Etapa 59: Verrès - Pont-Saint-Martin | Al Loro

Distancia: 
15,9 km
Duración: 
4 h
Dificultad: 
1
Paisaje: 
3

En la etapa abundan las áreas de descanso y las fuentes, por lo que se multiplican las posibilidades de realizar una parada confortable en Arnad, el puente de Echallod, Hône o Bard.

Salvo en tramos muy puntuales, es factible utilizar el recorrido peatonal de la Francígena. No obstante, la vía azul para las bicis está balizada por Issogne, y va al sur del río Dora Baltea hasta el puente de Echallod.

La iglesia de Saint-Martin-de-Tours, de origen monástico, es un edificio románico de los ss. XI-XI, modificado en el s. XV, levantado en tufo volcánico. La cabecera muestra la característica decoración lombarda. Posee tres naves y se encuentra decorada con frescos góticos.

En la localidad es afamado el lard (DOP). Se trata de porciones de panceta de cerdo tradicionalmente adobadas, por un mínimo de tres meses con especias y hierbas aromáticas, en pequeñas cajas de madera de castaño o roble llamadas doils.

El puente de Echallod, por el que por vez primera cruzamos el río Dora Baltea, es una fábrica de 1776 que sustituyó al puente medieval, manteniendo un perfil alomado impropio de las construcciones neoclásicas. Ha sido restaurado, con ayuda del Conseil Général de Haute-Savoie, tras la destructiva riada del año 2000.

Reedificada en los s. XVIII y XIX, su iglesia de San Giorgio conserva algunos vestigios medievales a partir del s. VIII (visibles bajo el suelo transparente de la nave central), entre los que se cuenta la torre románica.

Forma parte de la asociación de los borghi más hermosos de Italia, algo que se puede comprobar a lo largo de su calle-camino. La gran fortaleza, a diferencia de las vistas hasta ahora, data del s. XIX y es sede del Museo de los Alpes.

Al salir de Bard, por desprendimientos, ha sido cortada la Strada Romana en un tramo de 500 m, siendo obligatorio continuar por el vial paralelo que baja hasta el valle.

Un buen lugar para adquirir provisiones, además de Pont-Saint-Martin, es el mini-market Vallet (de 6:30 a 20:00) de Donnas, también con bar, situado en la carretera tras la iglesia.

Antes de llegar al pueblo, la VF pasa por un trecho de la romana Via Gallia, excavada con un arco en la montaña, que presenta sólidos pavimentos empedrados y un miliario.

Aunque mal cuidado y con muchos edificios abandonados, su borgo es muy representativo de los asentamientos medievales del valle, siempre estructurados con carácter viario. Casonas, palacios, una puerta de la muralla, la capilla de Sant’Orso, ventanas góticas y frescos se suceden en la Vía Principe Tommaso.

Si el compromiso de las parroquias con la VF está siendo notable en Aosta, también algunos municipios apuestan por ella. Este es el caso de Pont-Saint-Martin, donde la Maison du Boulodrome, una instalación deportiva, oferta nada menos que 58 plazas.