Etapa 14: Anglès - Boissezon | Al Loro

Distancia: 
20,4 km
Duración: 
4 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Es menester recordar que en toda la etapa no hay áreas de descanso para comer, ni tiendas para avituallarse, ni monumentos que visitar, ni lugares para guarecerse si el tiempo no acompaña. El bosque es el rey casi absoluto.

Acaso ya con hartazgo de tanta montaña y tanto verde, algunos peregrinos, deseosos de alcanzar la llanura, y una urbe bien provista de servicios, se atreverán, en la falsa idea de que todo es cuesta abajo, a alcanzar de un tirón Castres (36,8 km desde Anglès). Imposible no es, pero no lo recomendamos a no ser que, para compensar el palizón, se piense descansar un día entero en la ciudad.

Aún no han concluido las penalidades para los ciclistas, sobre todo por el peligro que ahora tienen las pistas forestales descendentes, muchas de ellas socavadas por las lluvias torrenciales y repletas de piedras. En caso de que sea la estación lluviosa, más vale claudicar y seguir la D61 por Le Rialet, con desvío final hacia Boissezon, o al norte la D68 y, por Cambounès, la D93. Al margen de las vías departamentales, hay un sinfín de pistas locales asfaltadas que nos permitirán atajar.

Pese a su tamaño, la oferta de alojamiento es muy completa, y va desde un albergue municipal de buen nivel a otras alternativas más familiares, incluida una casa rural en las afueras. En todo caso se trata de establecimientos destinados preferentemente a los peregrinos.

Sólo hay una farmacia, y una carnicería los martes, jueves y viernes.

Una estatua acompañada de dos niños, que algunos creen la Virgen, representa en lo alto de la localidad a la Salimonde. La leyenda local la describe como una ninfa o hada, bella mujer de largos cabellos, que tiene por morada los bosques que rodean a la localidad. Cada año, por la Candelaria, se aparece, y si come una manzana quiere decir que el año agrario será bueno; si la rechaza, aguarda mala cosecha.

La iglesia de Saint-Jean-Baptiste, en origen gótica pero sucesivamente reedificada, ocupa el lugar en el que tenía asiento el castillo medieval. De él ha quedado en pie la torre du Guetteur.

El Musée Mémorial pour la Paix-Le Militarial, que sólo abre con reserva, en sus siete salas expone 5.000 objetos que evocan las guerras del siglo XX. Equipamientos, armas, maquetas y todo tipo de documentos, con especial atención al maquis que buscó abrigo en estas montañas. Más info: www.emilitarial.com.