Etapa 5: Poggio San Lorenzo - Rieti | Al Loro

Distancia: 
21,6 km
Duración: 
5 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Entre Colonnetta y el desvío a Ornaro Basso es preciso transitar por la carretera coincidente con la vía Salaria Vecchia: prudencia.

En el primer sector de la etapa, que es el más montañoso, se sugiere evitar el camino que pasa por el puente Sambuco y desviarse por Torricella in Sabina, Cotti y Capannaccia, dejando la Salaria Vecchia para tomar la SP34, con la que confluye el itinerario peatonal.

Ha sido señalizado —600 m después del acceso a Torricella— el desvío al santuario de la Madonna dei Penitenti, citado en la etapa anterior. Desde este punto son 1,8 km, y otro tanto para regresar: fácil bajada a la ida, pero subida a la vuelta.

El Ponte del Sambuco es el principal vestigio de la romana vía Salaria en este tramo. Data del s. I d.C. y tiene una longitud de 65 m.

Algo escondida, junto al arco del Ponte Sambuco, existe una pequeña zona de descanso a la sombra, única en la etapa. ¡Aprovechémosla!

El tramo de carretera (SP34) posterior al puente Sambuco, si bien no reviste gran peligro por su baja densidad de tráfico, resulta monótono y pesado en sus 2,5 km.

2,6 km antes del fin de etapa encontramos, junto al Camino, la primera tienda-bar del día, en una estación de servicio.

Antes de llegar a Rieti, al lado del camino mana la fuente di Cottorella. No dejéis de beber su agua, oligomineral pura, y rellenar la cantimplora. A veces hay cola.

Desde la fuente di Cottorella y hasta Rieti el CSF no está señalizado, pero se sigue al frente guiándonos por las marcas de las rutas de San Benedetto y San Antonio, coincidentes con la nuestra en un auténtico santoral viario.

Muy recomendable, en pleno centro, el convento-colegio Divino Amore, donde las monjas atienden un ostello.

El agua de las fuentes de la localidad es de buena calidad y está todo el año fresca.

Para comer sin gastar mucho, antes de cruzar el puente Trattoria La Favorita (Piazza Cavour, 3), de cocina casera. Junto a la catedral está la Pizzería Cintia (Via Cintia, 154), con buenas pizzas y tagliata di manzo sobre piedra de lava. A un precio algo superior, pero típico y con especialidades reatinas, La Piazzetta-Da Felice (Vicolo Ceccotti, 18). Y cerca del anterior otra pizzería a buen precio: Pizza e Fichi (Via G. Garibaldi, 253).

La llanura palúdica del lago Velino fue canalizada en el s. III a.C., y en su lugar se desarrolló la ciudad. Con diócesis desde el s. V, acabó en poder del ducado de Spoleto y, más tarde, de los Estados Pontificios, con un palacio papal ocupado en el s. XIII. Desde 1927 es capital de una provincia autónoma.

La catedral de Santa María Assunta es románico-gótica (ss. XII-XIII). La bóveda de su cripta o basílica inferior aparece sostenida por piezas reaprovechadas, entre ellas un miliario. Un pórtico del s. XV unió el templo a la torre y el baptisterio, antes exentos.

Junto a la catedral, donde fue colocada una estatua de San Francisco (Nicoletti, 1927), vemos el palacio de los papas (s. XIII). En su vestíbulo abovedado acoge varias representaciones en miniatura de la vida de San Francisco (Francesco Artese), así como un Belén monumental que no podía faltar en el valle donde por obra de il poverello nació el primero.

Del generoso patrimonio urbano nos han sorprendido cinco elementos: 1. La muralla medieval (s. XIII), con un tramo bien conservado junto a la estación del tren; 2. La basílica de San Agostino (s. XIII); 3. El palacio Vincentini con su loggia y jardines vignolescos (ss. XVI-XVII); 4. La Piazza San Rufo con el Ombligo de Italia, esto es, el monumento que señala el centro del país; y 5. La fuente dei Delfini, del s. XVII, y el inmediato Palazzo Comunale.

La salsa más típica del Reatino y la Sabina es l’amatriciana, elaborada con tocino o guanciale, queso pecorino, tomate, aceite y vino. Ideal para condimentar spaghetti, pizzicotti o fregnacce.