Etapa 7: Los Arcos - Logroño | Al Loro

Distancia: 
27,6 km
Duración: 
6 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

En general hoy caminamos por cómodas pistas de tierra y, a la entrada de Logroño, por carriles peatonales asfaltados; sin embargo, hay un tramo entre Torres del Río y Viana que presenta una orografía abrupta, con alguna bajada pronunciada.

Excepto los últimos 4 kilómetros, el camino sigue el eje de la nacional N-111 (en Navarra renombrada NA-1110), que cruzamos varias veces.

Todas las localidades de la etapa de hoy cuentan con servicios de restauración.

A la entrada de Viana (hay una fuente) el camino sube al Casco Antiguo, dando un rodeo por la derecha. La localidad merece sin duda una visita; aún así, quien lo prefiera, puede atajar por la carretera y enlazar con el camino (que la cruza) 1,8 km más adelante; el ahorro es sólo de 300 metros.

La entrada a Logroño transcurre por zonas de implantación industrial; es muy fatigosa los días de intenso calor.

Entramos en Logroño cruzando por el Puente de Piedra el mayor río del Camino Francés: El Ebro.

A mitad de camino entre Viana y Logroño abandonamos la comunidad Navarra para entrar en La Rioja, región de fama internacional por la calidad de sus vinos (entre otros motivos).

Nota septiembre 2023: El albergue municipal de peregrinos, de 46 plazas, temporalmente solo ofrece 8 camas por obras de renovación. No admite reserva, salvo en temporada baja (de noviembre a febrero; obligatoria).

En el ámbito cultural cabe destacar: La iglesia románica del Santo Sepulcro (visitas de 9h a 13h y de 16:30h a 19h; precio 1 euro), en Torres del Río; el conjunto del Casco Antiguo de Viana, con su iglesia de Santa María; y, en Logroño, la catedral de San María, la iglesia de Santiago el Real, y el Puente de Piedra, tres de los principales monumentos de la capital.

Quienes deseen profundizar en la obra del Santo Sepulcro pueden leer el artículo de Antón Pombo: Santo Sepulcro de Torres del Río: Un templo enigmático

El mejor entretenimiento peregrino en Logroño es ir de pinchos. La calle Laurel y las colindantes son las más cotizadas. Para no perderos ninguno de los establecimientos más conocidos, lo mejor es acceder a la Guía de pinchos y platos La Laurel, editada por los mismos bares y la Oficina de Turismo. La mayoría de locales tienen su tapa estrella, por la que son reconocidos.

Podemos visitar bodegas tradicionales, como las Bodegas Francoespañolas y las bodegas Viña Ijalba, que ofrecen catas y demostraciones.