Etapa 9: Vigo - Redondela | Al Loro

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En 2022 se inauguró una Vía Verde entre Vigo y Redondela, una alternativa más corta y segura que el camino actual. Más info: https://bit.ly/362F2fL

La única dificultad de la etapa será localizar las flechas de salida de Vigo; hay un truco muy sencillo para los que estáis Al Loro: sólo deberéis preguntar por la Rúa Urzáiz, arteria principal de la ciudad, y seguirla en ascenso hasta su final en el barrio del Calvario, una vez se convierte en bulevar peatonal.

Siempre por la Rúa Urzaiz, tras pasar ante el mercado do Calvario superaremos tres calles y giraremos a la izquierda por la cuarta, la Rúa de Toledo; desde allí tenemos flechas amarillas pintadas que seguiremos sin pérdida posible hacia Redondela.

La jornada de hoy recorre la Senda da Traída das Augas, una pista muy agradable con tramos de bosque y utilizada a diario por paseantes, runners y ciclistas. Avanzaremos por ella sin apenas desniveles, gozando de vistas panorámicas sobre Vigo y su ría.

El tramo por la Senda o Camiño das Augas es tranquilo, sin pueblos ni tiendas. A mitad de etapa, en el kilómetro 8,2, disponemos de un área de descanso y autoservicio, y a la altura de Cabanas encontramos un agradable bar-tapería, casi a pie de ruta y elevado sobre el camino, donde disfrutar de una terraza cubierta con espléndidas vistas sobre la ría. Casi al final de la etapa pasaremos junto a un par de furanchos, barcitos populares un tanto improvisados, donde se bebe vino de la propia cosecha y se puede tapear –o comer– bien y muy casero.

Como su propio nombre sugiere, bajo el Camiño da Traída das Augas discurre una gran conducción que distribuye el agua potable a la ciudad de Vigo y a Redondela; la tubería subterránea arranca desde la presa de Eiras, a más de 40 km, y fue construida entre 1967 y 1972.

Desde el camino disfrutaremos de vistas sobre el puente de Rande y la ensenada de San Simón, donde en 1702 fueron hundidos varios galeones españoles cargados de oro de las colonias americanas, tras ser atacados por una flota anglo-holandesa. Desde entonces muchos buscadores de tesoros han intentado dar con el precioso cargamento, que permanece sumergido en algún punto del fondo de la ría.

Merece la pena dar un rodeo (no está señalizado) de 1,5 km para contemplar la panorámica de la ríaislas Cíes incluidas— desde el mirador de Campo da Rata, conocido por su emblemático mellor banco do mundo. Situado en lo alto del monte de Cedeira, apenas pasado el puente de Rande, hay que emprender el ascenso (moderado) a la derecha 400 m después de la primera intersección con el Camiño da Igrexa Vella (y 100 m después de la segunda). Tras subir 350 m, tomamos una vereda a la izquierda y la seguimos 300 m, manteniéndonos a la izquierda, hasta llegar a un bosque de eucaliptos. Reservado a los más intrépidos, el banquito se encuentra medio escondido sobre unas grandes rocas, pero las vistas son impagables aun sin trepar. Volvemos atrás desde el banco 250 m en línea recta, dejando la vereda a la derecha, hasta una explanada. Retomamos el camino descendiendo por la pista de tierra, a la izquierda, 500 m después de donde lo dejamos.

En Redondela nuestro Camino Portugués de la Costa confluye con el Camino Portugués Central, por el que seguiremos hasta Compostela. A quienes la etapa les resulte corta pueden prolongarla sin mayor problema hasta Soutoxuste (a 4,6 km) o Arcade (a 6,7 km).

Sobre Redondela:

El albergue de peregrinos se encuentra en la Casa da Torre (siglo XVI), un edificio señorial que, entre otros, fue casa consistorial. Además del albergue, acoge una biblioteca y una exposición permanente de piezas de loza de Sargadelos, la cerámica más representativa de Galicia. La iglesia de Santiago (siglo XV), en lo alto del casco histórico, y el Convento de Vilavella (siglo XVI), a la entrada de la villa, completan los principales sitios de interés arquitectónico.

Dos imponentes puentes ferroviarios le han valido a Redondela el sobrenombre de villa de los viaductos, no en vano se consideran símbolos del patrimonio local. Construidos a finales del siglo XIX, de los denominados viaductos de Madrid y Pontevedra solo sigue en funcionamiento el último.

Si caminamos a mediados de mayo, puede que nos sorprenda el Festival Internacional de Títeres de Redondela, una concurrida y consolidada muestra creada y organizada por la Asociación Xente Titiriteira que sin duda nos amenizará la tarde, con un animado ambiente para todas las edades.

Junto a la fuente de Santiago Apóstol en la plaza homónima, al arrullo del río y en pleno centro, la Alameda de Castelao es el corazón verde de Redondela, con agradables zonas de descanso entre árboles centenarios, rosales y camelios.

La gastronomía viene influenciada por la Ría de Vigo, que baña la población con la ensenada de San Simón. De estas rías proceden los mariscos, especialmente los centollos, mejillones o zamburiñas, y pescados de alta calidad, como el rodaballo, el congrio o la merluza.

Como plato destacado de la localidad podemos degustar los chocos en su tinta, con arroz o hasta en empanadas.