Etapa 9: Lamego - Santa Marta de Penaguião | Recorrido

Distancia: 
21,7 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
5

0,0

3,1 km

Situados en la catedral, retrocedemos unos pasos por la Av. Visconde Guedes para tomar la Rúa da Olaria, de nombre gremial y antiguo origen, pues servía de conexión entre el burgo alto, en torno al castillo, y el bajo. Seguimos al frente por la Rúa de Almacave, que pasa ante la iglesia de São Francisco y luego ante la medieval de Sta. María de Almacave, para salir del centro por la Praça do Comércio, bien surtida de tiendas, cafés y panaderías.

La ciudad va quedando atrás por la Rúa da Boavista, que coincide con la N226 y hace honor a su nombre ofreciéndonos buenos encuadres sobre el castillo, el santuario de Os Remédios, la ciudad baja y los valles circundantes. Pronto, a mano izquierda, tomamos la Rúa de São José, que se prolonga ante el Collegio de Lamego (1898) y, entre muros de piedra, hasta el bello cruceiro do Bom Jesus dos Terramotos e Perseguidos. Fechado en 1757, muestra cruz rallada y al Crucificado y Nossa Senhora da Lapa.

Tras una oración, sobre todo aquellos que teman sufrir un terremoto o se sientan perseguidos, bajamos hasta la N226, yendo por ella un corto trecho, en compañía de una pomarada, hasta la Quinta do Atoleiro. La dejamos a mano derecha para dar comienzo al fascinante descenso entre las terrazas vinateras del Douro, dispuestas en bancales construidos en piedra a lo largo de los siglos. La vid aparece acompañada por olivos, nogales y otros frutales.

De camino queda la Quinta da Estrêla. Poco después, la primera aldea de este nuevo mundo y paisaje cultural es Souto Côvo, con fuente, el café Ferreira y moderna iglesia con zona de descanso.

3,1

2,1 km

Ya a la vista Peso da Régua, descendemos hasta la N2, que cruzamos para tomar la carretera a São Pedro de Balsemão por la Rúa da Quinta do Atalho. A los 250 m giramos bruscamente a la izquierda para continuar la bajada al Douro; utilizamos un camino, con tramos empedrados en pizarra, en pésimo estado. Nos conduce a Sande, pueblo grande al que entramos por la Rúa do Jogo da Bola hasta el Largo do Terreiro, con la capilla de Nossa Senhora da Guía, y hasta el Largo do Pelourinho (cafés), con la iglesia de Santiago. En este punto confluye el Camino de Torres, procedente de Salamanca.

5,2

2,4 km

Nota junio 2023: La descripción del recorrido de Sande a Valdigem no está disponible.

7,6

5,8 km

Nota junio 2023: La descripción del recorrido de Valdigem al puente sobre el río Douro no está disponible.

Cruzamos el río Douro por el soberbio puente metálico de 1872, ahora reservado al uso peatonal y convertido en lugar de paseo y mirador sobre la ciudad y el cañón fluvial.

Por el barrio de Juncal, en el que se localiza la estación ferroviaria que sustituyó a los barcos rabelos en el traslado de los barriles de vino hasta Gaia, ante la gare tomamos la Rúa José Vasques Osório, en la que se alza el singular templo de la Santa Casa da Misericórdia.

Se prolonga en la comercial Rúa dos Camilos hasta la bifurcación con la Rúa Serpa Pinto (derecha), que es por donde prosigue el Camino Interior hacia el norte. No obstante, las señales jacobeas que se corresponden con el Camino de Torres conducen al río (¡cuidado con seguirlas!), hasta donde únicamente hemos de desviarnos si quisiéramos visitar el Museu do Douro, sellar en la Oficina de Turismo, contemplar el muelle de cruceros o descansar en el parque fluvial.

13,4

3,4 km

Por lo tanto, tengámoslo bien claro, tenemos que girar a la derecha por la Rúa Serra Pinto, que pasa junto al monumento a los aviadores Gago Coutinho y Sacadura Cabral (1927), levantado para conmemorar la primera travesía aérea del Atlántico sur en 1922, y luego ante la Câmara Municipal, instalada en un palacete de fines del s. XIX.

En la Praça do Município comienza el largo ascenso para abandonar la foz del Douro. Tomamos primero las rúas Dr. Maximiliano de Lemos y Pedro Verdial, y luego la de la Cruz das Almas (bar, tienda), desde la que por la Costa do Canavarro bajamos un instante hasta la capilla das Sete Esquinas.

0,9 Capilla das Sete Esquinas. Reanudamos la marcha entre viviendas con sus jardines y viñas ante la Casa da Calçada y, ya en Remostias, ante la quinta homónima y la de Fontão.

0,8 Remostias. Al este divisamos el valle del río Corgo, encajado en un barranco como todos los de la zona, con sus terrazas, viñedos, quintas y palmeras. Siempre al frente desembocamos en la N2 ante la capilla de São Gonçalo, en lo alto, y la Quinta da Porta. A un paso quedan el café Central y un parque con mesas, bancos, soberbia panorámica.

1,7 São Gonçalo.

16,8

1,2 km

En vez de seguir la nacional se sube por la Rúa de São Gonçalo (capilla), y pasamos luego ante el solar de la Fundação São Vicente. A los 350 m nos desviamos a la derecha por la empinada Rúa de São Pedro, que asciende hacia un mirador. Antes de alcanzarlo volvemos a descender, fatídico ciclo, precipitadamente por la Rúa do Alto da Majoa; ésta nos deja en Vila Maior (café a 150 m), núcleo que bordeamos por la Rúa de Quintã.

18,0

2,7 km

Principia aquí una carreterilla pintada, sin tráfico, que se convierte en privilegiado y permanente mirador sobre el valle del Corgo, uno de los mejores escenarios para admirar el cultivo intensivo de la vid combinado con los olivos. Si pasamos en el inicio del otoño estaremos de suerte, pues podremos contemplar la vendimia.

Rodeando un nuevo barranco transversal llegamos a la Quinta do Herodes, no queremos pensar cuál es la razón del nombre, y el Casal da Cruz, clásico solar con capilla situado en Bairro. Poco después, cuesta arriba pasamos junto a la iglesia parroquial de São João de Lobrigos con su camposanto.

Tras el templo vuelta a la N2, por la que solo nos separan 600 m del acceso, desde una rotonda, a São Miguel de Lobrigos, con la Quinta da Portela y su bodega. Aquí resulta incomprensible que no esté marcado el camino histórico que continúa hacia Santa Comba, o al menos que el camino que va a Santa Marta pase junto a la iglesia de São Miguel.

20,7

1,0 km

Para satisfacer los intereses de Santa Marta de Penaguião, lo que debería ser una variante, sugerida para beneficiarse de sus servicios, se ha convertido en el itinerario único. Tras superar una rotonda, desde la que una escultura femenina nos ofrece un racimo de uvas, ante unas alminhas llegamos al centro del pueblo, donde se sitúan la Oficina de Turismo, el pelourinho y el gran edificio de la Câmara Municipal.

21,7