Etapa 7: Cervera de Pisuerga - San Salvador de Cantamuda | Recorrido
0,0 | |
3,2 km | Desde la plaza Mayor seguimos la calle Matías Barro y Mier, bajo los soportales; atravesamos la avenida de Aguilar y continuamos a lo largo de la calle Labradores hasta el final, donde nos incorporamos a la acera de la carretera CL-627; tras apenas 150 metros, al llegar a la altura del puente de piedra, cruzamos un paso de peatones y enfilamos el paseo de la Bárcena, con el río Pisuerga siempre a nuestra derecha. Al final del parque veremos un panel informativo del Camino Lebaniego Castellano y, justo al lado, la escultura rechoncha de un oso pardo: aquí comienza la Senda del Oso, ruta con la que compartiremos trazado durante los próximos kilómetros (y también con el GR-1 “Sendero Histórico”, con sus señales blancas y rojas). Tras superar una noria de riego, descendemos junto al cauce del río (hay variante en caso de crecida) y continuamos durante 300 metros por un sendero estrecho, a la sombra del bosque de ribera; el recorrido prosigue, ahora por camino más ancho, hacia la localidad de Arbejal (en el pueblo hay un bar-restaurante, si bien no suele abrir hasta el mediodía). |
3,2 | |
8,5 km | Cruzamos el puente sobre el Pisuerga; llegados a la plaza de la Fuente, giramos a la izquierda para acometer la cuesta que asciende a la iglesia de San Andrés y, justo detrás de ésta, al mirador de Arbejal (con buenas vistas del pico Curavacas y de Peña Carazo); continuamos por un sendero herboso y al cabo de 300 metros nos incorporamos a una pista asfaltada, pero la dejamos tras la primera curva, tomando un camino de tierra que sale a mano derecha, en fuerte ascenso: comienza aquí uno de los tramos más bellos de nuestra ruta, primero por pista forestal y después por diferentes senderos, bajo un espeso robledal. Tras coronar un alto descendemos —con precaución— hasta el embalse de Requejada, donde giramos para bordearlo por la derecha; 250 metros más adelante, en un recodo, dejamos la Senda del Oso y torcemos a mano izquierda, pasando por una antigua cantera. 3,6 Mirador de Santa María de Vañes, donde arranca un sendero a media ladera sobre el embalse, con los primeros metros un tanto aéreos (ver Al Loro). Continuamos bordeando el lago, ahora a través de un bosque con robles y avellanos; en este tramo, durante el cual franquearemos varias portillas, conviene estar muy atentos a las marcas del GR-1 y a las señales lebaniegas. Finalmente salimos a unos prados y nos incorporamos a la carretera CL-627; a nuestra izquierda vemos las casas de Vañes, localidad por donde no pasamos. 1,8 Carretera CL-627; avanzamos a mano derecha por su arcén —con precaución— durante apenas 150 metros, donde tomamos un camino a la izquierda en ascenso, con vistas al embalse y al puente de la carretera, de la cual nos distanciamos. Tras superar una cerca de ganado iniciamos la bajada al valle de Castillería, donde veremos indicaciones de la ruta al Roblón de Estalaya (que queda a apenas un kilómetro, ver Al Loro). Atravesamos un puente sobre el arroyo Castillería y salimos a un aparcamiento, donde abandonamos el GR-1; cruzamos la carretera y seguimos un sendero desdibujado que discurre entre los prados; salvamos un riachuelo por una pasarela de madera y ascendemos, ya por asfalto, al pequeño pueblo de Estalaya. 3,1 Estalaya. |
11,7 | |
6,3 km | Tras pasar bajo la iglesia entramos al pueblo, donde giramos a la izquierda y cruzamos una carreterilla local, a la altura de una fuente; seguimos por detrás de ésta y tomamos un sendero herboso, en duro ascenso; durante los próximos kilómetros deberemos esforzarnos para localizar visualmente los sucesivos hitos con señales lebaniegas, que en ocasiones quedan tapados por la vegetación; finalmente accedemos a un altiplano donde avanzamos por una vereda ancha, con rodadas; superamos una cerca (suele estar abierta) y, tras un par de repechos, nos incorporamos a una pista de tierra que conduce, de nuevo en subida, al Bosque Fósil de Verdeña. 2,7 Bosque Fósil de Verdeña (ver Al Loro), curiosa reliquia botánico-geológica donde vale la pena detenerse. Seguimos ascendiendo y al cabo de 300 metros llegamos al techo de la jornada, el mirador de La Pernía, a 1.300 metros de altitud, con vista panorámica sobre esta comarca natural. Comienza aquí un descenso muy pronunciado que conduce a una bifurcación (el pueblo de Verdeña, sin servicios, queda a la derecha, 1,5 km fuera de la ruta); nosotros giramos a la izquierda y enfilamos una bajada larga pero muy entretenida por un valle de montaña, con prados, vacas y caballos, casi siempre por senderos poco trillados. Tras cruzar una portilla pasamos a un camino más ancho que nos acerca, siempre en bajada, hacia la carretera CL-627. 2,3 Desvío a Venta Morena (restaurante y alojamiento que queda a 1,6 km); giramos a mano derecha y continuamos por el camino, en paralelo a la carretera, durante 500 metros; finalmente la cruzamos —con cuidado— y seguimos de frente, atravesando un puente de piedra sobre el río Pisuerga. Entramos en San Salvador de Cantamuda, donde las señales nos conducen a la plaza del ayuntamiento, presidida por su rollo de justicia (del siglo XVI). 1,3 San Salvador de Cantamuda, cabeza del municipio de La Pernía. |
18,0 |