Etapa 75: Berceto - Pontremoli | Recorrido

Dejamos la localidad ante el edificio del Seminario con su santuario de la Madonna delle Grazie (fuente). Tras cruzar la SP114 encontramos a mano izquierda un camino antiguo, con tramos enlosados, entre muretes de piedra. Se prolonga por el bosque hasta la Casa Cappelletti y el lugar de Tugo, con sus granjas mal integradas en el paisaje.

2,5 Tugo. Atravesamos la SS62 para tomar la pista local señalada a Felegara, con un monolito de la Virgen en su inicio. Nos ofrece buena sombra el pinar del monte Cavallo, que concluye ante los prados que preceden a Felegara, situada a la izquierda de la marcha.

Principia aquí un fuerte ascenso a tirones (rampas y descansos), por un camino pedregoso, que se introduce en un mágico hayedo. De este modo coronamos el monte Valoria, habitualmente ventoso, con sus prados de altura, vértice geodésico (1.224 m) y mesas con bancos para reposar. Abarcamos gran parte de lo que caminamos ayer y, hacia la Toscana, los viaductos y túneles de la A15 en primer plano y el alto valle del Magra.

3,8 Monte Valoria. Una senda desciende precipitadamente y regresa al hayedo. Aquí hemos de superar un cierre con alambre de púas, que limita unos prados en los que pasta el ganado, por unas escalas de madera. La bajada concluye, el tramo final entre pinos y abetos, en el Passo della Cisa (1.041 m).

2,2 Passo della Cisa.

Dejamos la carretera para subir la escalinata hasta el santuario della Madonna della Guardia. En su trasera fue colocada una puerta de madera, al modo japonés, para señalizar el inicio de la Toscana, lo que supone el fin de la Emilia Romagna. Pronto caminamos por una senda, a través de un denso bosque mixto compuesto por pinos, abetos y hayas, que va superando algunos torrentes. Se trata de un largo sector, que se encuentra entre lo mejor de la VF, hasta el Passo del Righetto (972 m), donde confluimos con la SS62.

3,6 Passo del Righetto. Cruzamos la carretera para, junto a un mirador, apartarnos definitivamente de ella superando una nueva cancela por un paso difícil. Seguimos un cordal desarbolado hasta los cuatro repetidores del monte Cucchero (994 m), contemplando hacia el este los picos Orsaro y Braiola, que superan los 1.800 m de altura. Bajo tierra existe un refugio.

1,2 Monte Cucchero. Es llegada la hora de bajar al Valdantena, y lo hacemos por un vertiginoso tobogán por el que en poco tiempo pasamos de los 968 m a los 691 m de Cavezzana d’Antena, primer núcleo toscano. El caserío, apiñado en torno a la iglesia, dista 80 m de la VF (área de descanso y fuente).

2,2 Cavezzana d’Antena. Entre huertas, olivares y viñedos, aunque el campo está bastante abandonado, el descenso prosigue hasta Groppoli (fuentes).

0,9 Groppoli.

El camino se torna ahora pedregoso hasta el torrente Civasola, que se cruza por un puente colgante de acero, con tablero de madera, que se mueve bastante y marea. Desde él volvemos a subir en zig-zag por un barranco, con otra bajada temeraria y rápida hasta el vecino pueblo de Previdè.

A la salida se encuentran un oratorio y una fuente. El trayecto nos recuerda a la bajada a Lamego y el Douro, por el Camino Interior Portugués, también con un perfil de agotadora montaña rusa. La siguiente localidad es Groppodalosio, con sus terrazas dispuestas en la solana, muchas viñas y rúas empedradas.

La VF pasa ante el oratorio de la Virgen y San Rocco, y por unas escaleras se dirige a una vaguada donde tienen asiento las casas de Barcola. Es así como alcanzamos uno de los lugares más sugerentes de la jornada: el paso del río Magra por un puente medieval que conserva su calzada. Un camino entre castaños prosigue a Casalina (fuente).

Al salir del pueblo cruzamos un impresionante torrente excavado en la roca, el foso della Galesa, por un puente inmediato a una capilla. Ante el cementerio de Versola (fuente), dejamos la carretera que sigue a este pueblo para desviarnos a la izquierda por una nueva calzada que se introduce en un bosque de hayas realmente espectacular. Dos puentes de piedra superan sendos fosos antes de entrar en Toplecca.

Ascendemos hasta un oratorio por la misma calzada, bajando de nuevo hasta otro puente con sus barandas de madera (Fosso della Borghesa). La última subida del día discurre por un hayedo, más tarde por un castañar, hasta el Passo della Crocetta (699 m), con su capilla.

2,1 Passo della Crocetta. En coincidencia con un vía crucis, un rápido descenso nos lleva raudos al pueblo de Arzengio, con su iglesia moderna de San Basilide (área de descanso y fuente).

1,5 Arzengio.

El camino rodea el núcleo medieval, encaramado en una pequeña colina, del que ha desaparecido el castillo, aunque restan paños de algunos muros y un arco. Más allá del cementerio (fuente), la bajada continúa entre viñas y olivos junto a las casas Cervetti y Paradiso.

Entramos en Pontremoli, como quien dice, por la puerta trasera, cruzando el Magra al lado de Villa La Cartiera para pasar bajo una fábrica arruinada que en su anterior vida fue convento. La Via Porta Parma nos deja ante este paso de la muralla, emplazado justo al pie del castillo de Piagnaro, al que se puede subir por un ascensor. Por el casco antiguo, la Via Garibaldi se dirige primero a la Piazza del Duomo, y luego a la inmediata della Repubblica, donde se alza el consistorio.