Etapa 17: Comillas - Colombres | Recorrido

Arrancamos en la plaza del ayuntamiento nuevo, junto a la fuente de los Tres Caños; doblamos la esquina de la Casa Ocejo —fácilmente reconocible por sus arcos conopiales— y tomamos la calle Marqués de Comillas, que corresponde al tramo urbano de la CA-135, aprovechando su paseo arbolado y dejando a nuestra izquierda el palacio de Sobrellano. Superamos una rotonda y seguimos de frente por la carretera CA-131 (paseo de Solatorre), donde comienza un agradable andadero para caminantes y ciclistas, flanqueado por plátanos de sombra; al cabo de 1,8 km, tras acceder al Parque Natural de Oyambre, pasamos sobre la ría de La Rabia y 1,4 km más adelante cruzamos un puente sobre la ría del arroyo Capitán, donde giramos a mano derecha por la carretera local CA-236; bordeamos un campo de golf y llegamos a la playa de Oyambre, muy frecuentada por surfistas.

Tras superar el aparcamiento, pasamos junto a un camping y seguimos un andadero para peatones, pintado de color verde, junto a la carretera CA-236; ascendemos al barrio de Gerra, pequeño núcleo alrededor de una ermita (donde hay también un hotel, un restaurante, un bar con terraza –que abre a partir de mediodía– y, algo más lejos, una posada).

Iniciamos una larga bajada por el carril peatonal con magníficas vistas sobre toda la costa y, al fondo, los Picos de Europa. Al llegar al PK 4 de la carretera, en el acceso a la playa de Gerra, podemos bajar a la arena (atención, siempre en función de la marea y del oleaje) y seguir caminando por ésta, sin desniveles, hacia las playas del Rosal y de Merón, a la entrada de San Vicente. [Nota: los ciclistas —así como los caminantes, si el estado del mar no aconsejase ir por la arena— deberán seguir la carretera, con varias subidas y bajadas, para tomar al cabo de 1,2 km una pista a mano derecha que desciende a la playa de Merón]. Avanzamos junto a los bloques de apartamentos, superamos la playa del Tostadero y desembocamos en una rotonda, donde enfilamos el largo puente de La Maza (de 500 metros de longitud) sobre la ría de San Vicente, construido en el siglo XV y que hoy soporta el tráfico de vehículos de la N-634.

Nada más cruzar el puente llegamos a una pequeña rotonda, donde debemos prestar mucha atención: el camino oficial sigue de frente, junto a la primera casa, por una calle en fuerte ascenso, evitando entrar en el casco histórico de la villa que queda a apenas 300 metros.

Ascendemos por la acera de la calle, con fuerte pendiente, y al cabo de 150 metros tomamos a la izquierda el Camino Alto de Santiago, también en subida; tras pasar junto a un hotel, giramos a la izquierda por la calle Fuente El Hayedo por la que abandonamos el casco urbano; continuamos, sin dejar la pista asfaltada, a lo largo de un bonito tramo entre prados, y al cabo de 1,5 km cruzamos un puente sobre la autovía A-8. 

[Nota: aquí han colocado un cartel que sugiere un atajo (ver Al Loro) a Serdio que ahorra 2,1 km].

En caso de optar por el trazado oficial, franqueamos un puente sobre la vía del tren y entramos en la localidad de La Acebosa, sin servicios.

Al llegar a una placita giramos a mano izquierda, siguiendo la acera de una carretera local; pasamos ante la iglesia y su muro de piedra, y 130 metros después tomamos una calle en subida que sale a nuestra derecha; el ascenso, con fuerte pendiente, se prolonga en zigzag por una pista estrecha; pasamos junto al cementerio, alcanzamos un alto y continuamos, ahora en bajada, hasta desembocar en la carretera local CA-843 (muy cerca de este punto hay un bar-restaurante, que queda a apenas 100 metros del camino). Seguimos dicha carretera en dirección a Estrada y Abanillas, avanzando con sumo cuidado pues no dispone de arcén.

Continuamos por la misma carretera CA-843, siempre con precaución, en dirección a Estrada; al cabo de 1,4 km llegamos a las primeras casas de esta población, donde veremos una carretera local que indica “Serdio, 1 km”, pero nosotros seguimos de frente —sin desviarnos— por la misma CA-843 durante 350 metros, para girar a la derecha junto a la torre medieval de Estrada; aquí tomamos una pista que, tras descender una vaguada, nos conduce al pueblecito de Serdio (localidad que dispone de un pequeño albergue municipal, un bar-restaurante, una hostería, una posada y varias casas rurales).

En la plaza de la iglesia, junto a la torre-campanario, tomamos una pista de asfalto flanqueada por muretes de piedra seca; continuamos de frente durante 400 metros para, en una bifurcación, seguir la pista que sale a la izquierda, en suave descenso; al cabo de 500 metros, en una explanada junto a una curva, veremos un sencillo mojón y un poste de madera, punto donde actualmente se bifurcan el Camino Lebaniego y nuestro Camino del Norte.

Nosotros continuamos en dirección oeste, por la misma pista asfaltada por la que veníamos, siguiendo las vieiras y flechas amarillas; dejamos a nuestra derecha una explotación de áridos, tras la cual iniciamos el descenso al valle del río Nansa; desembocamos en la carretera CA-181 y la seguimos a la derecha (el pueblo de Muñorrodero, por donde no pasamos, queda a 300 metros a la izquierda).

Aquí debemos extremar la precaución, pues el arcén presenta algunos tramos estrechos; avanzamos en paralelo al río, para tomar un atajo a mano derecha que se interna entre los árboles y cruza un pequeño túnel por debajo de la vía del tren; volvemos a la carretera, pasamos bajo el viaducto de la A-8 y al cabo de 250 metros, al llegar ante el bar La Barca, giramos a la izquierda y franqueamos el puente sobre la ría de Tina Menor, que es como aquí se conoce la desembocadura del río Nansa. Justo al final del puente torcemos a mano izquierda por una pista asfaltada que, tras un buen repecho, nos deja en Pesués (localidad que dispone de un hostal-restaurante al otro lado de la nacional, a 150 metros del camino).

Pasamos ante una casa pintada de verde, frente a la cual vemos un transformador eléctrico que dejamos a nuestra izquierda; seguimos de frente por dicha calle y al final de las casas tomamos una pista con gravilla, para al cabo de 80 metros torcer levemente a mano derecha, por un camino de tierra que desciende y se interna en el bosque. Enseguida llegamos junto a la vía del tren, que no cruzamos: avanzamos siempre en paralelo a ésta por el sendero durante 1,3 km, a la sombra de un tupido bosque de ribera que nos acompaña hasta entrar en Unquera (localidad que dispone de múltiples servicios).

Ya sea por la acera de la calle principal —tramo urbano de la nacional N-621, con numerosos bares y comercios— o por el andadero que discurre en paralelo a lo largo de un parque, desembocamos finalmente en el puente sobre el río Deva.

Cruzamos el puente sobre el río Deva (ría de Tina Mayor), abandonando la región de Cantabria para entrar en el Principado de Asturias.

Frente al puente, junto a una bonita casa indiana conocida como Villa Delfina, tomamos una rampa empedrada en fortísimo ascenso; tras 1,4 km de subida continuada llegamos al casco urbano de Colombres, localidad que cuenta con todos los servicios. Siempre de frente, accedemos al centro de la villa, una plaza elíptica alrededor de la cual están el ayuntamiento, la iglesia y el Museo de la Emigración (Fundación Archivo de Indianos), en una finca con bellos jardines que podemos visitar.