Etapa 18: Córdoba - Cerro Muriano | Al Loro

Distancia: 
17,9 km
Duración: 
5 h 15 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
3

En los últimos años varios peregrinos han muerto por golpe de calor. No recomendamos hacer este camino entre junio y septiembre, puesto que las temperaturas, especialmente en Andalucía y Extremadura, superan con mucha facilidad los 35 °C y, de forma cada vez más frecuente debido al calentamiento global, los 40 °C, alcanzando incluso los 43 o 44 °C algunos días, así como temperaturas nocturnas de casi 30 °C que dificultan enormemente el descanso.

Si alguien espera una jornada aburrida o de mero trámite, está muy equivocado: la salida de la ciudad resulta breve y bastante llevadera, y el resto de etapa es magnífica. Tras superar un par de urbanizaciones nos internaremos en un paisaje de bosques y dehesas, con parajes preciosos por la Sierra de Córdoba, una de las estribaciones de Sierra Morena.

Aunque sea una etapa cortita, la hemos calificado con un grado de dificultad 3 debido a su perfil exigente: el ascenso a la sierra supone unos 450 metros de desnivel positivo, con fuertes cuestas en los últimos 8 km, cuando el sol estará ya en lo alto.

El recorrido, señalizado mediante azulejos y placas de cerámica, arranca desde la misma Mezquita (por la fachada que da al río), siguiendo las calles Corregidor Luís de la Cerda y Cardenal González, para atravesar la plaza del Potro; las flechas nos conducen ante la iglesia de Santiago, después por la Magdalena y finalmente por la de San Lorenzo.

Nada más salir del casco urbano cruzaremos un bonito puente romano sobre el arroyo Pedroches. Algo más adelante nos incorporamos a la Cañada Real Soriana, vía pecuaria que atraviesa buena parte de la península, desde Sevilla hasta Soria. Quienes hayan realizado el Camino de Madrid la recordarán, pues un ramal de dicha cañada pasa cerca de Segovia.

Hay bares y restaurantes en cada una de las diferentes urbanizaciones, pero quedan apartados de nuestro recorrido.

El camino pasa junto a su entrada, decorada mediante un arco de triunfo monumental con aspecto de Puerta de Alcalá en versión kitsch, construido en 2003 durante el boom inmobiliario. En su friso consta el nombre y apellidos del promotor y que era un obsequio de éste al Ayuntamiento: el mal gusto y la megalomanía son evidentes. Por cierto, dicho promotor –un poderoso empresario cordobés más conocido como Sandokán, que fue también concejal del consistorio de la ciudad y presidente de su club de fútbol– ha cumplido varias condenas por corrupción y delitos fiscales.

Pasado el acceso a la ermita de Linares, los ciclistas deben seguir la misma pista en vez de ascender por el camino a mano derecha, pues algunos tramos de éste son escalones de piedra complicados.

La localidad es una pedanía de la ciudad de Córdoba, y acoge una base militar del Ejército de Tierra, sede de la Brigada-X Guzmán el Bueno; cuenta con bares y restaurantes, así como algún alojamiento.

Quienes prefieran volver a Córdoba para pernoctar y completar sus visitas, disponen del autobús de la línea N, con salidas cada hora y media, que tiene parada junto a la estación de tren y de autobuses de la capital. El trayecto dura unos 30 minutos.

Desde la Edad del Cobre se explotaban aquí minas de dicho metal, actividad que alcanzó su apogeo en época romana, especialmente a principios del siglo I d.C. bajo el gobierno del emperador Tiberio; ello propició la construcción de una calzada que unía este distrito minero con Corduba y Emérita Augusta (Mérida), capitales respectivamente de las provincias romanas de la Bética y Lusitania.

Según la creencia popular, el nombre procedería de Mons Marianus, por un cónsul o delegado de Roma llamado Sexto Mario, derivando después a Cerro Muriano. Pero lo más probable es que haga referencia a las murias, montones de piedras sueltas que quedan en las explotaciones mineras, como las que aún pueden verse por aquí.

Tras la caída del imperio romano, las minas no volvieron a ser explotadas hasta bien avanzado el siglo XIX, cuando en el año 1872 se otorgó su concesión a la Cordoba Copper Company Ltd. Esta compañía inglesa siguió extrayendo mineral hasta 1929, cuando el precio del cobre se desplomó durante el famoso crack bursátil y la explotación dejó de ser rentable.

En los bosques de la Sierra pueden encontrarse numerosas setas comestibles, entre las que destacan los faisanes, los níscalos o robellones y los célebres hongos de pie azul. También es muy habitual la recogida de espárragos silvestres, tanto trigueros como serreños.