Etapa 73: Medesano - Sivizzano | Al Loro

Distancia: 
18,9 km
Duración: 
4 h 45 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Unir esta etapa con la siguiente, llegando a Cassio, no está al alcance de todos, ya que sumaríamos 31,7 km, a partir de Sivizzano todo cuesta arriba. El trayecto se podría dulcificar algo, no tanto en km como en pendiente acumulada, eligiendo las dos variantes por el valle de Medesano a Felegara y de Fornovo a Respiccio.

Si bien toda la etapa es ciclable, para evitar las rampas de Fornovo a Caselle las marcas azules optan por la variante del valle hasta Respiccio.

Un árbol puede ser un árbol más, pero hay algunos tan especiales como la Quercia del Pellegrino. Aislada entre La Carnevala y Felegara, la sombra de este añoso roble habrá acogido a muchos caminantes, siendo merecedor, al modo franciscano, de un grande e intenso abrazo peregrino. El lugar está provisto de un buzón con libretas en las que expresar nuestros pensamientos.

De La Carnevala a Felegara existe una alternativa corta, más urbana e insulsa, que evita el ascenso a la colina y se dirige directamente, por la Via L. Marchi, hasta la iglesia. Si la elegimos ahorramos 1,5 km, pero nos perderemos el roble del Peregrino y las vistas.

Cuando el río Taro va crecido se inunda el camino por el parque natural en el tramo más próximo a Felegara, por lo que no tendremos más remedio que seguir por la carretera hasta el puente.

Ante la puerta de entrada de la fábrica Grigolin (de camino a Fornovo) la señalización desaparece: no se sube por la carretera, sino que se toma el camino de tierra/grava al frente, entre la fábrica y un canal.

La VF recorre un pequeño sector del Parque fluvial regional del Taro, similar al que vimos en su día en el Trebbia. Abarca 2.000 hectáreas del cauce y sus riberas, ocupadas por junqueras, matorrales y áreas arbustivas poco densas. Su valor estriba, como en el caso citado, por ser escala de la avifauna migratoria.

Al llegar a Fornovo, una vez más los carteles oficiales marrones priorizan la ruta de bicicletas en detrimento de la peatonal, generando una monumental confusión. Atención, porque el camino de los peregrinos de a pie se introduce por el casco antiguo.

A partir de Fornovo di Taro y no hay más tiendas, ni siquiera en Sivizzano. Por lo tanto tenemos que aprovechar su supermercado Leader Price inmediato al puente (de 8:00 a 20:00, domingo de 8:30 a 13:00).

En el puente Solferino (1821) encontramos una estatua que se presta a la confusión, y que algunos creen identificar con un vendimiador. Pero se trata de Sigerico, romero del s. X que describió por vez primera la Vía Francígena. Inspirado en una imagen románica de la iglesia de Santa María, Paolo Serenellini lo representa con la indumentaria del peregrino tradicional, y con las siete llaves de las siete basílicas que se han de visitar en Roma.

La Pieve de Santa María Assunta, llamada «duomo», es un templo románico de tres naves y tres ábsides de mediados del s. XI. Al ser restaurada en la primera mitad del s. XX, en la fachada se encastraron sin mucho orden ni sentido fragmentos escultóricos diversos, algunos procedentes de un púlpito como el simpático Infierno, en el que no falta ni un detalle. Aquí también contemplamos la figura del peregrino romeo que sirvió de inspiración a la escultura situada en el puente.

De Fornovo di Taro a Respiccio, en coincidencia con la ruta azul de las bicis, se evita una buena cuesta si seguimos el paseo fluvial y luego la SS62 junto a la vía férrea. 1 km después nos desviamos por la SP39, que discurre por el valle del torrente Sporzana hasta Respiccio. En total son 3,6 km, frente a los 4,2 km del camino principal (medido desde el puente).

Se sitúa en una hondonada rodeada de montes, por lo que para tener cobertura en el móvil es preciso subir un poco por la ladera más próxima a la iglesia.

El albergue resulta especial por varios motivos: en primer lugar está instalado en las dependencias del desaparecido monasterio, que tuvo un hospital de peregrinos, por lo que la función se mantiene. Además, cocina y dormitorio están instalados en una estancia abovedada en piedra con aspecto de bodega. Por último, la atención de la hospitalera Enrica, que vive en la inmediata rectoral, es estupenda si te adaptas a las normas de la casa. Es imprescindible reservar, porque no hay más opciones.

La única opción para comer en Sivizzano es la Osteria Al Birocc. Previa reserva, atención al dato, porque si no hay reserva no hay comida, preparan pizzas y otros platos caseros con productos locales.

Su iglesia de Santa Margherita perteneció a un pequeño monasterio. El templo data de finales del s. XVIII, y en la conventual resta una puerta gótica y parte de lo que fue el claustro.