Etapa 6: Rieti - Poggio Bustone | Al Loro

Distancia: 
17,2 km
Duración: 
5 h 30 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
4

En Rieto arranca una importante variante, que no describimos en esta guía. Podéis ver el mapa en el siguiente artículo: Variante de Greccio y Terni.

Resulta un tanto chocante que en todo el tramo urbano de Rieti no existan las señales hacia Poggio Bustone, pero sí, desde el río, hacia la variante de Greccio y Terni. En ningún caso se deben de confundir ambas variantes.

Hoy tenemos varios lugares propicios para detenernos a comer lo que llevemos. Nos quedamos con dos: la capilla de San Gregorio y su parque, con mesas y fuente; y el atrio con bancada de la iglesia de Cantalice, panorámica y también con fuente.

En la salida del casco antiguo de Rieti tenemos la panadería/pastelería Il Fornaio (Via Cintia, 6). En la av. Giulio de Juliis hay también una tienda y un café. Ya no hay más posibilidades para desayunar o comprar hasta Cantalice.

De las peores etapas sobre dos ruedas: muchos tramos por sendas pedregosas y con raíces del arbolado, y con desniveles de vértigo, por no hablar de las escaleras de Cantalice o Poggio Bustone. Así pues, salvo la partida de Rieti hasta el desvío a La Foresta, todo son alternativas. En primer lugar siguiendo por la SP7 a Castelfranco y Vazia —adiós a los bosques—, donde se toma la SP8 a Cantalice Inferioreciao al borgo medieval—. Por la misma carretera se va a San Liberato, y por la SP8a y la SP2 a la base de Poggio Bustone, donde se puede fatigosamente ascender —a muchos se le quitarán las ganas— o continuar hacia Piediluco. Realmente frustrante.

Avanzamos hoy por la base del monte Terminillo (2.217 m), muy conocido por su estación de esquí, y por ser habitual fin de etapa en el Giro de Italia. Lejos de la cumbre, en su falda atravesamos bosques caducifolios mixtos, intercalados con pinares, y en las áreas más umbrosas y elevadas también algún hayedo, salpicado de acebos.

Lamentablemente, en La Foresta han dejado de hospedar peregrinos desde el Covid. Asimismo, el convento franciscano de Poggio Bustone solo acoge a grupos de al menos cinco peregrinos, por lo que o bien te pones de acuerdo con otros el día anterior para reservar, o más vale que busques una alternativa.

No os perdáis la visita al santuario de La Foresta. Basta con sonar la campanilla y os harán un recorrido guiado por la iglesia, claustro, dependencias, huerto y gruta del santo (donativo). Además, tienen un sello para la credencial.

El santuario de La Foresta (visitas de 9:00 a 12:00 y de 14:30 a 18:30) nos remite a la estancia de San Francisco en 1225, conservándose el edificio que lo acogió y la gruta en la que se retiraba a orar. También se cree que aquí redactó la segunda parte del célebre Cántico de las criaturas y tuvo lugar el milagro de la viña. El pequeño templo, y el claustro (s. XV), se identifican perfectamente con la humildad y austeridad franciscanas. En su huerto, muy cuidado, trabajan los miembros de la comunidad Mondo X, que ayuda a personas cautivas de todo tipo de adicciones.

Aquí Fra Felice da Cantalice, en un día de trabajo muy caluroso, habría hecho manar milagrosamente, batiendo la tierra con su bastón, una fuente. El santo fue un capuchino del s. XVI, amigo de San Felipe Neri, que jamás usaba calzado y siempre portaba un gran saco para recoger víveres para los necesitados. De esta forma, y con largas barbas, es representado en la iconografía.

La capilla de San Gregorio. Dedicada al papa Gregorio Magno, ocupa una pequeña elevación y está rodeada de pinos. En el lugar se evoca el accidente aéreo del Monte Terminillo (1955), en el que falleció Marcella Mariani, miss Italia.

Hasta el momento es el borgo medieval más sugerente del recorrido, máxime cuando desde la parte superior, con lo que resta de su castillo y el santuario barroco de San Felice (la torre es del 1500), se desciende entre viejos edificios, por estrechas vías y plazuelas, a través de una zigzagueante escalinata bajo pasadizos hasta el valle.

En el tramo boscoso entre San Liberato y Poggio Bustone las señales son escasas y conviene estar atento.

La subida a Poggio Bustone, sobre todo si hace calor, hay que tomarla con mucha calma. De otro modo os puede dar un yuyu; no es broma.

El convento de San Giacomo, en su día benedictino y luego donado a la orden seráfica, fue el primero del valle en acoger a San Francisco (1208). Conserva su iglesia del s. XIV y otra inferior, además del claustro.

Sabemos que os ha costado llegar hasta aquí, pero desde el convento se nos propone continuar, vale mucho la pena, hasta un sitio muy especial (ida 30 min, con ascenso de 300 m de desnivel): la Grotta della Rivelazione o Sacro Speco. Una vía sacra, ornada de seis capillas dedicadas a los milagros del il poverello, a las que sumar el tempietto della Pace, nos conduce a la cueva en la que San Francisco se retiraba, y donde se le apareció un ángel anunciándole el perdón de sus pecados juveniles. Actualmente está integrada en una capilla rupestre.

La localidad es conocida por su porchetta. Junto a multitud de embutidos, jamón y quesos (pecorino), se puede adquirir en la tienda de La Locanda Francescana (Via Francescana, 13).