Etapa 94: Viterbo - Vetralla | Al Loro

Distancia: 
16,6 km
Duración: 
4 h 15 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Conviene valorar la posibilidad, 2 km después de Vetralla, de acogerse en el monasterio benedictino femenino Regina Pacis (Cura di Vetralla), inmediato al camino y muy recomendable.

Hasta Pontarello, ya próximo a Vetralla, no encontraremos ni servicios ni fuentes, por lo que es imprescindible salir bien abastecidos de Viterbo.

La variante de San Martino al Cimino —de Viterbo a Vetralla— es el camino oficial, aunque pocos peregrinos optan por este recorrido. Alarga el recorrido en 5,3 km, y su perfil es más exigente. Para más info, ver la página Recorrido de la etapa.

Los bosques de la variante de San Martino forman parte del área protegida del Monte Cimino y el lago de Vico, y están mayormente formados por caducifolias, sobre todo robles y castaños.

San Martino al Cimino (variante). Los monjes blancos de Pontigny (Yonne, Francia) fundaron en el s. XIII la abadía de San Martino. De la obra primigenia restan la cabecera y el transepto de la iglesia, y parte del claustro, pues el conjunto fue reedificado en el s. XVII, época a la que pertenecen las dos torres de la fachada.

Aunque la variante corta no presenta grandes inconvenientes para las BTT, si se usa una bicicleta de cicloturismo se puede seguir la ruta azul, que no coincide con ninguna de las dos alternativas pedestres y carece de atractivo. Deja Viterbo por Via Vico Quinzano y prosigue por la Strada Ponte Sodo, cruzando la Cassia, y por las también locales y tranquilas carreteras Olmo y Filante hasta la estación del tren de San Martino al Cimino. Poco después enlaza con la SP10, por la que sigue hasta Tobia y Tre Croci, entrando en Vetralla por la Strada Forocassio.

La Vía Cava Etrusca de la Strada Signorino, titulada Cava Sant’Antonio por la presencia de un oratorio dedicado al franciscano, es una sorprendente obra etrusca, de carácter ciclópeo, excavada en el tufo volcánico. En algún tramo parece que avanzamos por un angosto desfiladero, encajados entre paredes de hasta 12 m de altura.

Un particular ha creado La Panchina del Pellegrino Barbara, un lugar de reposo con sello, libro de visitas y un pequeño jardín. ¡Se agradece!

A la llegada casi todos los peregrinos paramos en el primer bar, que no es otro que Il Giardino del Pellegrino, con su jardín y terraza.

Junto al duomo (Via Cassia, 173) se encuentra la panadería Dal Fornaio Diotallevi Roberto, que elabora artesanalmente pan, dulces, pizza, etc., todo delicioso. Cierra domingo.

La Via Cassia es el eje mayor del casco histórico, y acoge algunos palacios y templos de interés, entre ellos el duomo (Gian Battista Contini, 1711) y la iglesia de San Francesco, meritorio edificio románico del s. XI, reconstruido en 1207, en el que perdura una cripta de los ss. VII-VIII.