Etapa 77: Aulla - Sarzana | Al Loro

Distancia: 
17,5 km
Duración: 
5 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
4

En toda la etapa carecemos de bares, restaurantes o tiendas, por lo que hemos de partir bien provistos de alimentos. Tan solo en Ponzano Superiore hay un bar social, que suele abrir a las 13:30, aunque no cada día. En cuanto a las fuentes, solo hemos encontrado una en Bibola.

La cordillera litoral Alpi Apuane, de corazón calizo y sugerente perfil serrado, se extiende a lo largo de unos 55 km entre las regiones de Liguria y Toscana, alcanzando los 1.946 m de altura en el pico Pisanino. Su presencia será constante durante varias jornadas, convirtiéndose en un icono de la Francígena.

Al partir de Aulla no hay que confundirse de puente: no se cruza el primero, sobre el Magra, sino el segundo, que salva el torrente Aulella.

La etapa es imposible para las bicis. La alternativa aparentemente más fácil pasaría por seguir el camino, también histórico, por el valle del Magra, que infelizmente coincide casi en su totalidad con la SS62, pasando por Santo Stefano di Magra y Ponzano Magra.

Buscando un perfil más natural, el trazado oficial ciclable ha sido balizado al este de la ruta pedestre. Tras remontar 2,5 km el valle del Aulella por la SS63, antes de llegar a Pallerone se desvía al sur por la SP57, que es una carretera de montaña, y se introduce en el Parque Natural Regional de los Alpes Apuane. Tras pasar por Ponzanello, con su castillo, es preciso desviarse a la derecha por la SP9, que atraviesa Carignano y desciende con muchas revueltas hasta el valle formado por el torrente Calcandola, que nos lleva hasta Sarzana.

Aunque supone un esfuerzo añadido, una vez a los pies de Bibola recomendamos subir hasta la rocca y dar un paseo por sus increíbles calles medievales.

Este burgo, con origen en un castro bizantino para defender el puerto de Luni, presenta un característico perfil medieval. Su caserío se agrupa en lo alto de una colina, y los edificios adoptan la función de casa-muro. En el plano más elevado aparecen las ruinas del castillo (ss. XII-XVII), y muchas calles se cubren de bóvedas, convirtiendo al conjunto en una fortaleza.

Aquí reside un entrañable personaje del Camino, la señora Teresa Cargioli. Con adquisiciones a lo largo de sus viajes, y regalos recibidos de muchos visitantes y peregrinos, en la Via della Chiesa ha conformado una singular y curiosa exposición con belenes procedentes de todo el mundo. No dejéis de verla si tenéis oportunidad, a ella le hará mucha ilusión mostrárosla.

Se alza sobre un contrafuerte del monte Grosso y adopta la misma estructura urbana que Bibola. En el pasado tenía un gran valor estratégico por estar a lado de la Francígena y dominar el bajo valle del Magra. Sobresale su iglesia de San Michele Arcangelo (ss. XVI-XVIII), cuya torre aprovechó la del desaparecido castillo.

Por ser una de las localidades más turísticas de la región de la Liguria, tiene una buena oferta de plazas para dormir, pero los precios suelen ser elevados. Por lo tanto, si queremos dormir en su albergue parroquial, que no está en el casco histórico, pero tampoco excesivamente alejado, conviene reservar con tiempo.

Si no encontramos acomodo en Sarzana, podemos seguir 4,5 km más hasta el albergue de la Ospitalità Sant’Antonio de Caniparola, también de acogida parroquial.

Un buen helado en el centro: Fior di Cono (Piazza Calandrini, 5).

La concatedral de Santa Maria Assunta comparte sede con La Spezia y Brugnato. Su fachada románico-gótica (rehecha) oculta un interior de tres naves, totalmente barroco, del s. XVII. Lo único original del Medievo es la torre gótica. Los peregrinos veneraban sus preciadas reliquias, así la sangre de Cristo, que según relatos apócrifos habría sido recogida cuando estaba clavado en la cruz (capilla del Preziosissimo Sangue), o una mano y el brazo del apóstol San Andrés. También se acercaban a la Crucifixión pintada del maestro Guglielmo, singular pieza románica de 1138.

Más antigua que el duomo, la pieve de Sant’Andrea fue construida a fines del s. X y comienzos del XI, pero reformada en el s. XIV (cuerpos superiores de la torre) y en el s. XVI, en que las tres naves fueron reconvertidas en una.

Decir Liguria es pensar en el pesto genovese, esa popular salsa verde cuyo principal ingrediente es la albahaca, en Italia conocida como basilico, y también compuesta de piñones, ajo, aceite virgen de oliva y queso parmesano. En la región afirman que la única salsa verdadera es la elaborada con el basilico genovese, que tiene su DOP.