Etapa 5A: Huéneja - Alquife | Al Loro

Distancia: 
18,7 km
Duración: 
5 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Etapa breve pero muy entretenida, que atraviesa la comarca del Marquesado del Zenete, antiguo señorío del siglo XV y que hoy designa una mancomunidad de municipios. A lo largo del recorrido deberemos superar numerosas cuestas y también bajadas pronunciadas, si bien los desniveles son moderados.

La jornada discurre por caminos de tierra y senderos entre los 1.150 y 1.290 metros de altitud. Aquí las temperaturas suelen bajar mucho en invierno, por lo que el paso de una borrasca en los meses más crudos puede conllevar ventisca y nevadas copiosas.

Atención con un pozo o socavón (actualmente señalizado y rodeado con piedras) que queda junto al camino, en un tramo por un campo de almendros en el trayecto hacia Dólar.

En Dólar hay un bar (abre a las 10:30) y una panadería artesana; Ferreira cuenta con un bar-restaurante, mientras que en La Calahorra disponemos de varios bares, tiendas de alimentación, un hostal-restaurante y un hotel. En Alquife hay supermercado, un par de bares, una casa rural y un albergue privado, situado a las afueras del pueblo.

Durante la etapa gozaremos de vistas fantásticas de Sierra Nevada, que hace honor a su nombre; la cordillera cuenta con varias cumbres que superan los 3.000 metros de altitud, entre ellas el Mulhacén, punto más alto de la Península con 3.482 metros; el nombre sería la adaptación al castellano de Muley Hacen, penúltimo sultán nazarí de Granada.

El camino pasa junto a varias casas-cueva, construcciones tradicionales excavadas en las laderas de los cerros arcillosos. Les dedicaremos un par de Loros en la próxima etapa, durante la cual atravesaremos barrios y pueblos repletos de dichas viviendas troglodíticas, algunas de las cuales datan de los siglos XV y XVI.

Es interesante la restauración de unos baños árabes que se descubrieron bajo el edificio del antiguo ayuntamiento, en la calle Real, y que estaban compuestos por tres salas abovedadas.

Como puede deducirse de su nombre, esta localidad creció fruto de la actividad minera, en especial la extracción de mineral de hierro. Nuestra ruta asciende por las empinadas calles del casco antiguo y pasa al pie de la antigua alcazaba, hoy reconvertida en Centro de Interpretación de la Arquitectura Árabe; la entrada es gratuita.

El skyline de la localidad está dominado por el castillo de La Calahorra, de estilo renacentista, levantado entre los años 1509 y 1512 sobre una antigua fortaleza árabe; destacan las cuatro torres cilíndricas de sus esquinas, rematadas con pequeñas cúpulas de obra, así como el espléndido patio interior con arquerías y balaustradas.

Justo antes de entrar al pueblo, frente al cementerio, podremos sacarnos una foto junto a la estatua a tamaño natural de Clint Eastwood, quien protagonizó aquí algunas escenas de la película El bueno, el feo y el malo, spaghetti western dirigido en 1966 por Sergio Leone. A la entrada del pueblo, junto al Centro de Salud, vemos la estatua sedente del actor Sean Connery, protagonista de la película El Viento y el León (1975) que fue rodada en el castillo de La Calahorra.

Poco antes de acceder al pueblo pasaremos junto a una gran explotación minera a cielo abierto, de la cual se extrae mineral de hierro desde la antigüedad; junto a ella veremos varias hileras de casas, hoy ruinosas, donde vivían técnicos de la empresa y trabajadores con sus familias. La explotación reabrió en 2020 tras permanecer inactiva durante décadas.

La zona más alta de la localidad corresponde al antiguo barrio del Cerro, abandonado tras el hundimiento de varias galerías subterráneas de las antiguas minas (no en vano el nombre del pueblo proviene del árabe al-Kahf, que significa «la gruta»); a pesar de la desolación, adentrarse por sus calles resulta toda una experiencia. Fijaos que el Ayuntamiento sigue pintando de blanco el exterior de las casas cada año, a pesar de estar muchas de ellas en ruinas.

Os recomendamos las gachas colorás, receta típica de la comarca a base de harina de maíz. Entre las tapas destacaremos el tabernero (fritura de carne picada), los chérigan y la asadura de carne en ajillo.

Otros platos de la zona son el guisado de pimientos, el sustento (una modalidad de estofado), las migas de patata y las gurrupinas, con harina, patatas y bacalao. En Cuaresma se suelen cocinar dulces como los papaviejos, unos buñuelos fritos y muy esponjosos.