subida al Alto de la Grajera, a la salida del parque homónimo, corta y por asfalto; y la subida al Alto de San Antón, más larga, por pistas de tierra, pero tan progresiva que alcanzamos el alto casi sin darnos cuenta.

Los servicios intermedios de la etapa los encontramos en el parque recreativo de la Grajera (fuente, y bar-restaurante que no abre temprano), en Navarrete y en Ventosa. Hay fuentes en el tramo de Logroño a Navarrete, pero no de Navarrete a Nájera.

Un apicultor, Álvaro, ha creado un proyecto singular (La Mielería) que permite a los visitantes conocer el mundo de las abejas y su importancia en la biodiversidad. Viernes, sábados y domingos ofrece cata de hidromieles, terraza, food truck, musica y eventos. Más info: https://www.campomiel.com.

Hay un atajo, bien señalizado, que nos ahorra 600 metros a cambio de no pasar por Ventosa; para tomarlo debemos seguir recto, en paralelo a la autovía, en vez de torcer a mano izquierda dirección Ventosa.

Pocos kilómetros antes de Nájera pasamos junto a un guardaviñas; refugio circular de piedra para los agricultores de la vid, tradicional de La Rioja.

Destaca el extraordinario conjunto monumental de Santa María la Real, a la salida a pie de camino.

La afluencia fluvial de La Rioja permite huertas abundantes y de gran calidad. La menestra de verduras o los platos de legumbres, como las alubias pochas o los caparrones, son platos muy destacados en las cartas de los restaurantes. No obstante, la elaboración más conocida son las patatas a la riojana, un guiso a base de patatas, chorizo y pimiento choricero.

Aunque puede resultar difícil de encontrar fuera de la temporada de vendimia,  las chuletillas de cordero asadas con brasas de sarmientos de las vides es un plato especial para degustar.

El chorizo riojano y el queso camerano, un queso de cabra con Denominación de Origen, son buenos productos para llevar en la mochila y disponibles en todas las tiendas de la zona.