Etapa 72: Fidenza - Medesano | Al Loro

Distancia: 
22,2 km
Duración: 
5 h 30 min
Dificultad: 
2
Paisaje: 
3

Atención, en la plaza del Duomo de Fidenza, para no confundir las señales de ida y vuelta, sobre todo entre quienes no hayan llegado el día anterior a la catedral siguiendo el Camino.

Todos los alojamientos de esta etapa, salvo el albergue municipal de Costamezzana, son de acogida cristiana: La Famiglia del Pellegrino (Costamezzana), Betania (Cella) y Parroquial (Medesano). Al disponer de pocas plazas es recomendable avisar de la llegada con uno o dos días de antelación.

No hay tiendas entre Fidenza y Medesano, por lo que hemos de ser previsores y llevar desde la partida lo que necesitemos.

Varios lugares resultan idóneos para hacer una parada, y sobre todo Costamezzana, donde en la Trattorria Lo Soiattolo Oliver siempre se muestra solícito para darnos consejos y ponernos el timbro (sello).

La mejor área de descanso de la jornada se encuentra en Cella di Nocetto. Se trata de un amplio parque, situado junto a la iglesia y cerca del río, con mesas y bancos, fuente y hasta wc.

Si bien la etapa se puede hacer íntegramente en BTT, hay algunos tramos incómodos, por el firme de tierra o la pendiente, que se pueden evitar. La propuesta oficial evita el paso por la iglesia de San Tommaso Becket, sugiriendo tomar a la izquierda la Strada Rovacchia, cruzando el torrente del mismo nombre para discurrir por la cara opuesta del valle hasta recibir el camino que viene de Siccomonte.

La segunda divergencia es a partir de Costamezzana, donde se va en paralelo al camino que pasa junto al castillo (ved variante), a mayor altura y sobre asfalto. Una vez en lo alto, las marcas azules evitan Cella di Noceto, y por una serie de pistas, entre granjas dispersas, nos conducen directamente a Mesano, a donde se accede por el norte, atravesando el parque empresarial de La Cornaccina.

La iglesia de San Tommaso Becket tiene su origen en el s. XII, que es cuando el lugar fue donado a los templarios. Una tradición indica que el titular, arzobispo de Canterbury tras los pasos de Sigerico, descansó aquí en su peregrinaje a Roma (1167); de ahí el cambio de advocación, que habría tenido lugar al día siguiente de haber sido martirizado (de cómo llegó tan rápido la noticia no se dice nada). La parte más antigua es el ábside, en ladrillo, que tiene cierto parentesco con los románico-mudéjares de León y Castilla.

Quien se desvíe hasta Costamezzana, ligeramente apartada del Camino (250 m), para utilizar sus servicios, ya no es necesario que retroceda. Existe una vía local asfaltada que asciende, desde la Casa del Pellegrino, por la ladera de un monte hasta la granja de Parma Collina, confluyendo poco después, si giramos a la derecha, con el trayecto principal que viene por el castillo.

Se come muy bien en la clásica Trattoria Squeri, de menú casero y familiar (cerrado lunes y martes).

Aquí se celebra cada año, a finales del verano, la fiesta de la Polenta. ¿Qué es la polenta? Pues un sencillo alimento tradicional del norte de Italia, consistente en una papa de sémola de maíz elaborada con agua o leche, que en el pasado sació a quien no disponía de otra cosa. Hoy se suele concebir más como guarnición, y los polentari ya no se avergüenzan del humilde sustento campesino, sino que lo exaltan.

Desde el parque de Cella di Noceto es posible seguir junto al río sin tener que regresar a la carretera, ahorrándonos así 100 m y disfrutando de un hermoso entorno. Ignoramos cuál es la razón por la que no ha sido señalizado por aquí, ¿acaso la presencia de una trattoria en la carretera?

La VF pasa ante un Carrefour Express (Via Giuseppe Verdi, 16A). Abre de 8:00 a 19:30/20:00, domingo de 8:00/8:30 a 12:30/12:45.

Todo en la villa es bastante moderno, y también la iglesia parroquial de San Pantaleone e la Immacolata (1928), provista de alta torre, de factura neomedieval con elementos neorománicos y neogóticos.