Etapa 13: Laredo - Güemes | Al Loro

Distancia: 
28,7 km
Duración: 
7 h 15 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
3

La jornada comienza recorriendo los 4,1 km de la playa de Salvé, siempre mejor por la arena que por el paseo; al final de ésta, en el Puntal de Laredo, se toma una barca de pasaje a Santoña, localidad que queda justo enfrente, en la otra orilla de la bahía.

Los tickets de la barca a Santoña se compran una vez a bordo, y el viaje, que dura 5 minutos, cuesta 2,50 € por persona (ida), más 1,50 € por bicicleta (precios 2024). El horario es de 9:00 a 14:30 o 19:00 (según temporada) en servicio continuo, con salidas cada 15 minutos. El servicio se presta de mediados de marzo a finales de octubre. Más información en www.excursionesmaritimas.com

Durante el invierno, cuando no funciona la barca, deberemos rodear la bahía y las marismas de Santoña por el interior, pasando por Colindres, Gama y Escalante. La ruta está señalizada y supone 4,1 km más, pero carece del aliciente de caminar a lo largo de tres playas.

Entre las playas de Berria y Noja ascenderemos El Brusco, colina de 78 metros de altitud, por una senda estrecha y empinada que nos regala magníficas vistas sobre ambas playas. El lugar vale la pena pero hay que caminar con precaución, especialmente en la bajada; en caso de mal tiempo será mejor rodear el monte por la izquierda, siguiendo el carril de color rojo.

La subida a El Brusco es el único tramo no ciclable de la jornada. De hecho, el rodeo por la izquierda corresponde a una variante pensada para bicis, aunque también la suelen utilizar los caminantes en días de mal tiempo. Sin dejar el carril rojo, se pasa por el barrio de Piedrahita para volver acto seguido a la costa en Helgueras.

Una excursión muy recomendable —para hacer sin mochila— es la ruta senderista al espectacular faro del Caballo, en el monte Buciero, con un descenso final de 763 escalones excavados en la roca. En verano hay una embarcación turística que navega hasta dicho faro, con cuatro servicios al día, y que puede tomarse tanto en Santoña como en Laredo.

El monumento más destacado es la iglesia de Santa María de Puerto, del siglo XIII, situada a 400 metros del centro. Desde allí podemos retomar el camino por la avenida Virgen del Puerto.

A la salida pasaremos por delante del penal de El Dueso, prisión construida en 1907 y envuelta por una fama siniestra. En 1937, durante la Guerra Civil, se convirtió en campo de concentración de detenidos del bando republicano, y un millar de ellos fueron fusilados a los pies de sus muros.

Os recomendamos, poco antes de llegar al pueblo, tomar un desvío señalizado (son apenas 600 metros) para visitar la iglesia románica de Santa María de Bareyo, del siglo XII, con ábside y pila bautismal muy interesantes; desde allí disponemos de flechas que nos conducirán de nuevo a la ruta sin necesidad de volver atrás.

La Cabaña del Abuelo Peuto es sin duda el albergue más carismático del Camino del Norte: el padre Ernesto Bustio, viajero empedernido y tenaz trabajador en pro de un mundo más justo, lo dota de un carácter fraternal. El camino hasta allí está señalizado y se toma 1,8 km antes del pueblo de Güemes.

Aquellos que no vayan al albergue pueden seguir por la carretera CA-447 que les llevará directamente al pueblo de Güemes, donde continúa la ruta. Si decidimos comer o tomar algo en el pueblo, donde hay dos restaurantes, disponemos de indicaciones para ir desde allí al albergue (a 1,5 km), sin necesidad de volver atrás.

La localidad, importante puerto pesquero, es famosa por sus anchoas, que dan actividad a varias industrias conserveras. Durante el mes de mayo se celebra aquí la Feria de la Anchoa.

Un guiso muy típico es la marmita de bonito, a base de bonito, patata, cebolla y pimiento, que sería el equivalente al marmitako vasco.

La localidad es conocida por sus nécoras, pescadas de forma tradicional.