Etapa 17: Dourgne - Les Cassés | Al Loro

Distancia: 
34,0 km
Duración: 
8 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Aunque resulte inaudito, el GR está mal señalizado a la salida de Dourgne, donde tras la Mairie no se sigue por Le Forgeron (recto), sino a la derecha por la av. Clément Eychenne hasta la D85.

Revel sería un gran fin de etapa, con albergue específico de peregrinos, pero las distancias son las que son, y esto genera un problema. La cuestión es que el albergue de Les Cassès es pequeño (6 plazas), y no siempre tendremos sitio. ¿Alternativas?: 1. Plantearse un día relajado, disfrutando de Sorèze, y pararse en Revel, pequeña pero acogedora ciudad, 2. Antes o después del Lac de Lenclas detenerse en algunas de las chambre d’hôtes inmediatas al Canal; 3. Desde el mismo lago subir hasta Saint-Félix-Lauragais, también con chambre d’hôtes y un hotel, y además una histórica y bella localidad, pero aquí ya estamos hablando de 3 km, y otros tantos de vuelta al día siguiente; y 4. La que viene siendo una opción recurrente, que pasa por alargar la etapa otros 3 km y luego tomar el desvío a Saint-Paulet (1 km), que tiene el estupendo albergue Villa Caline [ver en la siguiente etapa], aunque de este modo nos vamos a los 38 km.

No solo no hay problema alguno para los bicigrinos, sino que al entrar en el Canal de la Rigole os encontraréis en vuestra salsa: una pista ancha, de tierra compactada, siempre en ligero descenso y a la sombra; le Paradis, ¡no se puede pedir más!

Su conjunto histórico son palabras mayores. Además de la gran Abadía-Colegio (s. XVII y XVIII), con su Museo de Tapices Contemporáneos y un parque de 6 hectáreas, nos podemos perder paseando por sus calles y plazas. Por el casco medieval aún es posible contemplar muchos edificios con característicos voladizos y entramados de madera rellenos con piedra, ladrillo o mazorca, algunos de cuyos bajos están ocupados por artesanos y artistas. Domina el conjunto la imponente torre octogonal fortificada, que perteneció a la desaparecida iglesia de Saint-Martin (s. XV), a la que se puede acceder previo pago. Algo apartada, la iglesia neo-románica de Nôtre-Dame de la Paix data de 1862 y conserva el órgano de la abadía, del s. XVIII.

Hoy no nos podemos quejar de la compra, con Revel a mitad de etapa para abastecernos. Si somos afortunados, y pasamos en sábado, podremos hacerlo en uno de los mercados más sugerentes y animados de la región, considerado uno de los 100 mejores mercados de Francia, todo un espectáculo. Siempre con presencia de productores locales, por supuesto, a quienes se reservan los históricos halles, en el resto de la gran plaza se multiplican las oportunidades para adquirir frutos de la estación, quesos, patés, conservas artesanales o comida recién preparada y caliente. ¡Suerte!

De Revel en adelante, incluido Les Cassès, no hay más tiendas (tan solo algunas provisiones a la venta en la gîte d’étape La Passeur-Elle), por lo que si queremos cocinar en la cena tendremos que cargar provisiones.

En el centro de la regular bastida se sitúa una gran plaza cuadrangular, y en ella los halles, mercado compuesto por una compleja estructura de madera de roble, con 79 postes, restaurado por última vez en el s. XIX; el edificio está vivo, pues cada sábado sigue cumpliendo su función. En la torre central de piedra, donde estaban la cárcel real y el cuerpo de guardia, a partir de la Oficina de Turismo se visita una exposición sobre la historia de Revel, y se accede a la linterna del remate, mirador sobre el casco antiguo.

En el casco antiguo aún podemos ver algunas casas medievales del mismo tipo que las de Sorèze, por ejemplo en la calle Taur, con la del Senescal (s. XV). Los restantes edificios de soportales, en lengua d’oc denominados garlandas, son de los s. XVII y XVIII. La iglesia de Nôtre-Dame-des-Grâces (s. XVIII) fue ampliada en la siguiente centuria, y provista entonces de dos torres y dos cúpulas neo-bizantinas.

Como capital de la ebanistería, existe un interesante Museo de la Madera y la Marquetería, caso único en Francia. Más info: www.museedubois.com.

No dejéis de comprar algo en La Fournaria de Revel (27 rue de Dreuilhe, Revel), a un paso de la plaza del mercado, una boulangerie con panes artesanos, croissanes y bollería para chuparse los dedos.

En el Lac de Lenclas, por muy agradable que resulte rodearlo, se ahorra casi medio kilómetro si optamos por cruzar su dique.

Canal de la Rigole. Aunque tendremos tiempo de hablar del Canal du Midi en etapas sucesivas, pues será nuestro compañero en varios tramos hasta Toulouse, el sector que hoy nos ocupa explica la resolución, por parte de Pierre-Paul Riquet, del nudo gordiano que impedía ejecutar tan magna obra. En efecto, para salvar la pequeña elevación que en medio de la llanura separaba los dos mares, y a la vez mantener siempre el canal mayor abastecido de agua, ingenió crear un embalse alimentado a lo largo del año por los arroyos de la Montaña Negra, el bassin de Saint-Ferréol, y trasladar a conveniencia su agua por La Rigole.